Los trámites en línea en las Administraciones públicas pueden llegar a ser tediosos y exasperantes. Y pueden afectar a cualquier ciudadano, tenga la edad que tenga, si bien aquellos con poca formación digital lo pasarán peor. Algunos de los problemas específicos que podemos encontrar son:
1. Falta de interoperabilidad: a menudo las distintas plataformas de las Administraciones públicas no están conectadas entre sí, lo que puede hacer que sea necesario repetir información y documentación que ya se ha proporcionado en otros trámites.
2. Falta de actualización: en algunos casos, las plataformas de las Administraciones públicas pueden no estar actualizadas, lo que significa que los requisitos o procedimientos pueden haber cambiado sin que se refleje en la información proporcionada.
3. Complejidad del proceso: los trámites en línea en las Administraciones públicas a menudo involucran múltiples pasos y documentos, lo que puede resultar confuso y difícil de seguir para los usuarios. Generalmente se sigue adoleciendo de demasiada burocracia, a pesar de que la tecnología podría simplificar muchos procesos.
4. Falta de soporte técnico: en algunos casos, los usuarios pueden encontrarse con problemas técnicos al realizar trámites en línea en las Administraciones públicas, y que no haya un soporte técnico adecuado para ayudarles a resolverlos.
5. Poca usabilidad: Las empresas encargadas de crear las aplicaciones, por algún motivo, no tienen en cuenta la usabilidad de éstas. En grandes empresas privadas, por ejemplo, vemos que se preocupan mucho de que los clientes no tengan problemas a la hora de utilizarlas.
También sería recomendable que los usuarios se informaran bien sobre los requisitos y pasos necesarios para realizar el trámite en línea antes de empezar y que cuenten con la ayuda de un profesional o experto, si es necesario. La formación como ciudadano digital también es una opción a tener en cuenta.
En resumen, si la digitalización debiera simplificar los trámites y que cualquier ciudadano pudiera realizarlos de forma autónoma, está claro que todavía no se ha conseguido. Y con ello parece que las asesorías y gestorías están aprovechándose, pero la verdad es que estos profesionales deberían estar solo para las cuestiones más complicadas y específicas, que son muchas, y que los trámites habituales y básicos se pudieran realizar sin su ayuda. En ese momento podremos decir que la digitalización está plenamente integrada en nuestra vida.