Soy una vecina de San Cristóbal que tuvo una mala experiencia en el Hospital Gregorio Marañón. Soy una señora mayor, con problemas en los pies, tengo trombosis, una fisura de cadera, cirugía en ambos pies, así que tengo días que puedo caminar y otros días que no.
Tenía una cita en el hospital, y como me veía bien no pedí la orden para una ambulancia a mi médico de cabecera. Una vez en el hospital me vi muy mal para regresar a casa, y pedí una ambulancia. Estuve un buen rato esperándola, pues supuestamente, después de hablar con un médico, me la iban a mandar. Veía ambulancias paradas delante del hospital, pero no hicieron nada… Tengo una pensión de minusválida muy pequeña, y el dinero me llega para vivir de un mes para otro. Para mí, comprar algo para comer en las horas de espera era un sacrificio grande, y más grande fue coger un taxi que me costó 30 euros para volver a casa… Por todo ello les escribo para quejarme por el trato recibido, rogándoles su publicación en el periódico, y desde ya les doy las gracias.
Teresa Cáceres