Esta vez vamos a utilizar nuestro espacio para saber un poco más sobre la sarna, dado que últimamente los casos andan algo disparados en nuestro distrito y alrededores. Su nombre formal es “escabiosis”, y aunque pueda parecer un problema limitado a países de bajo nivel socioeconómico viaja por Europa sin miramientos: Noruega, Alemania y España ya habían tenido consultas sanitarias previas a la pandemia por COVID-19.
¿Qué es la sarna?
Es una enfermedad de la piel causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Se transmite principalmente a través del contacto piel con piel, y puede propagarse fácilmente en entornos superpoblados como escuelas y guarderías. Menos frecuente es al compartir sábanas, ropa o toallas. El parásito solo puede sobrevivir fuera del huésped 3-4 días o algo más en contacto con queratina y humedad.
Produce una intensa picazón, sobre todo por la noche, en áreas como los pliegues de la piel, las muñecas, los codos, las axilas, el abdomen y los genitales. La hembra es capaz de penetrar en la piel cavando túneles diminutos donde deposita sus huevos y sustancias que producen reacciones alérgicas, apareciendo unas pequeñas protuberancias rojas o líneas delgadas en la piel.
La confirmación del diagnóstico generalmente se basa en la apariencia característica de las lesiones y la ubicación de la picazón. En casos difíciles o atípicos, se puede tomar una muestra de la piel para examinarla en busca de evidencia de ácaros.
Tratamiento y cuidados
El tratamiento de primera línea es la aplicación de permetrina tópica o ivermectina oral.
El tratamiento tópico se aplica por todo el cuerpo, desde el cuello hacia abajo, y se deja en la piel durante un período de tiempo específico antes de lavarlos.
Es importante seguir las instrucciones sanitarias y completar todo el tratamiento, aunque los síntomas desaparezcan antes. Además, es fundamental tratar a todas las personas que viven en el mismo hogar, incluso si no tienen síntomas, para evitar la reinfestación.
Además de estos tratamientos, hay cuidados adicionales encaminados a aliviar los síntomas y prevenir la propagación de la sarna:
1. Lavado y limpieza: lavar toda la ropa de cama, toallas y ropa en agua caliente y secarlas a temperatura alta. Aspirar o limpiar a fondo cualquier superficie que pueda haber estado en contacto con una persona infectada.
2. Evitar el rascado: aunque la picazón puede ser intensa, rascarse puede empeorar las lesiones y aumentar el riesgo de infección bacteriana secundaria. Mantener las uñas cortas y usar cremas calmantes puede ayudar a reducir la picazón.
3. Evitar el contacto cercano: hay que evitar el contacto piel con piel con otras personas tanto como sea posible para prevenir su propagación.
4. Seguimiento médico: después del tratamiento, es importante hacer un seguimiento médico para asegurarse de que la sarna haya sido completamente erradicada y para abordar cualquier síntoma persistente.
En resumen, la sarna es una enfermedad de la piel que puede causar molestias significativas, pero que generalmente responde bien al tratamiento adecuado. Siguiendo las recomendaciones sanitarias y tomando medidas preventivas, es posible controlar la enfermedad y evitar su propagación.