Una tarde estupenda en el ‘Seminario para sobrevivir con cultura en el siglo XXI’, con César López Llera y su obra ‘Bagdad ciudad del miedo’
El pasado viernes, 14 de abril, en el marco del Seminario para sobrevivir con cultura en el siglo XXI, pasamos una tarde excelente en la sede de la Asociación Vecinal La Unidad de Villaverde Este con el premiadísimo dramaturgo y profesor de literatura del IES El Espinillo César López Llera, que nos dio claves sobre su obra Bagdad, ciudad del miedo y su forma de entender el teatro y la literatura. El seminario, impartido por nuestro colaborador Iván Cerdán Bermúdez, se ha marcado como objetivo “radiografiar diferentes aspectos de la cultura en el siglo XXI”, sin perder de vista que “también para comprender el ahora es necesario regresar atrás”. Así, ha visto temas como “Literatura en Auschwitz”, el género de la autoficción, “Creadores españoles en la actualidad” o “Cineastas clave en el siglo XXI”, entre otros muchos.
La sesión del viernes, con López Llera (que ya había visitado antes el seminario para hablar de Quevedo, autor que domina), tenía todos los ingredientes de un plato fuerte. No en vano Iván Cerdán definía al autor en nuestro número de este mes como “La figura dramatúrgica más destacada que haya dado España en los últimos veinte años” y ha recibido muchísimos galardones, entre ellos casi todos los importantes del género, aunque en este aspecto se mostró humilde, animando a los asistentes a no preocuparse con los premios “porque coincidir con un jurado es cuestión de suerte”.
En su presentación, Cerdán definió la obra objeto de la sesión como “muy documentada, en la que todo tiene su porqué”, resaltando que en ella las acotaciones están perfectamente construidas y que resulta de hecho multigenérica: “podría perfectamente ser un guion audiovisual”, aseveró. “Bagdad, ciudad del miedo es una idea ambiciosa, y salir bien librado de ello me parece espectacular”, resumió el conductor del seminario.
César López Llera evocó la época en la que escribió la obra, tras la invasión de Irak de 2003. El autor reconoció que entonces estaba obsesionado con el conflicto, que seguía detenidamente desde una perspectiva crítica en medios de comunicación y sobre el que acumulaba recortes de prensa y toda la información que caía en sus manos. Y a él la guerra de Irak le planteaba el sentido del teatro, de preguntarse para qué sirve. “Yo siempre me he planteado un teatro social. Pienso que el teatro tiene sentido en tanto sirve para algo”, nos explicó. Y así fue naciendo la obra, en la que tenía muy claro que no quería hacer un panfleto, sino profundizar en el hecho que la había inspirado y trabajar en qué le ocurre a la “gente normal” ante unos hechos como aquellos. “Creo que el teatro debe tratar de indagar también en el aspecto humano, no quedarse solo en el plano político general”, sostiene López Llera.
Y así, hablando de Bagdad, ciudad del miedo, del resto de obras del autor y sus experiencias para llevarlas a escena (con grandes dificultades, probablemente por su contenido social, habiéndose llegado a definir irónicamente como un autor de “obras teatrales que pocos representan y menos leen”, lo que contrasta con la mencionada abundancia de premios cosechados), de teatro, literatura y actualidad, echamos la tarde de la mejor de las maneras. Ratos así dan auténtico gusto, enhorabuena.