El domingo día 25 de septiembre a las 12:30 horas, en Plaza Mayor de Villaverde.


Se acabaron las vacaciones, y el estrés puede que vuelva a ti durante estos días… pero no te preocupes, porque aquí estamos para ayudarte con seis hábitos que te ayudarán a recargar tus pilas para lo nuevo.
¡Los buenos tiempos no se han terminado, solo se reinventan!

El calor del verano es el motivo perfecto para tener la necesidad de hidratarnos más. Al sudar, el cuerpo pierde líquido por los poros de la piel que ha de ser repuesto; para ello aumenta el mecanismo “llamada de atención”: la sensación de sed.
El problema aparece al acabar la temporada estival, cuando el calor no es tan evidente pero el cuerpo sigue eliminando líquido y necesitando su reposición.
Varios consejos para asegurar la hidratación correcta:
— Siempre cerca una botella de 1,5 L llena de agua o bien vasos para rellenar (unos 6).
— Aprovecha para tomar infusiones. Además de aportarte agua te brindarán todos sus beneficios.
— Frutas: consumo diario mínimo de 3 piezas. Hay que buscar ocasión para tomarlas: ensaladas, compotas, cocidas, zumos naturales…
— Sopas, cremas, purés: supone un aporte indirecto de agua. 3-4 veces por semana.
— Cuidado con las bebidas azucaradas: no dejan de ser líquidos, pero no vienen solos. Su abuso es una de las principales causas de sobrepeso en la actualidad.
— Cuidado también con el deporte y con las horas de máximo calor.
— Especial atención a niños pequeños y ancianos, ya que tienen alterada la percepción de sed y no sienten la necesidad de calmarla.
Agua, el oro transparente de la naturaleza, elemento esencial y componente mayoritario en el cuerpo humano (hasta un 60%)… ¡Dale la importancia que merece

Es una situación nada deseada pero muy posible hoy en día, pues vamos con nuestro móvil a todas partes, incluso a darnos un chapuzón o al cuarto de baño. Así que, llegado el caso en que nuestro aparato se haya mojado, vamos a ver lo que se debería y no se debería hacer.
Espero que estos consejos os puedan ayudar en una situación así, aunque deseo que no tengáis que aplicarlos.

La píldora anticonceptiva apareció como resultado de varios estudios que sugerían la utilización de hormonas para inhibir la ovulación con tal de evitar el embarazo. Desde su aparición, la píldora ha supuesto un gran cambio cultural y demográfico en la sociedad durante los últimos años: la mujer ha podido separar la reproducción de la sexualidad, y ha podido planificar su propia vida y adoptar un nuevo papel.
Los anticonceptivos orales son un método hormonal para evitar el embarazo, que se administran en forma de píldora. Su método de acción consiste en la liberación de hormonas que intervienen en los ciclos menstruales de la mujer (estrógenos y progestágenos), que inhiben la ovulación evitando así la posibilidad de un embarazo.
Es un método contraceptivo bastante seguro: actualmente se estima que la efectividad de esta píldora es superior al 99%, aunque requiere constancia y evitar los olvidos. Entre los beneficios que aporta este método podemos comentar por ejemplo que, además de tener una gran eficacia, regula los ciclos y mejora los dolores menstruales, no interfiere en las relaciones sexuales y además se estima que disminuye el riesgo para el cáncer de ovario.
Sin embargo, como cualquier otro fármaco, los anticonceptivos orales pueden desencadenar efectos secundarios, tales como dolor de cabeza, náuseas y vómitos. También debido a que este tratamiento puede provocar problemas circulatorios en algunas mujeres, no todas ellas pueden tomarlo: mujeres hipertensas, con enfermedad cardiaca o con alteraciones circulatorias. También pueden interaccionar con otros fármacos que la mujer esté tomando, y por ello debe consultar primero a su médico.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es que este método no previene de las enfermedades de transmisión sexual, por lo que en caso de mantener relaciones sexuales, especialmente cuando se trata de una pareja no conocida, se recomienda usar los métodos de barrera que eviten el contagio de infecciones (preservativo).
En cualquier caso, la toma de la píldora es un método anticonceptivo de elección para evitar embarazos no deseados, pero debe ser recomendado por su médico, quien le aconsejará la mejor opción posible en función de su situación personal, teniendo en cuenta distintos factores a discriminar para elegir otro método más adecuado cuando sea necesario.