FACUA MADRID recuerda que todas las compañías de seguros deben contar con un servicio de atención al cliente donde el usuario pueda reflejar los posibles problemas o incidencias
FACUA Madrid advierte que las compañías de seguros están obligadas a entregar al contratante un ejemplar o copia de la póliza donde aparezcan las condiciones generales del producto que se está contratando. Asimismo, deben explicarse el alcance de la cobertura contratada, sus limitaciones, e indicar con claridad en qué supuestos surge a favor del asegurado el derecho a recibir la prestación contratada por la póliza.
La asociación recuerda que el valor del objeto asegurado debe coincidir con el valor real del mismo. De no ser así, la indemnización se reducirá proporcionalmente a la diferencia entre la prima convenida y la que realmente hubiese debido abonar para cubrir el valor real del bien.
Conforme a lo indicado pueden producirse dos situaciones:
— Infraseguro: esta situación se produce cuando el usuario posee bienes cuyo valor es superior a los realmente declarados en la póliza de seguros. De manera que la suma asegurada es inferior al valor real del bien asegurado, por lo que el seguro no cubre totalmente el valor del objeto. En estos casos la entidad aseguradora aplica la regla proporcional, y abona el siniestro solo en la proporción existente entre el valor asegurado y el valor real, salvo que se haya pactado otra cosa diferente.
— Sobreseguro: esta situación se produce cuando el valor real de los bienes es inferior al declarado en la póliza. La suma por la que se ha asegurado el bien es superior a su valor real. Si se produce el siniestro, se indemnizará por el valor real del daño ocasionado y no por el valor asegurado. Si el sobreseguro se debe a mala fe por parte de la persona asegurada, el contrato será ineficaz.
Cancelación del contrato y reclamación
La cancelación de la póliza contratada se debe hacer con un mes de antelación de la renovación de la cuota. Debe hacerse por escrito, indicando el número de póliza y adjuntando copia del DNI del titular.
Si la contratación del seguro se realiza a través de internet, el usuario tiene derecho a ejercitar su derecho de desistimiento, que consiste en la posibilidad por parte del consumidor de renunciar al contrato, sin necesidad de alegar ninguna causa y sin que se le pueda penalizar por ello.
El plazo para realizar dicha acción en los seguros de hogar es de 14 días naturales, y empezará a correr desde el día de la celebración del contrato. No obstante, si el consumidor no recibe las condiciones contractuales empezará a contar el día en que reciba la citada documentación.
En el caso de que surgiese cualquier tipo de problema, el consumidor puede dirigirse al Servicio de Atención al Cliente para formalizar la reclamación correspondiente.
Mi nombre es Carlos, tengo 31 años, soy alcohólico y hoy no he bebido. Hoy espero poder transmitir mi experiencia acerca del alcoholismo para aquellos que se puedan identificar. Sepan que no están solos, que aun en la más intensa oscuridad hay esperanza, hay una solución.
Mi consumo empezó a los 16 años como el de cualquier otro joven en los tiempos que corren: te invitan a un botellón, a una fiesta cuando los padres se van, de pellas en el instituto, etc. Será por oportunidades… Yo era un chico tímido, tranquilo, introvertido, un estudiante decente, no me metía en líos muy gordos, si hacía algo mal me arrepentía inmediatamente, muy familiar y con un grupo de amigos pequeño. En el instituto todo cambió. Era un sitio nuevo y punto. A a mí me costaba mucho adaptarme a los cambios, pero fue mi elección cambiar de colegio. Me costó el cambio, pero en el fondo todo iba bien, excepto en las relaciones con mis nuevos compañeros. No conseguía encajar, mi timidez y vergüenza me lo impedían. Un día unos compañeros de clase invitaron a tomar unas cervezas, y sin dudarlo acepté. ¡Por fin iba a encajar!
Quedé con mis amigos y probé el alcohol. Fue una revolución interna: me volví hablador, bromista, extrovertido, animado, hablaba y bailaba con las chicas… Vamos, que me apuntaba a un bombardeo. ¡Qué maravilla líquida! Había encontrado la solución a mi problema, a mí mismo. Por fin era parte de un grupo en el nuevo instituto, mi vida ya era completa. Esto parecerá una tontería que se hace de chaval, pero para mí fue el inicio de un consumo que iría con el paso del tiempo en aumento, hasta el punto de que no podía vivir sin él.
