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Salvemos la empatía

UNHCR-DAKhan

Este verano nos hemos visto abrumados por las perturbadoras imágenes que nos llegaban de Afganistán: aviones que despegan entre multitudes que, aterradas, ocupan las pistas de aterrizaje del aeropuerto de Kabul; madres desesperadas que entregan a sus bebés a los militares de Estados Unidos a los pies de un muro de hormigón; periodistas que a duras penas pueden informar desde las calles ocupadas por armados talibanes. ¿Quiénes de vosotros cambiasteis de canal o apagasteis la televisión?

Es en esos momentos cuando nos asaltan pensamientos escondidos bajo capas y capas de indiferencia, apatía, ignorancia. ¿Qué se yo de Afganistán? ¿Por qué debería preocuparme por un país que no conozco? ¿Por qué deberíamos acoger a refugiados que vienen de tan lejos y que no saben nada de nuestra lengua y nuestra cultura?

Vivimos nuestra vida de forma tan frenética, preocupándonos tan solo de nuestras circunstancias más próximas, que nos cuesta empatizar con las personas que viven fuera de ese círculo. Lo que debería ser una emoción innata del ser humano se convierte, poco a poco, en un trabajoso ejercicio de consciencia plena hacia la realidad del otro. Algo que debe ejercitarse, como un hábito para sentirnos en el deshumanizante entorno tecnológico en el que estamos inmersos.

Yo no conozco Afganistán, un país que escapa de ese espacio familiar que es para mí Oriente Próximo. Pero me duele Afganistán, como Siria o Líbano. Y es que todos tenemos lazos que nos unen a las tragedias ajenas, lo que ocurre es que no todos podemos verlas. Para empatizar hay que desprenderse del aislamiento, del miedo, ir hacia el fuego en vez de huir de él, unirse a los que intentan sofocarlo.

Los afganos, dicen los periodistas españoles que han estado acompañándolos durante sus travesías por Europa, han sido compañeros refugiados de los sirios estos últimos años. Se montaban juntos en los botes, se daban la mano para subirse en los trenes, compartían comida y tiendas de campaña. Y sin embargo, eran los sirios los que recibían la ayuda, aunque fuese escasa, de las autoridades europeas porque Siria por entonces estaba de moda mientras que nadie quería saber nada de Afganistán. Y ahora ocurre lo mismo, pero al contrario. Y es que la poca empatía que tenemos es además selectiva dependiendo de qué país salga en las portadas de los periódicos.

Por suerte, muchos periodistas que conservaban estrechas relaciones con traductores, fixers y ciudadanos afganos se han movilizado para sacarlos del país de forma segura. Entre ellos, el periodista Antonio Pampliega, que en su Twitter explicaba que era su forma de agradecer que, una vez, otros se movilizaron para liberarlo de su secuestro.

¿Cómo podemos sensibilizarnos ante esta nueva tragedia? Si lo que quieres es entender antes de actuar, hay un porrón de novelas sobre Afganistán. A lo mejor ya has oído hablar de Cometas en el cielo o Mil soles espléndidos, del escritor afgano Khaled Hosseini. O los ensayos de reputados periodistas españoles como Mònica Bernabé y su Afganistán: crónica de una ficción, a la que también puedes seguir en Twitter.

Investiga, después, qué cosas puedes hacer tú para ayudar. Hay varias organizaciones dedicadas a dar respuesta humanitaria a los refugiados o ayudar económicamente a Rukhsana Media, un medio de comunicación independiente formado por un grupo de reporteras afganas que dan voz a las historias de las mujeres de su país mientras se estrecha el cerco de los talibanes contra ellas. Salvemos nuestra empatía, que agoniza junto a esas otras tragedias que nos parecen tan lejanas. Perderla será nuestra íntima tragedia.

LAILA MUHARRAM

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Mi viejo amigo

Jávea_desde_el_Montgó

Ya a finales del verano, me encontraba caminando por las calles de Jávea, concretamente por el club náutico, cuando alguien me llamó por mi nombre. Me sorprendió semejante hecho, puesto que era la primera vez que pisaba aquel lugar. Me giré con prudencia y ante mí vi un rostro iluminado por una enorme sonrisa; no pude por menos que corresponder con otra de iguales proporciones y además acompañada de una sincera felicidad. Ante mí tenía a alguien que hacía dos décadas que no veía, pero a pesar de ello le reconocí de inmediato, al igual que él a mí.

—¡César, amigo mío! —Exclamé con estupor a la vez que le envolvía con un profundo abrazo.

Fue tan grande la amistad que tuvimos en su momento, que nos recordamos el uno al otro como si en lugar de veinte años hubieran pasado tan solo veinte minutos. Los dos estábamos de vacaciones y cada uno íbamos a realizar una actividad diferente cuando nos encontramos: yo iba camino del Montgó para intentar alcanzar su cima, y él se dirigía a realizar una inmersión cerca del cabo de San Antonio, de modo que nos citamos al día siguiente para charlar sobre nuestras vidas y contarnos peripecias que nos habían acaecido durante estos últimos años, amén por supuesto de rememorar viejos tiempos y pasar un buen rato con un amigo del alma.

