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LOCURAS 

Esa mañana Dios jugaba al golf con el Sol lanzándolo de una nube a otra o escondiéndolo durante un buen rato entre edificios grises y yo, ¡pobre de mí!, acababa de tener una de esas ideas que de vez en cuando se me ocurren. ¡Claro! Estaba totalmente cuerdo. Ni corto ni perezoso me encaminé hacia la mercería, la única mercería, enfrente de la Galería Comercial de La Ciudad de los Ángeles y entré con paso decidido, aunque después, cuando ya estaba dentro, me asaltaron las dudasEl mercero, muy educado, de manos refinadas, altísimo y calvo del todo me preguntó solícito qué deseaba, yo, muy dubitativo, le inquirí por el paradero de la pequeña tiendecita de costuras y bordados que ahora estaba cerrada con un cartelito en la puerta indicando su nueva dirección; él salió amablemente conmigo a la calle para indicarme el nuevo lugar de la tienda, entre la huevería y el taller de persianas. Le di las gracias muy efusivamente y me comprometí a mí mismo a comprarle, y en breve, algo. Efectivamente, la tiendecita, mucho más pequeña que la anterior, estaba justo en el sitio donde me había indicado; una mujer de cuarenta y pocos años, guapa y con acento argentino, me sonrió al verme y su sonrisa me dejó atrapado en el mar de líos y confusiones en el que me estaba metiendo; ¡menudo jolgorio interior tenía en la garganta!, estaba tan azorado que no acertaba a pedir lo que quería; la guapa argentina me ayudó muchísimo, se puede decir que casi hablaba por mí y poco a poco me fue sacando las palabras de dentro con mucho tacto y una sonrisa cada vez más amplia. 

No me dijo sin dejar de sonreír ante lo inusual de la petición y de que fuera un hombre quien la hiciera—, es imposible lo que me pide me decía musicalizando sus palabras, con el son de un suave tango, para hacer lo que quiere necesitaría una máquina especial que vale más de 6.000 €, y no la tengo ni la puedo tener como puede ver.  

Mientras hablaba hacía lo que podía para no rozar mi cuerpo, pues la tiendecilla es tan minúscula que apenas cabíamos los dos; yo empecé a cansarme de estar casi de puntillas para poder meter los pies dentro de aquel cuartucho; sin embargo, está tan abarrotado de telas y encajes, y huele tan bien a ropa limpia, que me resultaba acogedor y me daban ganas de quedarme y darme un revolcón yo solo con las telas. 

Pero continuó la argentina con una mueca feliz y cierto tonillo divertido, pero respetuoso, hay un sitio, más allá de la vía muerta del tren, pasando los polígonos de empresas, en Villaverde Alto, enfrente del INSS; es una tienda mucho más grande, su dueña es una señora muy amable y dispone de ese tipo de máquina que usted necesita. ¿Se lo repito? Me dijo al verme tan embobado y confuso, pero fui yo mismo el que repitió sus indicaciones y, al salir, se despidió efusivamente de mí, sólo le faltó darme un beso en la cara por el buen rato que le había hecho pasar. 

Me dirigí hacia allí con paso aturdido y hablando solo con mis pensamientos; nunca pensé que esto iba a resultar tan complicado. La vida tiene estas cosas, tienes una idea luminosa y ¡zas!, te plantan un flash de 1.500 voltios frente a tu cara. Para colmo, el sol estaba desaparecido y el campo de golf con algún montículo nuboso que antes era el cielo, se había convertido en una turba de amenazantes formas grisáceas con mechas negras, muy cercanas a la tierra. Goteaba y no eran gotas menudas, era como si las pelotas de golf se estuvieran cayendono todas juntas, sino poco a poco. Conseguí llegar a la parada sin apenas mojarme, casi toda el agua se la quedó la gorra y alguna salpicadura el tabardo gris pálido. Estuve haciendo regates con los pies para sortear el frío hasta que por fin llegó eautobús y me dejó en la parada más cercana a donde yo pensaba que podía estar la tienda, si es que la argentina me había indicado bien; y sí, lo había hecho, estaba exactamente en ese lugar. 