En el último año tuve una novia que sufría un acoso brutal por un ex-novio, el cual yo también sufría. Era un acoso constante y abrumador que a mí sinceramente me aterraba. Descubrí que con un par de litros de cerveza en el cuerpo ya no tenía miedo a nada ni a nadie. ¡Otro milagro del alcohol en mí! ¡Me daba el valor que yo no tenía! Esto fue un añadido más. Cada vez que tenía miedo en mi vida, bebía y todos los males se iban. Fui experimentando que cada vez que sentía algo que yo no quería sentir (ira, envidia, celos, tristeza, impotencia, frustración…) el alcohol, como fiel amigo, lo haría desaparecer. También descubrí que cuando me sentía bien (alegre, gozoso, victorioso, tranquilo, relajado…) el alcohol potenciaba esa sensación hasta un nivel de éxtasis.
El alcohol pasó a gobernar mi vida a lo largo de 13 años. Durante ese proceso las resacas eran cada vez más duras física y mentalmente. Me levantaba con remordimientos, vergüenza, humillación, culpa, desesperación y sobre todo con mucho miedo. Empecé a tener lagunas mentales, no me acordaba de lo que había hecho ni de cómo había llegado a casa, si es que había llegado. Una vez más mi fiel amigo vino a sacarme las castañas del fuego. Cada vez que tenía una resaca de ésas (que al final era diariamente) unas cuantas copas aliviaban mi terror y lo convertían en ligereza, tranquilidad y calma. Pero cada mañana volvía a empezar el bucle. Estaba atrapado. Poco a poco fui perdiendo la esperanza, no podía parar. Era mi problema y mi solución, no podía prácticamente salir de mi habitación, un miedo atroz me paralizaba. No sentía ningún tipo de amor por mí ni mis seres queridos, estaba encerrado en mi propia mente, cuerpo y emociones. Tenía el agua al cuello. Un par de veces se me pasó por la cabeza tirarme al vacío y acabar con esto de una vez por todas, pero no lo hice, algo me paró.
Un día, de repente, en medio de una de mis resacas oscuras emergió en mí un pensamiento, una sensación, que decía: “¡Pide ayuda!”. Hice caso a ese pensamiento y empecé a buscar ayuda en internet. Busqué centros de desintoxicación, pero no me convencieron, y sin saber por qué pensé en Alcohólicos Anónimos. Busqué el grupo más cercano, y sin pensarlo dos veces me planté en una reunión pidiendo ayuda. A mis 29 años estaba perdiendo la batalla de la vida.
Me recibieron dos compañeros maravillosos, que me contaron sus experiencias y me invitaron a quedarme en la reunión, si así lo deseaba. En esa sala encontré de nuevo esperanza, sentí que no estaba solo, que ellos habían experimentado el mismo sufrimiento pero que también había una solución. Me transmitieron cariño, amor, empatía, serenidad, paciencia y sobre todo un mensaje de libertad, cosa que yo dudaba de que existiera. Sí señor, ellos eran el ejemplo físico de que se podía, por un día a la vez, frenar esta terrible enfermedad del alma. Eso fue uno de los grandes descubrimientos: que es una enfermedad reconocida por la OMS. Me abrió los ojos de un plumazo. Me contaron que padecíamos una enfermedad mental, emocional, física y del alma. Que hay un programa de recuperación basado en doce pasos y que si deseaba dejar de beber estaba en el sitio indicado. Por fin había llegado a casa, por fin no encajaba en un grupo, sino que pertenecía a dicho grupo, a una comunidad, a un mensaje de esperanza, a Alcohólicos Anónimos.
Carlos
Si crees que tienes problemas con el alcohol, quizás podamos ayudarte.
Teléfono del Área 7 de información de A.A.:91 341 82 82
Dibujo que recoge la bendición de las locomotoras en Atocha con motivo del viaje inaugural del trayecto de ferrocarril Madrid-Aranjuez. Samuel Urrabieta Vierge (Museo Getafe)
En la Guerra de la Independencia, Villaverde tuvo que suministrar productos y víveres, sufrir los saqueos de las tropas francesas y talar la alameda para suministrarles leña.
Ante las necesidades económicas para pagar los gastos del común, los propios vecinos establecieron un acuerdo, en 1819, para aumentar en el cobro un cuarto más en cada cuartillo de vino y otro en la libra de carnero y vaca, para con su beneficio pagar al médico, al cirujano y al maestro de primeras letras.