César tuvo la brillante idea de que pasáramos el día en una embarcación. Él me dijo que se encargaría de todo, incluso de realizar un arroz negro en una cala poco transitada que conocía por la zona. Aunque me sorprendió su propuesta, puesto que nunca había sido muy dado al dispendio, acepté encantado: confiaba plenamente en él, posiblemente más que en nadie en esta tierra, tal era la veneración que sentía por mi amigo, a la vez que mentor en el Gran Oriente, la logia masónica a la que pertenecí durante muchos años y de la cual César llegó a ser Gran Maestre.

No pude coronar el Montgó porque la noche se me echó encima. Por la mañana había quedado con César a las nueve; a esa hora nos dirigimos hacia donde tenía amarrada la embarcación, concretamente un coqueto yate con bastantes metros de eslora. Nada más hacernos a la mar le comenté que pagaríamos a medias el alquiler, y me dijo que no era necesario, puesto que era suya en propiedad. Progresivamente nos fuimos alejando de la costa. A cada instante que pasaba iba descubriendo nuevos signos de opulencia en mi venerable amigo: en la muñeca portaba un Rolex de oro; pescamos con cañas guiadas electrónicamente y con geolocalizador, con las que sin apenas nociones de pesca pude hacerme con un atún de dimensiones considerables. Al barco no le faltaba de nada: estaba decorado de auténtico lujo. Me sentía en la gloria mientras mi amigo me detallaba sin ningún ánimo de ostentación las propiedades que poseía en Menorca, Andorra, San Sebastián, Niza o Mónaco. César siempre fue un anfitrión increíble; me explicó que desde que abandonó la masonería no había hecho ningún amigo de verdad, sin embargo había amasado una fortuna. Él abandonó la logia del Gran Oriente antes que yo, al considerar que había perdido tanto su pureza como sus valores espirituales. Yo tardé un par de años más en darme cuenta de aquello, y ostentando el grado de Compañero también abandoné la masonería. Salí como había entrado: “siendo un hombre libre y de buenas costumbres”, que son las dos únicas cualidades que se exige al entrar a formar parte de la logia. Le pregunté a César como había amasado tanta riqueza y sin tapujos me lo fue explicando: pertenecía a una organización ecológica especializada en cambio climático que se encargaba de blanquear dinero, repartir comisiones ilegales y entregar sobornos. Me comentó que aquel negocio era un verdadero maná: trataban directamente con entidades gubernamentales de diferentes Gobiernos, quienes metían la mano en la caja pública extrayendo miles de millones de euros sin tener que explicar a dónde iban y sin tener que mostrar resultado alguno: bastaba con comprar medios de comunicación que se encargaban de lobotomizar a la población asustándoles con desastres medioambientales apocalípticos.

DAVID MATEO CANO

Villaverde en la Edad Media

Alfonso VI
Alfonso VI conquista Toledo el 25 de mayo de 1085. DE UN BANCO DE LA PLAZA DE ESPAÑA (SEVILLA)

La población visigoda, una vez asentados definitivamente en Hispania en las últimas décadas del siglo V y las primeras del VI, se repartió en pequeñas aldeas o granjas en los cursos bajos de ríos como el Manzanares, dedicados a la explotación agrícola y ganadera, continuando con las formas de producción y organización social de los romanos. La granja de Pista de Motos estuvo poblada también en la alta Edad Media y se encontraron silos destinados al almacenamiento de cereal, siendo reutilizados como vertederos en algunas ocasiones. Las estructuras que predominaban eran las cabañas, semiexcavadas, con planta rectangular u ovalada, muros de tapial y cubiertas de teja curva con suelos de tierra apisonada, en granjas  de una o tres familias con necrópolis pequeñas y organización informal. Las aldeas tenían un número mayor de unidades familiares, que podían incluir a varios trabajadores y se explotaban individual o comunitariamente. Las necrópolis estaban más organizadas y eran utilizadas durante generaciones. Se excavó un enterramiento visigodo.

En época musulmana, el territorio de Al Ándalus estuvo poblado en el campo por alquerías o almunias, como Zurita y La Algarrada, en la ribera del Manzanares de Villaverde, cerca de la antigua villa romana. Probablemente utilizaron o construyeron una atalaya para vigilar el vado, llamado después “de Santiago el Verde”. Los molinos de La Pangía posiblemente los construyeron los musulmanes, porque el nombre deriva del árabe. En el yacimiento de Pista de Motos, con restos desde el Neolítico, se encontraron dos enterramientos según el rito islámico de finales del siglo VIII d. C. o principios del IX.