El escaparate ya me dio escalofríos, en mi vida había visto uno más vacío, sólo se veían las cabezas de tres o cuatro máquinas de coser y, detrás del cristal y el mostrador de madera, una estatua de mujer. Llamé a la puerta con los nudillos, porque no vi el timbre por ningún lado y la estatua se movió. Puedo prometer que el ama de llaves de Rebeca de Hitchcock parecía más simpáticaMe puse a explicarle el motivo de mi visita y lo que quería y cómo lo quería; se me atoraban las piernas, se me resecaba la lengua y ni yo mismo entendí una palabra de lo que dijeLógicamente, un encargo de ese tipo y de un hombre… Yo me desvivía gesticulando con las manos, mientras ella seguía mi cháchara como si fuera la música de un acordeón; por fin levantó la mano y secó mi torrente de voz; durante unos segundos el silencio aleteó y rebotó en las paredes de la tienda vacía, donde solo cuatro telas de colores se encontraban perdidas en un estante solitarioDe pronto empezó a hablar atropelladamente rápido y yo le dije que sí a todo para no parecer tonto; tuvo que repetirme tres veces lo mismo hasta que, por fin, sacando de mis pensamientos los árboles, la charca, las vías del tren y la línea del horizonte, por no hablar de los lobos, pude entender sus últimas palabras, que eran las que me repetía con más frecuencia. 

¿Me oye usted?¿me oye?; ¡la tela!, ¡la tela!¡tiene usted que traer la tela! 

Su voz chillona rebotaba en mi cabeza y la anonadabapero me di cuenta de que también ella me indicaba otro sitio, otra dirección a la que podía ir andando desde allí, para luego volver a verla y volver a hablar de lo acordado, aunque yo no recordabningún acuerdo. 

Al salir sentía mi cuerpo muy pesado, no conseguía quitarme de encima tantas palabras con tantas indicacionesasí que andaba más despacito que de costumbre; el paisaje de cemento sacaba a relucir mis pensamientos más negativos, yo lo achacaba a las nubes grises y negras, que estaban demasiado bajas, tanto que casi podía tocarlas; la atmósfera era irrespirable y me costaba creer que algo tan simple se hubiera convertido en un laberinto lleno de trampas. ¡Santa María!,- me dije -, y me fui doblando la esquina, caminito de la plaza, la única plaza, menos mal, no había pérdida.

La plaza era pequeña, pero estaba llena de tiendas; opté por preguntar al kioskero que tenía justo enfrente de ; él primero me miró sorprendido y luego me mandó justo detrás de él señalando con la palma de la mano abierta. Y yo: —Hala Filipo, tira palante—, y veinte pasitos después, estaba dentro de la tienda. Dentro, media docena de mujeres en espera de ser atendidas me miraban como a un bicho raro, como a un pez fuera de la pecera; yo más que incomodo, estaba cansado, jamás pensé que una cosa tan nimia me diera tantos problemas. 

¡Señor, señor, dígame que quiere! repetía de forma insistente la dueña. 

Una joven morena, acompañada de una amiga que movía los pies al son de sus cascos blancos, me zarandeó cariñosamente el brazo sonriendoAsí consiguió sacarme a Alda de mis pensamientos, aunque, más que en Alda, pensaba en mi silloncito solitario, enfrentado a la televisión oscura, al lado de la puerta acristalada de la terraza y ¡ay amigo!, en ponerme una buena película cuando volviera. 

Atolondradamente le expliqué por qué había ido a parar allí y lo que necesitaba; detrás de mí pude r algunas risas, pero no eran maliciosas, eran risas frescas, sanas y hasta me resultaron agradables, porque si yo consigo, aunque sea de forma indirecta, que alguien olvide sus problemas, sus malos rollos, bien puedo encajar unas risas y lo que venga. Me dieron ganas de volverme y decir muy educadamente: Señoras, señoritas, por favor, lo hago para dar a alguien una sorpresa. 

Al salir, una ráfaga de viento caliente cargada de nubes aguadas a punto de descargar me envolvió en la tela blanca y por un momento me hizo parecer Peter OToole en el cartel de cine de Lawrence de Arabia. En la tienda, por llamarla de alguna manera, la señora ya me esperaba; otra vez toda la retahíla y más monsergas y más pegas y más puñetas, pero esta vez yo no pensaba ni en silloncito ni en las películas clásicas, no pensaba en nada que no fuera acabar con aquel embrollo de una vez. Le dije exactamente cómo lo quería y fui inflexibleno me apeé ni una coma ni mis pies se movieron un centímetro siquiera; tampoco me temblaban las manos; solo pensaba en una bebida fresca, sentarme en mi sillón y vivir ese momento irrepetible que sucede en la pantalla: el comienzo de una “peli” de verdad. La señora comprendió y me soltó otro montón de palabras huecas, que , que trataría de hacerlo a mi gusto, que si patatín, que si patatán. 

Cuando salí por la puerta ella seguía hablando sola. Las malditas nubes negras bajas me seguían o me amparaban, vaya usted a saber; yo, renegando por tanta historia y porque el bus iba a reventar, como siempre, llegué hasta la puerta de mi casa murmurando: —Y todo este desatino, por un pequeño regalo musité despacio. 

