El vecindario de San Cristóbal de los Ángeles, convocado por su asociación vecinal, salió a la calle el martes 29 de octubre para dejar claro que en el barrio no quiere tráfico de droga. Lo hizo mediante una ruidosa cacerolada en la plaza de los Pinazo a partir de las seis de la tarde, desafiando a la lluvia con una asistencia nutrida.
“Los vecinos y vecinas de San Cristóbal de los Ángeles estamos sufriendo el abandono de las instituciones una vez más: insalubridad, narcopisos, inseguridad y aumento del consumo y tráfico de drogas en nuestras calles”, denuncia la Asociación Vecinal La Unidad de San Cristóbal. Un problema que afecta en primer lugar a las “poblaciones más vulnerables”, a “los niños, que ven el consumo a la puerta de colegios e institutos y están en riesgo de normalizar la situación”.
Para acabar con este complejo panorama, los vecinos y vecinas exigen una intervención coordinada del Gobierno regional, el Estado y el Ayuntamiento de Madrid, y la puesta en marcha de la mesa de trabajo sobre el problema de drogas en el barrio que aprobó el pleno de la Junta de Distrito de Villaverde el pasado mes de mayo y que debe estar formada por representantes del Consistorio, la Delegación del Gobierno y la A.V. de San Cristóbal de los Ángeles.
“Las vecinas y vecinos de San Cristóbal decimos basta a la venta de drogas en nuestras calles y plazas, a la creación de asentamientos de drogodependientes, a la presencia de toxicómanos en nuestras calles consumiendo sustancias, a la suciedad y abandono de nuestras calles y jardines, al miedo de nuestras vecinas y vecinos a pasear por su barrio, a la impunidad con la que están los traficantes en nuestras calles, a las ocupaciones mafiosas, al abandono de edificios que son propiedad de la Comunidad de Madrid en nuestro barrio, alguno de ellos ocupado por traficantes, toxicómanos y prostitución”, subraya la asociación vecinal.
El colectivo también llama la atención sobre otros problemas como la “falta de recursos en el centro de salud, la falta de inversión en la escuela pública e instituto de nuestro barrio, el incumplimiento de las ordenanzas municipales sobre ruido y limpieza y el incremento de la delincuencia y el vandalismo”. Por todo lo anterior, exigen a las tres Administraciones con competencias en todas estas cuestiones que abandonen sus peleas y se pongan a trabajar de manera conjunta y coordinada para dar la respuesta que merece el barrio.