Según el Diccionario de Miñano, en 1828 contaba con 150 vecinos y producía granos y “algún vino”. En su Estadística de la provincia de Madrid de 1835, Antonio Regàs dice que la principal riqueza del pueblo es la agricultura, dedicada a los cereales y legumbres. En total 11.580 fanegas, desglosándolo como sigue: cebada, 8.420 fanegas; trigo, 2.200 fanegas; avena, 90; y centeno, 40; de legumbres, 9.060 (la mayor parte de garbanzos). De los huertos, unas 34 fanegas. La ganadería era escasa, registrando 450 ovejas.
La Plaza Mayor de Villaverde, antes Plaza Constitucional. R2hox
Los vecinos de Villaverde carecían de suficiente agua potable y tenían que abastecerse de la que traían los aguadores de Leganés, que les salía bastante cara porque cobraban 25 maravedíes por cántaro. Se decidió construir una fuente, que les costó 60.514 reales. Tiene un pilón octogonal y dos caños. Se inauguró en 1842, y fue un día de fiesta para el vecindario, en el que se corrieron toros con rejoneadores. Desde entonces, la plaza de la fuente se llamó plaza de Isabel II (hoy plaza de Ágata), reina que aportó una cantidad económica para su construcción. El actual espacio de la plaza se llamaba La Cigüeña, y tenía un pequeño manantial de agua potable, insuficiente para las necesidades de la población. Aquí se encontraba el único lavadero del pueblo: hacer la colada costaba 25 céntimos, y estuvo vigente hasta 1939.
En 1849 (Diccionario de Madoz) pertenecía al partido judicial de Getafe. Tenía ganadería lanar, cabrío, vacuno y mular. Contaba con dos molinos harineros y cuatro fábricas de hornos de tejas. A mediados del siglo XIX había varias haciendas y mansiones de recreo de los nobles, que vivían en Madrid, pero pasaban en ellas largas temporadas.
La Nave Boetticher, hoy. Zarateman
Momento importante en la historia de Villaverde fue la inauguración del tren a Aranjuez en 1851 por Isabel II, ya que hacía paradas en varios puntos del término. Se convierte así en zona de paso y en lugar privilegiado para la industria por su proximidad a Madrid, por las buenas vías de comunicación por carretera y por ferrocarril con la capital y por tener mucho suelo disponible y llano. Las primeras industrias que se instalan van a ser las relacionadas con las vías férreas. La Compañía Euskalduna estaba instalada en Villaverde en 1933, y producía materiales para el ferrocarril, de fundición, mecánicos, metálicos, navales, construcción de coches-cama, grúas, hormigón armado, talleres, calderería, mosaicos, tranvías, turbinas, vagonetas y vagones. Otras industrias que se fueron creando, a partir de los años 40, fueron Cerámicas Romero y Boetticher-Navarro en 1942-43, ésta de fabricación de material pesado para la industria hidroeléctrica, ascensores y calefacción, absorbida por la empresa alemana Thyssen en 1984. Marconi se instaló en 1945, dedicada a los aparatos de radio-electricidad; Standard Eléctrica (en el kilómetro 9 de la carretera de Toledo) en 1926; Barreiros en 1954, fábrica española de motores y tractores, sustituida luego por Renault, Hierros Madrid, Chrysler, etcétera. En los años cuarenta se implantaron asimismo instalaciones militares como el Parque Central de Ingenieros y la Escuela y Talleres del Ejército.
Se reparó la Casa Consistorial en 1860, con un coste de 7.597 reales. Por esa fecha los nombres de las 16 calles y dos plazas que había en la villa eran: Real de Pinto, Vieja de Pinto, De la Iglesia (hoy Oxígeno), Empedrada, Del Hospital (hoy Asfalto), Del Baile (hoy Albino Hernández Lázaro), De Atocha, De las Covachuelas, De los Palomares, De la Fuente, Del Barco, travesía del Barco, Del Malvecino, callejón del Malvecino, De las Párvulas, Sal Si Puedes, Plaza Constitucional (Mayor) y plaza de Isabel II (hoy Plaza de Ágata). Solo había una empedrada, las demás estaban de tierra.
En 1889, según Montero de la Cruz, “Villaverde de Madrid” tenía 300 vecinos (1.200 habitantes), 621 varones y 579 mujeres, 5 eran extranjeros. En 1892 tenía dos fuentes y una industria vinícola con 92.000 cepas, que producían 40.250 kilogramos de uvas, de las que sacaban 19.400 litros de “regular calidad”. En 1900 contaba con 1.388 habitantes.