Me dejé caer como un fardo amable en mi sillón de ver películas y me puse a pensar en lo que finalmente habíamos acordado la señora de la tienda y yo; dentro de unos días me llamaría para decirme cuándo podía pasar a recoger el encargo. Y después de haber pensado todo eso yo solito, con un poco de esfuerzo me levanté, me detuve, tanteé con ambas manos mi espalda hasta donde pude llegar y exclamé¡Dios!- y me tumbe de nuevo. 

Y cuando ya creía que todo había terminado, ¡caigo en la cuenta de que no tengo el pequeño detallito! Así que a las 9,30 de la mañana, me encaminé hacia la tienda que pensaba yo que estaría abierta; me seguía un tropel de nubes grises a baja altura con una especie de bailoteo grotesco con el viento. ¡zas!, la tienda cerrada, pues nada, me encamino a otra tienda en la Galería Comercial. Nada más empezar yo a hablar, a la encargada ya le brillan divertidos los ojillos.  

No, de eso que me pide no tengo nada, lo más parecido es lo que suelen utilizar las modistas para hacer “vivos”. Un poco azorado y para no presumir de ignorancia le pido un metro de ¡vivo!

Y salgo de la tienda y de la gran sonrisa de la señora mascullando entre dientes: —¿Pero qué leches es vivo? 

Todo me afectaba ya, ni sentía la áspera brisa empalagosamente contaminada. Apartaba el aire a manotazos, para destruir mi enfado antes de llegar a casa. Y pensar que me había metido en todo este lío por una pequeñez, como querer que me hicieran una frase bordada sobre un trozo de tela blanca: 

Mido las horas por lo largo que me queda el cordón de mi zapato. 

Por Felipe Iglesias Serrano 

El libro te hace libre

Celebrar con más intensidad que nunca el DÍA DEL LIBRO este año es una necesidad y un ejercicio de cordura y sensibilidad.

En este global y vital confinamiento los libros nos demuestran su eterna solidaridad y fidelidad pese a que muchos de ellos han permanecido aletargados demasiado tiempo en estanterías e incluso, en cajas de cartón arrinconadas en muebles o trasteros.

Los libros, tan escasos, necesarios y deseados en los tiempos de aprendizaje de nuestros padres y abuelos y que nosotros llegamos a coleccionar y a leer en cada pausa de los estudios o el trabajo, quedaron como «piezas de museo» en algunos lugares al llegar la tecnología.

Pese a ello han conseguido salir ilesos de todos los desastres, tanto naturales como sociales y económicos. Algunos, demasiados, se quedaron en el camino en las injustas piras del odio de las guerras; condenados durante la Inquisición por supuesto contenidos herejes o ahogados en los grandes naufragios.

Alguien ha escrito que «La libertad es una Librería»… ¡Librerías!vientres fecundos de sabiduría, arte y entretenimiento. En los últimos años han bajado sus ventas y no pocas, con dolor, igual que se cierra un libro maravilloso acabado de leer, han echado el cierre. Las Librerías, aun así, permanecen arriando sus velas en un mar tempestuoso que las amenaza sin tregua con naufragar.

¡Las Bibliotecas, templos de las palabras, oráculos sagrados! continúan albergando verdaderos tesoros del saber; también ellas han ido adaptándose a la «era digital»; en sus mesas hay más ordenadores que libros de consulta pero su espíritu, inmenso y cultivado, permanece en cada metro cuadrado de su arquitectura y en cada ejemplar que las habita. En ellas hay verdaderos tesoros de papel.

Los escritores, hombres y mujeres, veteranos y noveles, continúan regalándonos historias, descubrimientos, poemas, teatro, cuentos, relatos y toda la variedad de formas de vida de las palabras. Ellos no se rinden porque su don es transcendental, mágico y nos acerca más a la ansiada Libertad.

… En estos días extraños, de este año, ya también extraño, el Libro, ese ser vivo (yo lo afirmo y lo creo) ha sido rescatado, recordado y está siendo leído, releído, incluso descubierto y desempolvado. Se ha vuelto a convertir en el entretenimiento que abre las puertas y ventanas que ahora son nuestros limites, para que nuestra imaginación despliegue sus alas indestructibles y surque la inmensidad del Universo. ¿Quién no ha escuchado la expresión: «EL LIBRO TE HACE LIBRE»?

Los hogares fomentan «talleres de lectura» que congregan a mayores y pequeños para acortar las horas que parecen pasar ante nosotros con lentitud de tortuga o caracol. Libros para aprender, conocer, colorear, soñar, imaginar, llorar, reír, pensar, amar, jugar, VIVIR. Libros con alma, con emociones, siempre amigos.

