El más antiguo del mundo y está en Madrid
NARCISO CASAS
Personajes ilustres como Goya, Hemingway, Pérez Galdós y Truman Capote estuvieron presentes o citaron en sus obras al restaurante más antiguo del mundo, según el Libro Guinness de los Récords, situado en la calle de Cuchilleros y abierto al público desde el año 1725.
Fue fundado por el francés Jean Botín, quien contrajo matrimonio con una asturiana y fijó su residencia en España. Al fallecer la pareja sin descendencia, el negocio pasa a propiedad de sus sobrinos. En 1930 pasó a la familia González Martín, quien todavía regenta el local en la actualidad. Durante la Guerra Civil Española nunca se cerró.
El Libro Guinness da por hecho que Francisco de Goya trabajó allí como friegaplatos cuando era aprendiz de pintor y todavía no había ingresado en la corte del Rey.
El principal misterio de la continuidad del Botín es su horno original: sigue asando con leña de encina la exquisita carne de cochinillo y cordero. El horno no se ha apagado desde que comenzó a funcionar. Uno de los grandes amantes del cochinillo de la casa fue el escritor norteamericano Ernest Hemingway, que tuvo un vínculo muy especial con ésta y sus propietarios. El cariño por Botín se ve reflejado en varias de sus obras, mencionándolo en Muerte en la tarde y calificándolo como uno de los mejores restaurantes del mundo en Fiesta. De hecho, la última escena del libro tiene lugar en uno de los comedores de Botín.
Otros grandes novelistas estadounidenses como John Dos Passos o Francis Scott Fitzgerald, miembros de la Generación Perdida de los años veinte, hablaron de Botín en sus obras. El norteamericano James Albert Michener, cuyas obras han sido llevadas al cine en varias ocasiones, hace referencia a Botín en una de las páginas de su libro Iberia. Y otro autor británico, Frederick Forsyth, menciona Botín en su novela El manifiesto negro.
En España, el restaurante también sirvió de escenario de muchas novelas. Botín tiene el honor de aparecer en varias de las obras de Benito Pérez Galdós, como por ejemplo en Fortunata y Jacinta. Otro destacado de las letras españolas, Ramón Gómez de la Serna, carismático escritor madrileño nacido en 1888, era seguidor de las tertulias que allí se organizaban. También Arturo Barea, extremeño de nacimiento e inglés de adopción, dedica un espacio a Botín en la que es su obra cumbre: La forja de un rebelde.
Asimismo, Carlos Arniches menciona a Botín en el sainete lírico La Fiesta de San Antón, con música de Tomás López Torregrosa, estrenado en el Teatro Apolo de Madrid. También el político y periodista español Indalecio Prieto hace referencia a Botín en su libro Mi vida, escrito en 1965, ya en su exilio mexicano.