Alfonso VIII, en una miniatura medieval. DESCONOCIDO

El origen de Villaverde

A pesar de haber estado la zona poblada desde el Paleolítico, el origen de Villaverde en lo que hoy llamamos el barrio de San Andrés o Villaverde Alto, data de la Edad Media, cuando Alfonso VI (1072-1109), en 1085, camino de Toledo reconquistó esta zona a los musulmanes. En la conquista de Toledo le acompañaron caballeros de la orden militar de Santiago, y en agradecimiento por su ayuda (era frecuente) les dona una encomienda con la condición de controlar y defender el vado del río Manzanares, cobrando el impuesto de barcaje para pasarlo. Según la tradición, el origen de Villaverde sería la donación de estas tierras en torno al vado de Santiago el Verde, que se encontraba en el paso del río Manzanares en dirección a Vallecas, junto a la villa romana, hoy bajo la M-40 y los puentes ferroviarios que cruzan el río por esa zona. Los caballeros de Santiago levantaron una ermita en el lugar, dedicada a Santiago y a San Felipe.

Entre los siglos XII y XIII, el núcleo poblacional en torno al vado de Santiago el Verde se trasladó al lugar ocupado hoy en día por San Andrés o Villaverde Alto, entre los arroyos Butarque y Malvecino (también llamado Horcajo), un lugar alto, menos húmedo y lejos de las crecidas del Manzanares y de las infecciones de los mosquitos que originaban paludismo en la ribera del río.

El arroyo Butarque nace en el término de Boadilla del Monte, pasa por los de Alcorcón y Leganés, entrando en el término de Villaverde cruzando la carretera de Toledo. Pasaba por la actual calle de Arroyo Bueno y la calle Cifuentes, cruzando la avenida de Andalucía entra en el barrio que lleva su nombre y desemboca en el río Manzanares. Tiene una longitud de 19.000 m, de los cuales un 25% discurría por el distrito de Villaverde.

El origen medieval de Villaverde fue la suma de los demás poblados que había en la ribera derecha del Manzanares, entre la carretera de Villaverde a Vallecas y la desembocadura del arroyo Butarque en él, que de norte a sur eran: Santiago el Verde, La Algarrada, Casa Blanca, La Hormiguera, La Sopeña, Casas Viejas, Zurita o Zorita, Rabudo (Grupo de Investigación del Parque Lineal del Manzanares). Todos ellos anejos de Villaverde. 

El aprovechamiento de las aguas de los arroyos o pozos se producía con norias para regar los huertos de sus orillas. Actualmente no hay rastro de ambos arroyos. Como testimonio queda una calle por donde pasaba el arroyo Butarque, llamado en la actualidad Arroyo Bueno. Allí se va a consolidar la nueva población como un núcleo rural estable.

Sexmo

En 1202, el rey Alfonso VIII (1158-1214) concede a Madrid un fuero. En 1208, un documento del mismo rey establece los límites entre la jurisdicción de Segovia y la de Madrid. La de Madrid tenía un término o alfoz, a efectos fiscales, dividido en tres sexmos con sus aldeas: el de Vallecas, el de Aravaca y el de Villaverde, que comprendía a Griñón, Cubas, Fuenlabrada, Getafe, Parla, Humanes, Pinto, Perales del Río, Torrejón de la Calzada, Torrejón de Velasco, Villaverde y La Algarrada.

En esta época, Villaverde estaba rodeada de tierras de cereales, pastizales, algunos huertos y frutales, regados con agua de norias y con una industria de hornos de pan, de tejas y ladrillos, que abastecía a Madrid.

Los bienes del común o comunales, ejidos, abrevaderos, vados, prados, dehesas, montes, arenales, sotos, etc., de la ribera del río Manzanares, pertenecían al concejo y podían ser utilizados por los vecinos de la villa y tierra. A partir del siglo XV ya fueron usurpados algunos de ellos por familias destacadas de la villa de Madrid. Entre otros, en Villaverde, la familia de los Luzón y la de los Vargas, en la época de Juan II (1406-1495).

Desde 1085, Madrid se incorporó al reino de Castilla y pasó a ser gestionada por una pequeña oligarquía de caballeros que controlaban la economía y el gobierno de la villa. Los más importantes linajes fueron los Vargas, Ramírez y Arias. A partir del siglo XIV se les añaden los Luzones, Zapatas, Mendozas y Vozmediano.     

Los poblados y los despoblados     

En los padrones de 1413-1414 aparecen los poblados, Villaverde, La Sopeña, Casa Blanca y Casas Viejas;  y los despoblados, Hormiguera, La Algarrada, Santiago el Verde, Zurita (Zorita) y Rabudo. En el siglo XIV algunos debieron de despoblarse.

Virgen de Atocha, en el camarín de su Basílica en Madrid. FRAYANGELICO

El asentamiento cristiano de Santiago el Verde es posible que utilizara el lugar de poblamiento y de una atalaya musulmana. Figura en dichos padrones como despoblado y quedó como ermita aneja de Villaverde en los siglos XV y XVI. Desde el siglo XV, según Montero de la Cruz, los vecinos de Villaverde celebraban todos los años una fiesta el 1 de mayo bajando en procesión por la llamada “vereda de los Rosales” hasta la pradera de la ermita, donde el concejo invitaba a pan, vino y queso. La talla de madera de la Virgen María se trasladó a la basílica de Nuestra Señora de Atocha en el siglo XVII.

La Algarrada tenía en 1422 prados y pastos comunales. Debió de despoblarse en el siglo XIV, aunque es posible que continuasen algunos pobladores o se asentasen algunos, tiempo después. En 1530, aunque consta oficialmente como despoblado, tenía diez vecinos. Su despoblación definitiva fue en 1551 (Relaciones… de Felipe II).