El Día del Libro del año 2020 estará siempre en nuestro recuerdo y aunque los libros no salgan a las calles para invadir de vida las aceras y las librerías permanezcan cerradas en un acto de generosidad y necesidad cívica por todos y para todos, diremos al mundo «¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!»: en casa, a los familiares y amigos; por teléfono, a través de las redes sociales y los medios de comunicación; en los «balcones y ventanas»  de los aplausos de las ocho para todos nuestros protectores a quienes deberíamos regalar un precioso libro de 1.000 páginas (por lo menos) con las palabras: MUCHAS GRACIAS escritas con mayúsculas.

«Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar …» como canta Serrat. A su lado, su fiel escudero Sancho Panza guarda sus dos metros de distancia de seguridad y continúan su viaje, como nosotros, llenos de Esperanza.

Por Pilar

El banco de alimentos lanza una operación kilo especial Covid19

El banco de alimentos lanza una operación kilo especial Covid 19 para no romper stock en sus almacenes y hace un llamamiento a ciudadanos e instituciones para fomentar  las donaciones de alimentos on-line.

A pesar de las constantes e importantes donaciones de alimentos que se están recibiendo de empresas, instituciones y particulares, se ha producido un gran aumento de la demanda de ayuda – en torno a un 30% – que hace que estas donaciones no sean suficientes para asegurar el suministro. Las entradas de alimentos son menores que las salidas y seguimos corriendo el riesgo de que nuestros almacenes se vacíen.

El Covid19, además de una crisis sanitaria, ha traído consigo una crisis económica que afecta a las personas más vulnerables de nuestra Comunidad. A las 350.000 personas que estaban ya en pobreza severa hay que añadir un nuevo grupo de personas que ahora también necesitan recibir ayuda alimentaria urgente. En total se han recibido más de 45.000 nuevas peticiones.

Esta es la situación a día de hoy:

• De atender a 145.000 personas en el mes de febrero, ahora suministramos alimentos a 190.000.

• Las entidades benéficas están, en muchos casos, al doble de su capacidad.
• Se han habilitado 37 entidades cabeceras para dar fluidez al proceso de distribución de los alimentos.
• Se han dado de alta a 16 nuevas Entidades Benéficas.
• Hay 40 Entidades Benéficas esperando a que podamos colaborar con ellas.
Por ello se pone en marcha, del 22 de abril y hasta el 6 de mayo, la Operación Kilo Covid19 en la que se va a solicitar de forma masiva la donación on-line de alimentos que nos permitan garantizar el suministro de los tres próximos meses.
El objetivo: recoger 1.000.000 de kg de alimentos no perecederos básicos, de despensa.
Las donaciones se realizan a través de la web del Banco de Alimentos: www.bamadrid.org

Carlos Chamorro Durán, profesor del CEIP Cristóbal Colón coordina un programa en RTVE

Un profesor madrileño coordina y participa en la preparación de las actividades “Nos Movemos” de RTVE.

Grandes docentes referentes en el área de Educación Física a nivel nacional han preparado y diseñado una serie de actividades de un nuevo espacio de televisión que se emitirá todos los días llamado “Nos Movemos”, en los canales de televisión de Radio Televisión Española como son Clan TV, La 2 y Teledeporte.

Entre estos docentes se encuentra Carlos Chamorro Durán, profesor de Educación Física del CEIP Cristóbal Colón, de Villaverde Alto (MADRID) que ha participado en el grupo de trabajo que ha elaborado propuestas lúdicas para fomentar la práctica de actividad física en los más pequeños de la casa, basadas en la superación de diferentes retos.

Este programa se emitirá todos los días, a partir del lunes 20 de abril de 2020, en dos fracciones horarias como son de 9:50 h a 10:00 h y de 10:50 h a 11:00 h.

Un espacio diario dentro del programa ‘Aprendemos en Casa’, que realiza RTVE en colaboración con el Ministerio de Educación, en la que estrellas del deporte mostrarán a los más pequeños rutinas divertidas y lúdicas que implican movimiento y que ayudan a pasar activamente esta temporada en la que estamos en casa, sirviendo como Descansos Activos que permiten mover el cuerpo de los alumnos que llevan una hora delante de la televisión aprendiendo la lección o para aquellos que se van a sentar para recibir la suya.

Una sección de diez minutos de ejercicios motrices, a la que se han sumado deportistas de alto nivel como Ricky Rubio (baloncesto) Sandra Sánchez (karate), Laura Ester (waterpolo), Blanca Manchón (vela), Juanín García (balonmano) y Sara Saldaña (natación artística), entre otros.

Ha sido un gran trabajo el que ha tenido que realizar este grupo de docentes de Educación Física, elaborando un dossier de actividades programadas, secuencias y ajustadas a las realidades familiares, espacios y materiales de los que se puede disponer en casa, además de contar con el hándicap del tiempo y con el de hacer las grabaciones explicativas a distancia.

