Es muy posible que en alguna ocasión hayas tenido que hacer una presentación comercial de tu negocio. Quizás has tenido que enviarla por correo o que hacerla en persona. En cualquier caso, una presentación de empresa es un escaparate intangible de lo que ofreces. Su importancia es tremenda de cara a captar la atención de posibles clientes. Por ello, es esencial que dediques tiempo para lograr una presentación que te distinga de la competencia.
Antes de empezar a hacerla, ten en cuenta quién será la persona que verá esa presentación y en qué contexto será. No es lo mismo si nos dirigimos a un director financiero o a un informático, porque no les interesará lo mismo. Del mismo modo, no es lo mismo si la presentación la vamos a enviar por correo electrónico que si la vamos a hacer en persona.
Una vez que tengas claros estos dos puntos, lo mejor sería que anotaras todo lo que quieres contar y destacar aquello que quieres que recuerden una vez acabe la presentación. Intenta utilizar el menor número posible de palabras y completa las ideas con imágenes y gráficos.
Un buen truco para reforzar las ideas es jugar con los colores y los tipos de letra. A nadie nos gustan las presentaciones monótonas, ¡aunque tampoco crees una verbena! La presentación debe leerse y entenderse fácilmente.
Por último, recuerda que la presentación debe reforzar la imagen de marca de tu empresa. Una buena presentación comercial te ayudará a vender y te dará una mejor imagen a ti como profesional. En todo caso, si no tienes tiempo, conceptualizar no es una de tus habilidades o tienes problemas con el desarrollo, siempre puedes pedir ayuda.
Mª Cruz Sánchez