En La Hormiguera había un prado comunal, viñas y un abrevadero en 1422 (Gómez Iglesias, 1970). En 1495, Francisco Luzón tenía una tierra con un puentecillo que cruzaba el río. En el siglo XV se cita varias veces en el proyecto de amojonamiento de la dehesa de la Arganzuela.

La Sopeña, que tenía un prado comunal, en las relaciones de 1413-1414 estaba poblado, pero con pocos vecinos.

En La Pangía, cerca de Sopeña y en la margen izquierda del río, tenía soto, presa y un molino, de dominio comunal del concejo.

Zurita tenía soto y ejido. En las citadas fechas aparece como despoblado, pero debió de recuperarse demográficamente, porque en 1511 pagaba impuestos. Se despobló definitivamente en 1551.                               

Rabudo aparece como despoblado en los padrones citados. Para algunos historiadores fue el núcleo fundacional de Villaverde. Es el único lugar de la tierra de Villaverde que se cita en el capítulo XXXIX del fuero “de los ejidos y abrevaderos”, de Madrid de 1202, como aldea con abrevadero. Mantuvo población en los siglos XIII y XIV para despoblarse en el siglo XV. Sin embargo, según el Libro de visitaciones y cuentas de las iglesias, ermitas y clérigos de Madrid y de su arciprestazgo, en 1427 Martín Sánchez visita la iglesia de Rabudo, de la que hace el inventario de gastos, bienes y objetos litúrgicos. Estaba situado en el camino de Getafe a la casa de la Torrecilla, por donde atraviesa el río Manzanares, la Cañada Real de las Merinas, cerca de la desembocadura del arroyo Butarque. Los ejidos y abrevaderos estaban destinados a la ganadería extensiva y a su libre circulación, por lo que la permanencia en dichos lugares estaba prohibida bajo multa de dos maravedíes.

Documentos del siglo XV (Cayetano Martín, 1991) nos hablan de viñas, molinos, dehesas, lugares y propietarios. En 1400, los lugares que tenían población, aparte de Villaverde, eran La Algarrada, La Pangía y Zurita. En 1427, el concejo de Rabudo adquirió una dehesa en las inmediaciones de la población. Miguel Muñoz vendió en 1435 un viñedo a Alfonso González y a su mujer Blanca González en el paraje llamado El Casar (Villaverde), con una extensión de una fanega, por el precio de 1.200 maravedíes. En este mismo año, los molinos de La Pangía y La Algarrada, y los sotos e islas formadas por el río Manzanares en esos lugares, eran de Alfonso de Águilas. Un documento de 1438 refleja la venta por parte del concejo de Villaverde de una parte de la dehesa de Rabudillo, barrio cercano a Rabudo. En 1447, la viña de Pumares tenía 250 vides y se la vendió Martín Fernández, vecino de Villaverde, a Alfonso González, por importe de 1.450 maravedíes. Con ello, Alfonso González se hizo con las dos viñas.

JULIO HERNÁNDEZ GARCÍA

‘Aletas al amor’

LIBRO ALETAS AL AMOR

Mara Mornet. Mil Amores, 2021. 338 Págs.

Nuestra querida Mara Mornet, a quien sin duda nuestros fieles lectores recordarán, acaba de publicar una nueva obra. Se trata de Aletas al amor, novela romántica contemporánea que trata sobre el maltrato animal y el cambio climático.

Ariadna trabaja como veterinaria y bióloga marina en el Zoológico de Madrid. Tras recibir una llamada de Oliver, su amigo de la infancia, pide una excedencia para ayudarlo en una de las reservas marinas más grandes del mundo, Atlántida.

Nathan está preocupado: inexplicablemente, no dejan de aparecer animales marinos muertos, varados o malheridos en las proximidades de la reserva. La llegada de Ariadna pone su mundo patas arriba y remueve su pasado, ése que no le permite avanzar. Las malas decisiones que tomó provocaron que cerrara su corazón y tirase la llave al mar para siempre.

Ariadna no quiere complicarse la vida, y menos con el neandertal de su jefe. Nathan no quiere tenerla en la reserva porque para él es un problema más que añadir a la lista. ¿Podrán trabajar juntos y averiguar quién o qué está provocando tales atrocidades en la bahía? ¿Se dejará llevar Nathan por lo que siente por esa inteligente y dulce mujer que lucha por los mismos intereses que él? La respuesta, en las 338 páginas de Aletas al amor.

El 16 de septiembre, a las 18:00, la autora estará firmando ejemplares en la Feria del Libro de Madrid en la caseta de la editorial Lantia (Mediaset España).

REDACCIÓN

El paseo del Prado y el Retiro, elegidos Patrimonio Mundial de la Unesco

Estanque del Retiro.
Estanque del Retiro. Jean-Pierre Dalbéra

La candidatura española “El Paisaje de la Luz”, del paseo del Prado y el Retiro, ha conseguido ser inscrita en este 2021 como Patrimonio Mundial por la Unesco. El Comité reconoce el valor universal excepcional del espacio urbano artístico madrileño.