El grupo de profesionales de la Educación Física, coordinado por Carlos Chamorro Durán, ha estado compuesto por: Emi Ceacero, Carlos Mínguez, Miguel Ángel Azorín, Noemí Gil, Jorge Higuera, Jesús López, Josune Rodríguez, Maite García, Ernesto Bautista Santurino, Jordi Alfaro, Juan del Valle, Jorge Manzano, Cristina Ortega, Sonia Herrero, Olga Colell, Sonia Cruz, Mónica Chanzá, Gustavo Lorente, Adal Sempere, Marta Arévalo, Ana Hernández, María José Álvarez, Elena Bauluz, Tristán González, David Navarro, Conchi Hidalgo y Diego Alberto Moya.

-Y no hay que olvidar que la actividad física tiene excelentes beneficios a nivel corporal y mental. Ahora nos movemos en casa pero pronto volveremos a jugar en la calle.-

Gente de Villaverde y Amifivi organizan el Día del Libro

Como todos los años el Día del Libro deja en Villaverde varias acciones desde diferentes asociaciones y entidades. Este año va a ser un poco diferente, ya que todas las acciones van a ser «digitales», pero diferentes.

Desde Amifivi y Gente de Villaverde han pedido que les envíen una foto de un fragmento o la misma portada de un libro favorito, para poder compartirlo entre todos los vecinos.

Manda tu foto a gentedevillaverde@hotmail.com o amifivi@gmail.com y la publicarán en sus redes.

¡Ánimo a todos!

¡Digitalízate! una iniciativa para formar a las familias

¡Digitalízate! es un programa gratuito que nace con el objetivo de ayudar a las familias con menos recursos a iniciarse en el mundo digital en plena crisis del coronavirus.

 

Las carencias del sistema y la falta de preparación digital de la sociedad para dar el salto a la teleformación, han quedado patentes en la situación actual. Aprender a utilizar de una manera eficaz las aplicaciones digitales básicas más relevantes evitaría, en gran parte, la brecha educativa que se está produciendo.

Este curso está destinado a ayudar a las familias con menos recursos a iniciarse en el mundo digital y a adquirir las competencias básicas para manejarse en la red y apoyar a sus hijos con su educación a distancia.

El Curso Intensivo: “Digitalízate” tiene como objetivo enseñar a buscar por internet, a utilizar el correo electrónico, a compartir archivos, a usar los calendarios y agendas, a hacer videollamadas, a utilizar Whatsapp, a comprar productos de primera necesidad y ocio a través de Internet y a saber manejar la información de las redes sociales para tener un criterio ante las fake news.

Objetivos

  • Aprender a buscar por internet
  • Saber utilizar el correo electrónico
  • Aprender a compartir archivos y documentos
  • Calendarizar tareas y usar la agenda
  • Usar herramientas para videollamadas
  • Saber como funciona la red para compras por internet
  • Concoer herramientas para manejar la información de las redes sociales

Temario

  1. Introducción al entorno 2.0 
  2. Gmail: uso y funcionalidad
  3. Drive: uso de la nube
  4. Calendar: planifica tu calendario
  5. Skype: contactar a través de videoconferencia
  6. WhatsApp: mensajería instantánea
  7. Blogs y Wikis 
  8. Comprar productos de primera necesidad y ocio a través de Internet

 

¿A quién va dirigido?

  • Familias que necesiten aprender sobre herramientas digitales básicas
  • Todo aquel que necesite iniciarse en internet y en el manejo de sus herramientas
  • Profesores o personal académico que quiera aprender sobre estas herramientas

Fuente: iebschool.com

Solo el pueblo salva al pueblo

Comunicado de la Red de Recursos Vecinales de Villaverde Alto

La pandemia del COVID-19 no solo ha creado una emergencia sanitaria, también una social. Ha agravado una situación que ya era crítica debido al abandono de los barrios periféricos y a las desigualdades sociales existentes en la sociedad, especialmente en distritos como Villaverde, donde se encuentra una de las tasas de pobreza y vulnerabilidad más altas de la ciudad.

En consecuencia, distintos colectivos sociales y vecinales, junto a muchas personas que se han adherido a nivel personal, hemos creado la Red de Apoyo Vecinal de Villaverde Alto y Ciudad de los Ángeles para intentar buscar soluciones a las necesidades básicas de muchas familias que, por la situación de confinamiento, no pueden salir o que, en la inmensa mayoría de los casos, han visto mermados o suprimidos totalmente sus ingresos ante la ausencia y la inoperancia del Ayuntamiento de Madrid y, en concreto, de la Junta Municipal de Villaverde.