Las fiestas que se celebraban a finales del siglo XIX eran: el 20 de enero San Sebastián en la ermita que estaba a la salida del pueblo, frente al jardín del conde, y como era costumbre se repartía pan, vino y queso a los asistentes; el 30 de noviembre celebraban la fiesta del patrono del pueblo, San Andrés; el 16 de agosto, San Roque en la ermita donde luego harían el cementerio. En la fiesta del Corpus Christi los jóvenes preparaban todos los años una danza.
Había escuela de niños, de niñas y para adultos, costeadas por el Ayuntamiento. Según Montero de la Cruz solían asistir 90 niños, 70 niñas y 40 adultos. Más del 90% de la población sabía leer y escribir.
Por esa época gustaba el teatro, y los juegos más populares eran el mus, la brisca, el tute, el tresillo, el dominó y el billar. También disfrutaban de los encierros, desde la calle del Baile, hoy Albino Hernández Lázaro, hasta la Plaza Mayor, pasando por la calle del Barco. Las capeas solían hacerlas en la plaza Parvillas.
Era un pueblo esencialmente agrícola. Destinaban 5.900 fanegas al trigo, centeno, cebada, avena, garbanzos, guisantes, habas, algarrobas, melones y sandías. A hortalizas de todas clases destinaban 120 fanegas, que vendían en Madrid. Tenía 92.000 cepas que producían unos 40.250 kilos de uva, equivalente a 19.400 litros de vino de regular calidad. Solo quedaba un tejar en 1891, de los seis que hubo antiguamente.
A principios del siglo XX la mayoría de las tierras de Villaverde pertenecían a terratenientes o nobles que arrendaban a los agricultores del pueblo. Entre los nobles destacaban por sus fincas el duque de Híjar, el conde de San Rafael, la condesa de Teba y el marqués de Vozmediano. D. Alberto Palacios tenía una finca de recreo situada en la calle del mismo nombre. Después de la Guerra Civil sus herederos la vendieron en parcelas.
En los años 20 del siglo XX surgen los barrios de Los Rosales y Oroquieta, que debe su nombre a Francisco Oroquieta, dueño de los terrenos. Después de la Guerra Civil, miles de personas emigran del campo a las ciudades y se instalan muchas de ellas en Villaverde, ante la posibilidad de un puesto de trabajo en la industria, lo que hace que aumente considerablemente su población. Se construyeron entonces, a partir de los años 50-60, San Cristóbal, Villaverde Bajo, Ciudad de los Ángeles y, en los años 90, nuevos barrios como Los Rosales, Butarque y El Espinillo. Desde los años 50 dejó de ser agrario y se convirtió en industrial.
Gente de Villaverde y AMIFIVI volvemos a lanzar una campaña solidaria navideña para recaudar fondos para proyectos para personas con discapacidad de Villaverde. Son productos navideños con la empresa E. Moreno, fábrica de mantecados, polvorones, especialidades, mazapanes, bombones y turrones.
El Área de Medio Ambiente y Movilidad también está finalizando la instalación de 12.000 sensores inteligentes, de los que ya ha colocado 10.483 unidades, lo que supone más del 90% del total
Los parques de la ciudad de Madrid contarán con papeleras más resistentes, de mayor capacidad, antivandálicas y accesibles. Desde el mes de julio, el Ayuntamiento de Madrid está sustituyendo las tradicionales papeleras ubicadas en los jardines por otras de mayor capacidad. En total se sustituirán 23.000 papeleras durante los próximos meses.
Estas papeleras de color verde oscuro con vaciado manual y seguro se anclan en postes, paredes o señales. Son totalmente accesibles y en el frontal disponen de un sistema de identificación en braille. Están protegidas contra la entrada de agua, y su material, el polietileno, evita la colocación de pegatinas y vandalismo, además de ser completamente reciclable. Son las sustitutas perfectas de las tradicionales ubicadas en los jardines, que no evitan el vertido de líquidos. Además, su capacidad es de solo 36 litros, frente a los 50 de las nuevas.
Estos novedosos elementos se enmarcan en el contrato de mantenimiento y lavado de papeleras que fue adjudicado en enero de 2020 a la empresa SULO por 22,2 millones de euros (sin IVA). Incluye las prestaciones para el mantenimiento, conservación y limpieza de las 66.334 papeleras de la ciudad, la gestión de los 12.000 sensores incorporados en ellas y la de las 1.300 papeleras compactadoras solares que están operativas en Madrid desde julio del año pasado.