El llamado “Paisaje de la Luz” es la quinta entrada de la Comunidad de Madrid en la lista y el número 49 de España. Su candidatura fue presentada en 2019, pero la sesión se pospuso por la pandemia de coronavirus. Las otras cuatro de la Comunidad de Madrid son el hayedo de Montejo, el monasterio de El Escorial, la ciudad de Alcalá de Henares y el paisaje cultural de Aranjuez. España es el tercer país del globo con más Patrimonio Mundial.

Paseo del Prado.
Paseo del Prado. Martin Snopek

La Comunidad de Madrid presentaba el paseo del Prado como “el primero de los paseos arbolados urbanos europeos”, con importantes edificios históricos como el Palacio de Cibeles o el Banco de España en su eje, y varios museos como el Prado, el Reina Sofía o el Thyssen-Bornemisza, así como importantes instituciones políticas, económicas y sociales como el citado Banco de España, el Congreso de los Diputados, la RAE o la bolsa.

En el estanque del Retiro, lugar destacado, se eleva una magnífica estatua ecuestre del rey Alfonso XII, que permanece presidiendo con el lago artificial a sus pies.

El momento de mayor tensión de la jornada, el de la votación, se produjo pasadas las tres de la tarde del pasado 25 de julio, seis horas menos que en la ciudad china de Fuzhou, que se encuentra frente a las costas de la isla de Taiwán, donde el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco celebraba su reunión anual. Esta vez, a causa de la pandemia, con un año de retraso y en formato semipresencial.

Sin embargo, tras los alegatos a favor de varios países como Egipto, Brasil y Arabia Saudí, el embajador de España ante la Unesco, Andrés Perelló, defendió que “Madrid no puede arrancarse el pulmón de El Retiro, que está conectado con el Prado y todo el espacio inscrito de arte y ciencia”. Y concluyó su discurso asegurando que solo tenía una duda sobre esta candidatura, pues no comprendía el lema de “De Madrid al cielo”: “¿Por qué quieren ir al cielo, si ya están en Madrid?”.

Desde 2014 llevaba detrás de este reconocimiento la candidatura madrileña, idea que partió del Gobierno municipal liderado por Ana Botella. El dossier fue finalizado durante la legislatura presidida por Manuela Carmena. En octubre de 2019, con José Luis Martínez-Almeida como alcalde, el evaluador de la Unesco visitó in situ la candidatura. Así quedaba saldada una deuda con Madrid, ya que era la única capital de Europa occidental sin ningún bien inscrito como Patrimonio Mundial.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como representantes de partidos políticos, instituciones y ciudadanos anónimos llenaron las redes sociales de felicitaciones a la capital de España.

NARCISO CASAS

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La Coral Polifónica Amadeo Vives quiere volver

La Coral Polifónica Amadeo Vives

Pasado ya más de un año de nuestro último concierto, que tuvo lugar el 29 de febrero de 2020 en Vallecas, y tras sufrir los envites de la pandemia, que causó bajas entre coralistas y familiares, unos pocos de sus componentes tienen ganas de continuar aquello que hace 25 años crearon un grupo de vecinos de Ciudad los Ángeles para llevar la música a sus vecinos, para lo que contaron con la inestimable ayuda de la que era entonces directora del Centro Cultural Bohemios.

Este animoso grupo pretende iniciar la reconstrucción de la coral, muy querida en su barrio y conocida en el distrito de Villaverde, y han mantenido una reunión en la que, además de constituir una nueva junta directiva, se repartieron una serie de trabajos para hacer realidad su sueño.

Lo más importante, ahora mismo, es la captación de voces, tanto femeninas como masculinas, a objeto de empezar a ensayar y poner así en acción la coral. Por eso hacemos un llamamiento a todos los vecinos y vecinas del barrio y del Distrito a los que les guste el canto y estén dispuestos a participar en el grupo, para poder así seguir llevando la música coral al vecindario.

Necesitamos sopranos y contraltos, tenores y bajos que aunque no sepan mucho de música tengan ganas de compartir ratos con otras personas y por la música, creando vínculos de amistad. Esperamos que en septiembre podamos iniciar esta nueva andadura, y para ello contamos con todos vosotros.

CORAL AMADEO VIVES

‘Anda, son las ocho… Me voy a jugar contra el Real Madrid’

Sergio Bravo Líndez, delantero centro y uno de los capitanes del C.D. Ciudad de los Ángeles
Sergio Bravo Líndez, delantero centro y uno de los capitanes del C.D. Ciudad de los Ángeles.