Hemos conseguido en las últimas semanas poner en marcha distintas actividades a través de diferentes huchas formadas por las donaciones de las vecinas y vecinos.

En primer lugar, una hucha especial, que ha atendido en la compra de medicamentos y termómetros en colaboración con dos farmacias de Villaverde Alto.

En segundo lugar, dos huchas, una en Ciudad de los Ángeles y otra en Villaverde Alto que, junto con la frutería y la pescadería de la calle Oxígeno, nos ha servido para dar alimentos y otras cosas básicas como bombonas de butano un importante número de familias del barrio, la mayoría de ellas con menores en su seno e, incluso, con bebes menores de 2 años, teniendo 5 días el atendido más joven.

Otras asociaciones como Raíces de Ecuador también han dado su apoyo a la Red con una donación pan y 300 kilos de caballa.

A raíz de ver la acuciante necesidad de alimentos de la población, contactamos con el chef José Andrés y su ONG World Central Kitchen, a través de los cuales hemos dado comida a más de 420 personas mientras seguimos viendo como el número de demandas aumenta.

Sin embargo, lo que empezó como una iniciativa solidaria de barrio nos está desbordando. La situación de pobreza y exclusión social en Villaverde con la crisis del coronavirus se ha disparado. Muchas familias que se sostenían con sueldos de empleos de cuidados, limpieza o venta ambulante ven ahora sus ingresos reducidos a cero.

La mayoría de estas familias intentan ponerse en contacto con Servicios Sociales mediante el número cotidiano de Villaverde o mediante el 010 y se encuentran con que o no hay respuesta o, en caso de que la haya, tarda en llegar una ayuda real. Incluso, se han llegado a dar derivaciones desde la propia administración a nuestros teléfonos de la Red, lo cual entendemos que se hace desde la buena intención, puesto que las propias trabajadoras se dan cuenta de la necesidad existente.

Por las razones ya expuestas, pedimos al Ayuntamiento de Madrid y a la Junta Municipal del distrito de Villaverde que destinen una mayor cantidad de capital y recursos humanos a la emergencia social que tan claramente se está demandando en el barrio. Que asuman sus responsabilidades y puedan colaborar y apoyar el trabajo que se está realizando desde de las redes vecinales que no es otro que el que debería realizar la misma administración local.

Por último, reclamamos que se abra el edificio Mares, puesto que fue construido con dinero de la ciudadanía, está situado en un lugar estratégico y provisto de cámaras frigoríficas y almaceneros que podrían y deberían estar al servicio de quién lo necesite.

En tiempos de crisis la ciudadanía solidaria es el único colchón que permite evitar el abismo social y, a su vez, la que pone al descubierto las insuficientes o inexistentes políticas sociales de las administraciones públicas en estos tiempos.

Red de Recursos Vecinales Villaverde Alto

Un Día del Libro diferente en Villaverde Bajo

Desde Villaverde Bajo no quieren dejar de celebrar el Día del Libro este año, por ello,  animan a que te unas a la actividad que proponen, grabando un audio o vídeo corto leyendo un fragmento de un libro o texto que te guste.

El 23 de Abril subirán a las redes sociales de la Asociación Vecinal La Unidad de Villaverde Este y del Servicio de Dinamización Vecinal Rosales este recital colaborativo.

Si quieres participar te adjuntamos las bases para realizar tu grabación, y en el caso de que tengas alguna duda ponte en contacto con ellos por correo al:(dinamizacion.rosales@aavvmadrid.org) o por teléfono 684432705.

Fuente: A.V. La Unidad de Villaverde Este

 

Mayores y familias en situación de vulnerabilidad reciben las principales ayudas en Villaverde

La concejala del distrito, Concha Chapa, ha explicado las actuaciones de la junta durante el estado de alarma generado por la COVID-19 

La Junta Municipal de Villaverde ha retomado su actividad política paralizada por la crisis del coronavirus desde hace un mes. Así, se ha celebrado un encuentro telemático en el que la concejala de Villaverde, Concha Chapa, ha explicado a los portavoces de los grupos del distrito todas las acciones llevadas a cabo por la junta municipal en las últimas semanas para hacer frente a la situación excepcional generada por la COVID-19.  

Durante el encuentro se han tratado cuestiones de interés en diferentes materias, aunque poniendo el foco principalmente en la capacidad de los servicios sociales municipales para atender el incremento de la demanda urgente de colectivos más afectados desde el decreto del estado de alarma, como mayores y personas y familias en riesgo de vulnerabilidad. A este respecto, Concha Chapa, ha destacado el esfuerzo realizado desde el Departamento de Servicios Sociales de la junta, “que no ha dejado de trabajar en favor tanto de las personas vulnerables ya detectadas con anterioridad como de los casos que  surgido como consecuencia de la COVID-19”.  

Comida a domicilio y refuerzo de la ayuda asistencial  

Así, tras una comunicación telefónica a los 17.000 socios de los centros municipales de mayores para conocer su situación, se ha establecido un servicio de comida a domicilio que se ha hecho extensivo al resto de población mayor de 65 años censada por los servicios sociales e identificada por redes vecinales para que los que así lo quieran se beneficien también de la ayuda. Asimismo, se ha asegurado el mantenimiento de la actividad asistencial a personas mayores y dependientes e incrementado la atención telefónica por cuestiones relacionadas con resignación de recursos, ingresos hospitalarios, supervisión de medidas de seguridad, apoyo afectivo y acompañamiento emocional, entre otras.  

Además, la junta municipal ha puesto en marcha un contrato de emergencia para proporcionar manutención a los colectivos más afectados por la pandemia. Dicho servicio consiste en la elaboración y envío de 600 menús diarios, destinados a 182 familias, menores y personas en riesgo de exclusión social como consecuencia de las medidas extraordinarias adoptadas para la contención del coronavirus. La facturación mensual de este servicio asciende a 98.000 euros, importe procedente de la partida presupuestaria dedicada a actividades culturales en el distrito. En estos momentos todos los recursos económicos del distrito están orientados a los servicios sociales.   

Además de este contrato de emergencias, en materia asistencial, el distrito cuenta con el apoyo del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social y colabora con entidades externas y con la red de voluntariado que distribuye las donaciones de alimentos que recibe el Ayuntamiento de Madrid. Con estas ayudas se presta un servicio diario a cerca de 1.000 personas.  

Otras líneas de actuación 

Durante el encuentro con los portavoces, la concejala de Villaverde ha informado sobre otros ámbitos de actuación como el mantenimiento de los contratos con las empresas adjudicatarias en la gestión de las cuatro escuelas infantiles municipales del distrito, El Rocío, Los Pinos, La Luna y el Mamut. Estos centros continúan con su actividad educativa de forma online, con la suspensión de los servicios presenciales de comedor y horario ampliado.  

En lo que respecta a actuaciones de obras y equipamientos, con la finalización del permiso retribuido recuperable, continúan los contratos de obras existentes y se está intentado agilizar al máximo su terminación.   

Asimismo, Chapa ha querido agradecer la labor que está realizando el tejido asociativo vecinal para concienciar a la ciudadanía de la importancia de respetar y cumplir las medidas establecidas por las instituciones públicas y por el trabajo que está llevando a cabo para ayudar a los vecinos más vulnerables.  

La actual situación de emergencia ha incidido de manera negativa en el empleo y la economía familiar, lo que a su vez ha generado el incremento del número de vecinos de Villaverde en riesgo de exclusión económica y social. Para hacer frente a esta situación, además de valorar la posibilidad de suscribir nuevos contratos de emergencia, la junta municipal está estudiando otras opciones, como el uso de la cocina industrial situada en un equipamiento municipal en la calle Alberto Palacios para convertirla en punto de realización y distribución de comida.  

Durante el encuentro, la concejala ha transmitido a los portavoces que “la misión de todos es debatir de forma informada y objetiva sobre la situación del distrito y de nuestros vecinos”. Del mismo modo ha destacado la importancia de trabajar conjuntamente para dar solución a sus problemas actuales. 

Fuente: Junta Villaverde

Alcoholismo en tiempos de confinamiento

«La soledad no ayuda al alcohólico». Lo saben bien los que han sido adictos al alcohol y que ahora, a causa del coronavirus, se ven obligados a permanecer en casa, algunos de ellos, sin más compañía que su fuerza de voluntad para vencer la tentación de volver a caer en el pozo.

A ellos, los expertos les aconsejan que no confundan confinamiento con aislamiento, que huyan de la soledad y echen mano de las redes sociales, que pueden ser su «salvavidas».

En el mundo virtual van a encontrar «compañeros de batalla», gente que les haga compañía, hable con ellos, les escuche y aconseje, señala a Efe Francisco Pascual, presidente de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicomanías (Socidrogalcohol).

Este médico advierte de que «la soledad no es buena» para el adicto y considera que el confinamiento es más peligroso para los que se acaban de iniciar en la abstinencia.

«Lo pueden pasar mal», reconoce el doctor Pascual, aunque también cree que podría ser un buen momento para intentarlo.

Desde Socidrogalcohol, de la que forman parte profesionales de diferentes ámbitos académicos, están difundiendo vídeos a través de facebook, en los que dan consejos para prevenir recaídas, que están recibiendo «una gran cantidad de visitas».