Sergio Bravo Líndez, delantero centro y uno de los capitanes del C.D. Ciudad de los Ángeles, jugó en el Alcorcón que apeó al conjunto merengue de la Copa del Rey. Repasamos con él su trayectoria

Una calurosa mañana de agosto me acerco por la sede del C.D. Ciudad de los Ángeles, equipo del barrio que por cuarto año consecutivo milita de forma heroica en el Grupo II de la Preferente madrileña. Es probablemente el club más humilde de dicha categoría, a la que ha conseguido llegar con mucho esfuerzo desde “abajo del todo” en un camino iniciado con su fundación en 2003 por un grupo de amigos. Allí me encuentro con uno de sus capitanes, el delantero centro Sergio Bravo Líndez, “Bravo” en términos futbolísticos, al que me dispongo a entrevistar para repasar su carrera, ligada desde 2017 al equipo de su barrio “de toda la vida”, y que ha tenido hitos tan llamativos como haber participado en el famoso “Alcorconazo” o haber jugado en la liga de Hong Kong. Mi entrevistado es un tipo muy majete, y se muestra encantado de contarme todo lo que quiera saber, así que vamos a ello.

¿Cómo empezaste en el fútbol?

Debió de ser a los cinco o seis años. Me acuerdo de ir al colegio aún muy pequeño y después a entrenar. Supongo que empecé por mi padre: él estuvo jugando hasta que yo nací, y luego en cuanto yo pude jugar tomé el relevo. Empecé en Villaverde Boetticher y estuve desde esa edad hasta la categoría Cadete. Ahí, con 14 años, vino a verme un entrenador del Getafe y me reclutó. Aquel año el equipo sénior subió a 2ª División; y claro, entrar en la cantera de un equipo de Segunda estaba muy bien. Estuve allí los dos años de cadete, los tres de juvenil, y uno en el Getafe B sénior, el filial, que estaba en Tercera.

Después pasé un año en San Fernando de Henares, también en Tercera, y a través de un conocido me llamaron para el filial del Alcorcón, pero desde el primer día me empezaron a subir al primer equipo a entrenar. Así, al final estuve dos años en el primer equipo, que estaba en 2ª B con miras a ascender a Segunda, a la que subimos el segundo año. Alcorcón ya era “una cosa seria”: entrenábamos por la mañana, me iba a comer a mi casa y por la tarde a la universidad. El sábado por la mañana también entrenábamos, cogíamos después un avión por ejemplo a Canarias, estábamos allí el sábado por la tarde, jugábamos el domingo y volvíamos a Barajas a las 19:00 o 20:00. Toda una experiencia… A lo mejor jugábamos en Gijón el domingo a las 18:00, luego llegábamos a Madrid en el autobús a las cuatro o las cinco de la mañana, y había veces que aparcábamos a esa hora en Alcorcón y el entrenador nos ponía a entrenar, algo habitual a ese nivel, porque como entrenábamos por la mañana no íbamos a dormir dos horas y luego volver. Yo tenía 21 años, estaba en la universidad, y me iba el viernes de casa, que vivía con mis padres todavía, y no les veía hasta el lunes por la tarde.

El siguiente año, 2009, fue el famoso “Alcorconazo”, cuando eliminasteis de la Copa del Rey a todo un Real Madrid…

Sí, yo estuve en ese partido. Imagínate: a gente como nosotros nos dicen que nos ha tocado contra el Real Madrid y que la semana siguiente vamos a jugar contra Cristiano Ronaldo, Casillas… Y pasamos de estar ahí con tres jubilados viendo el entrenamiento a tener seis o siete cámaras, que ya tienes que tener cuidado con lo que dices… Pero fue espectacular, vamos… En el partido de ida, un día de diario, jugábamos a las diez, y esa tarde estaba aquí al lado con mis amigos, en un banco del parque, comiendo pipas y hablando. De repente miré el reloj y dije: “Anda, son las ocho… Me tengo que ir a jugar contra el Real Madrid” [risas]. Es que nosotros cuando jugábamos en casa no nos concentrábamos ni nada… Llegamos al parking del Alcorcón y ese día no había sitio para aparcar, nadie sabía por dónde teníamos que entrar, los vigilantes que habían puesto no nos conocían… Nos había sobrepasado totalmente.

Y una vez en el partido, ¿qué tal?

Tremendo: ganamos 4-0. Yo estaba en el banquillo, y normalmente salían a calentar solo los titulares, pero ese día salimos todos a dar unos toquecitos. Recuerdo el campo lleno, que teníamos por seguro que íbamos a perder y que nos daba miedo que fuera de mucho y hacer el ridículo, porque además jugaron todos sus titulares. Pero empezamos a meter uno, luego otro, y todo el mundo alucinando: la primera parte terminamos tres a cero.

En la segunda el entrenador nos mandó calentar, y haciéndolo nos juntamos con los otros del Real Madrid. Mis compañeros ya estaban pidiendo camisetas antes de empezar, y yo era muy tímido, pero estaba por allí Van Nistelrooy, que me gustaba mucho como jugador, y tras cruzármelo cuatro veces me decidí a pedírsela. Él me dijo: “No te preocupes: después del partido la intercambiamos”; y yo, cortado, le contesté: “Pero la mía no te la puedo dar”, porque nosotros teníamos una camiseta para toda la temporada. Se empezó a reír, y me dijo: “No pasa nada, yo te la doy” [risas]; y así lo hizo. Por fin salí al campo, y ahí ya es otra cosa: te olvidas un poco del ambiente y te centras en el juego. Yo jugaba entonces por la banda, donde estaban Marcelo y Drenthe, dos tíos físicamente espectaculares, y meterte contra ésos era todo un tema, pero sí que toqué balón y me lo pasé muy bien. Fueron 15 minutos o así, pero se me hizo muy corto.