«Nos hemos adelantado a las llamadas y la gente está muy pendiente de los consejos que les damos, de saber que estamos ahí, que no están solos en su lucha», precisa.

Otro de los aspectos que preocupa a los profesionales es el riesgo que el confinamiento puede entrañar para las personas con síndrome de abstinencia.

«Siempre hablamos del mono de la heroína o de los opiáceos, pero no es mortal. En cambio, un 5 por ciento, aproximadamente, de las personas que sufren el cuadro más grave del alcoholismo, ‘delirium tremens’, puede fallecer», advierte.

Todas las unidades de Socidrogalcohol están haciendo un seguimiento telefónico de los pacientes en tratamiento, a través de llamadas de médicos, enfermeras y psicólogos cada dos o tres días, y han puesto a su disposición una línea abierta para que llamen en cualquier momento.

Si tienen una crisis, los profesionales les dan una serie de pautas psicológicas, y si hay que ajustarles la medicación lo hacen «online» a través de la receta electrónica.

El objetivo es que «pasen el confinamiento lo mejor posible porque es una tentación. Estamos haciendo de padres entre comillas», apunta Pascual.

Los expertos destacan también la importancia del apoyo familiar y advierten del incremento de las discusiones o de los divorcios, sobre todo, entre los que han empezado hace poco a disminuir el consumo.

También en la red sanitaria pública se lleva a cabo un apoyo psicoterapéutico individual «online» y algunas asociaciones están haciendo psicoterapia de grupo virtual.

Es el caso de Alcohólicos Anónimos, que han sustituido las reuniones presenciales por chats de WhatsApp, videollamadas o encuentros a través de skype, zoom, etcétera.

La declaración del estado de alarma obligó a cerrar los casi 600 grupos que funcionan en el país y sus participantes tuvieron que enfrentarse a una situación nueva, extraña, «en la que te vienen las emociones», confiesa a Efe Ángel, que lleva nueve años en alcohólicos anónimos, los mismos que no bebe.

Reconoce que por su edad -ha cumplido 66 años en confinamiento- era reticente a las nuevas tecnologías, pero «hemos hecho de la necesidad, virtud, y es maravilloso estar en contacto con los compañeros, porque si a diario tenemos dificultades, en estas circunstancias más».

Se ha creado, incluso, un «grupo universal» a través de skype, que ha llegado a tener hasta 70 participantes, entre ellos, personas de sudamérica o españoles que viven en diferentes países.

En alcohólicos anónimos -explica- «nos recuperamos en la parte emocional. A mí me llevaba a beber el encontrarme mal, la conmiseración; estos días hacen que te vengan esos sentimientos y eso te puede llevar a beber. Si no comparto, estoy más cerca de la copa».

Ángel vive con su mujer, auxiliar de enfermería, y su hija, farmacéutica; las dos trabajan en hospitales. «Tienen mucha carga emocional y tú que estas cerca también. Sentirte mal y poderlo compartir es una maravilla», afirma.

Admite que el confinamiento «es fastidiado» y asegura que en los grupos «virtuales» ha escuchado a personas manifestar sus dificultades, algunos, incluso, reconocer que han estado a punto de caer. «A todos les decimos que antes de beber nos llamen».

María tiene 53 años y lleva más de 20 en Alcohólicos Anónimos, durante los cuales ha tenido una recaía. Sus hijos están independizados, por lo que pasa la cuarentena sola en casa.

Tiene muy claro que «la soledad es algo que, en general, el alcohólico lleva mal. No le ayuda» y por eso está supliendo la falta de reuniones presenciales con grupos de WhatsApp o de otras redes sociales.

«Estamos gestionando seguir con nuestra abstinencia lo mejor que podemos. Son momentos complicados», señala María, quien asegura que gracias a sus compañeros se siente «muy arropada» y se está manteniendo bien, aunque no es así para todos.

«En los grupos de WhatsApp se comenta que es más difícil mantener la abstención en aislamiento, pero hay mucho respeto y si alguien recae, se intuye, nunca se pregunta».

El consumo de bebidas alcohólicas forma parte de la cultura española y surge el interrogante de si el confinamiento puede aumentar el consumo de los bebedores sociales que han sustituido el bar por el salón de su casa.

El doctor Pascual no ve peligro, aunque sí cree que el consumo global de alcohol puede subir. «Es algo que tendremos que valorar cuando acabe el confinamiento, pero no creo que ese incremento repercuta en un consumo problemático del bebedor social».

De hecho, considera que el aumento de las ventas de bebidas alcohólicas en los supermercados es proporcional al descenso del consumo en bares y restaurantes.

Por Teresa Díaz

(fuente: eldiario.es)