Las semanas siguientes serían tremendas…

Al día siguiente entrenamos, y estaban hasta las cámaras de Al Jazeera. Todas las cámaras del mundo que te puedas imaginar estaban allí… Pasamos unas semanas, no sé si fueron dos o tres hasta la vuelta, todo el rato abrumados. Claro, el día del partido ya no estaba aquí comiendo pipas, ya nos concentraron: entrenamos por la mañana, nos llevaron a un hotel a comer, echamos allí la siesta y luego nos llevaron al Bernabéu en autobús escoltados por la Policía, todos flipando y haciendo vídeos… Y luego ya, pues imagínate: un vestuario como esta manzana entera, con jacuzzi, piscina… Una barbaridad.

Yo en ese partido no jugué. Y pasó lo mismo que en la ida: los suplentes deseando salir a calentar y así tocar un poco de balón en el Bernabéu. Salimos ahí, y aún no había nadie en el césped, ni balones… Entonces uno que pasaba me dijo: “los ha puesto allí tu preparador físico”, y estaban en la otra esquina del campo. Nadie quería salir, todos cortados… Al final salgo yo y empiezo a correr, el Bernabéu lleno y el campo vacío, y cuando voy por el centro me da por levantar la vista. Solo pensé: “verás tú que me caigo ahora o me pasa algo y todo el mundo se descojona” [risas]. Pero cogí el balón, salieron más jugadores y ahí estuvimos. Luego ya comenzó el encuentro y los primeros cinco minutos no salimos del área, pensábamos que no íbamos a durar tres asaltos… Pero al final se estabilizó el partido, y como cualquier otro de nuestra división: empezamos a estar bien, sin ninguna complicación. Pasó el tiempo, metieron un gol al final, perdimos uno a cero y eliminamos al Madrid. Después nos eliminó a nosotros en la siguiente ronda el Rácing de Santander.

equipo fútbol

¿Hasta cuándo estuviste en el Alcorcón?

Hasta ese final de temporada: acabamos ascendiendo a Segunda y cambiaron prácticamente todo el equipo. Yo tenía ofertas de irme fuera de Madrid, pero estaba estudiando la carrera y no lo veía claro: prefería acabar mis cosas aquí en Madrid. Entonces fui al Fuenlabrada, de 2ªB, y estuve ese año allí. Luego cambiaron también el equipo porque no nos fue muy bien, y yo decidí ya que iba a seguir en el fútbol, pero no como lo principal. Encontré trabajo y decidí dedicarme a él y seguir moviéndome en equipos de Madrid en los que estuviera cómodo para poder hacer todo lo demás.

Jugaste también en Hong Kong…

Sí, en el Hong Kong Rangers, de la Primera División. Un compañero tenía un hermano allí trabajando y era el fotógrafo de ese equipo en sus ratos libres. Entonces, en torno a las Navidades de 2015, yo jugaba en Preferente, y un día charlando este compañero me preguntó si yo estaría dispuesto a ir si su hermano me conseguía allí una prueba. Yo dije que sí, pensando que seguramente no iba a pasar, pero me llama a la semana y me dice que su hermano me había conseguido la prueba y quedarme si salía bien hasta final de temporada. Le pregunto cuándo y me dice que está mirando billetes de avión y que hay plazas al día siguiente [risas]. Claro, yo tenía aquí mi vida, y eso de irte de un día para otro era una historia, pero acepté. Avisé a mis padres, que también alucinaron, y tuve que prepararme corriendo, hacer compras, y al día siguiente nos fuimos para allá.

Fue toda una aventura… Aquello era otro mundo totalmente distinto a Europa. Al día siguiente ya estábamos entrenando: el entrenador era brasileño, y había dos o tres brasileños más en el equipo y otro español, Iván Zarandona. Imagínate el panorama: el entrenador hablaba en inglés, y había traductores para los distintos idiomas… Solo echar unos tiros a puerta ya era una historia… Al final estuve allí hasta junio, y fue espectacular. Éramos profesionales, estabas todo el día entrenando, y el nivel del fútbol allí es muy físico, porque no son muy buenos a nivel técnico, pero físicamente son espectaculares.

¿Cuándo llegas al Ciudad de los Ángeles?

En 2017. Estaba en otro equipo del barrio de la Fortuna de Leganés, pero ya iba muy quemado. Me habían estado llamando de este equipo, que es muy familiar, había aquí también amigos míos y me decidí. Ya llevo cuatro años, y estoy encantado… Me quieren hacer directivo y todo. Siempre a final de temporada soy el primero que dice que quiere seguir. Este equipo cambia mucho cada año, porque como no podemos pagar a los jugadores, a final de temporada a los que les hacen ofertas se terminan yendo, lo que es normal, pues la mayoría quiere probar suerte con miras a llegar lo más arriba posible. En ese sentido, el equipo es un trampolín excelente, una forma de jugar en una buena categoría y que te vean. Entonces siempre acabamos renovando solo tres o cuatro, y yo encantado de hacerlo.

¿Quieres enviar algún mensaje al barrio?

Que vengan a vernos los domingos, que nuestro campo es abierto. Y que se animen y se hagan socios: la cuota es mínima, 10 euros al año, y así apoyan al equipo del barrio.

ROBERTO BLANCO TOMÁS

¿Quieres aprender artes marciales?

ARTES MARCIALES

Ahora que empieza un nuevo curso, con las artes marciales los niños pueden aprender a canalizar su energía y fuerza, así como a respetar al profesor y compañeros. Y para descubrir y aprender cualquiera de las modalidades de esta práctica deportiva, el Club Gimnasio Castilla es un referente en Villaverde, con más de cuarenta años de historia en el Distrito.

Nuestro club tiene una gran tradición en la competición oficial. Contamos con deportistas con medallas autonómicas y nacionales en nuestras escuelas, pero la competición es solo una parte más: damos prioridad a la formación en valores de nuestros alumnos.

CLUB GIMNASIO CASTILLA

Las movilizaciones en defensa de la Atención Primaria vuelven al Distrito

movilizaciones sanidad

Dos concentraciones y una marcha jalonarán los jueves
de la segunda quincena del mes de septiembre.
Epicentro: el Centro de Salud de los Ángeles

Tras el paréntesis veraniego, y dado que los problemas que la aquejan siguen lejos de resolverse, vuelven a nuestro distrito (y a toda la ciudad) las movilizaciones en defensa de la Atención Primaria y de nuestros centros de salud, con dos concentraciones y una marcha que jalonarán los jueves de la segunda quincena de septiembre.

El epicentro de las protestas (convocadas por MATS, la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Villaverde, FAPA Villaverde, el AMPA del IES Ciudad de los Ángeles y la asociación La Morada de Villaverde) será el Centro de Salud de los Ángeles. Las reivindicaciones, las de siempre: más personal, menos listas de espera y más Urgencias abiertas; todas ellas necesidades básicas para el correcto funcionamiento del aludido servicio sanitario público.

La primera movilización tendrá la forma de concentración, el 16 de septiembre a las 19:00, frente al Centro de Salud de los Ángeles. El jueves siguiente, 23, una marcha partirá a las 19:00 del templete del Parque Ciudad de los Ángeles con destino al centro de salud del barrio. Y para terminar el mes, el jueves 30 habrá de nuevo concentración a las 19:00 frente al centro de salud. Y esto parece solo el principio: el movimiento en defensa de la sanidad pública del Distrito ha repuesto fuerzas en verano, y se encuentra pleno de vigor para continuar las movilizaciones hasta que este problema se solucione. Y nosotros seguiremos informando.

REDACCIÓN

Balonmano BASE Villaverde presenta a sus entrenadores

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Entrenadores de las distintas categorías del BASE Villaverde. BASE Villaverde

Llega una nueva temporada, y el club de balonmano BASE Villaverde ha querido comenzarla presentando a los entrenadores de sus distintos equipos, auténticos pilares estratégicos de la actividad que éstos desarrollarán en los próximos meses.

Comenzamos con los equipos sénior: Carlos Parrilla continúa al frente del equipo de 2ª Nacional masculina que la pasada temporada consiguió el segundo ascenso consecutivo; y Blanca Garrido sigue al mando del equipo sénior femenino, del que se hizo cargo la pasada temporada, encontrándose este año en la 1ª Nacional femenina. Como puede verse, ilusiones renovadas para esta nueva temporada, con objetivos ambiciosos.

Continuamos, siguiendo un orden de edad descendente, con los responsables de los equipos juveniles. Jorge Ruiz-Hidalgo Argandoña se pone al mando del 1ª Juvenil masculino, compuesto en una gran mayoría por los jugadores con los que la temporada pasada viajó al Sector Nacional; y David Ventas, que nunca se ha ido, pero que este año se vuelve a sentar en el banquillo, en esta ocasión para dirigir a un gran grupo Juvenil femenino, del que seguro que nos dará muchas alegrías. Un futuro muy prometedor para la temporada que va a comenzar en estas categorías.

Turno para los responsables de los equipos cadetes. Mario Cid continúa en la categoría, pero en esta ocasión como titular del 1ª Cadete masculino, compuesto por jugadores con una gran proyección. David Ríos Gómez regresa a la rama femenina al mando del 1ª Cadete, integrado por jugadoras muy trabajadoras y con ganas de seguir formándose, muchas de ellas recientemente campeonas de la Liga Infantil en Madrid. Cantera y formación es la definición exacta de estos conjuntos, futuro cercano de los primeros equipos.

Y finalmente, los responsables de los equipos infantiles. Víctor García asume la responsabilidad del grupo de 1ª Infantil masculino, regresando a la titularidad de un equipo federado. Y Jorge Ruiz-Hidalgo Argandoña y Raquel Ventas Fernández estarán al frente de los grupos infantiles femeninos, continuando la excelente labor realizada la temporada pasada. Calidad y trabajo asegurado para la formación de estos futuros jugadores y jugadoras.

BASE VILLAVERDE / REDACCIÓN