En marzo de este año, el Ayuntamiento comenzó a desplegar los sensores inteligentes en papeleras dentro de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 para una optimización de la limpieza. Siete meses después ya se han instalado más del 90%. Del total previsto, 12.000 unidades, se han instalado 10.483 sensores de llenado, de los cuales 6.054 detectan además si los dispensadores de bolsas de excrementos caninos están vacíos.
Los vecinos, hartos de la situación creada por la dejadez municipal respecto a un espacio, entre las calles Benita López y Leonor Góngora, en creciente deterioro
En este periódico venimos denunciando lo que ya parece una desafortunada “tradición” en los distritos del sur: la dejadez de las Administraciones, sobre todo de la más cercana, la municipal, que se refleja de manera especial en determinados espacios en los que el abandono es claramente visible. Son espacios “olvidados” por los servicios municipales de limpieza y mantenimiento, en los que la suciedad, el deterioro y los usos inapropiados ganan terreno ante la desesperación de los vecinos afectados.
Este mes hemos visitado uno cuya situación es particularmente lamentable. Se trata del situado entre las calles Benita López y Leonor Góngora, con la calle de Eduardo Minguito como límite norte y la Gran Vía de Villaverde como límite sur. Una zona descampada de cuyo mantenimiento, especialmente la mitad izquierda entre Benita López y la prolongación de la calle de Martínez Oviol hasta la Gran Vía, el consistorio se ha desentendido hasta el momento excepto en “limpiezas relámpago” realizadas en momentos puntuales. Hablamos de un problema cuya duración en años ya se cuenta en dos cifras; vamos, que no es cosa de anteayer. Y claro, los vecinos ya están bastante hartos. Tanto que se han constituido en asamblea de afectados a convocatoria de la asociación vecinal del barrio, La Unidad de Villaverde Este. A la primera de estas asambleas, el pasado 7 de octubre, acudieron alrededor de un centenar de personas, lo que demuestra que es un problema real que preocupa al vecindario.
Para conocer en persona el estado del espacio, quedé hace una semana con José Galán, miembro de la junta directiva de la asociación, con quien pude pasear por los solares mientras me ponía en antecedentes. En efecto, comprobé con mis propios ojos lo que ya he visto en otras zonas de similar problemática, pero en este caso en proporciones enormes dada la gran extensión afectada: mucha basura, vegetación descontrolada, toneladas de escombros, electrodomésticos desvencijados, aparcamiento caótico, restos de reparación de vehículos… Casi un vertedero, lo que da especial pena por ser evidentes las posibilidades de un espacio tan grande junto a las viviendas, ubicado en el mismo acceso al precioso Parque de la Dehesa Boyal.
Imagen antigua del espacio que serán expuestas en la jornada. A.V. La Unidad de Villaverde Este
‘Es necesaria una solución definitiva’
Éste es el panorama en la mitad izquierda que he mencionado. La mitad derecha, al ser propiedad del Ayuntamiento, se encuentra vallada y por lo tanto más limpia, pero igualmente está sin utilizar, y la valla ya presenta algún deterioro e indicios de paso. En esta parte, nos explica Galán, el Ayuntamiento tenía el compromiso de haber construido un centro sociocultural en la anterior legislatura, pero por no estar ordenado urbanísticamente aún no se ha hecho nada. “Nos costó trabajo que lo hicieran, pero por lo menos está vallado y lo limpian cada cierto tiempo”, comenta nuestro interlocutor, “pero los terrenos que hay a continuación [la mitad izquierda aludida], desde la prolongación de Martínez Oviol hasta Benita López, es un auténtico vertedero. El Ayuntamiento sostiene que los terrenos no son suyos, pero entonces tendrá que obligar a los dueños a que cumplan con las ordenanzas municipales… En todos estos años, creemos que ya ha tenido suficiente tiempo para averiguar quiénes son los propietarios y, si no cumplen con la normativa vigente, actuar. En un caso o en otro, el Ayuntamiento está evadiendo una responsabilidad que tiene, y no es cosa de dos días… Es cierto que lo han limpiado varias veces, pero es necesaria una solución definitiva. Ahí mismo hay ruedas de camión; frigoríficos desmontados, con lo que contamina el aislante que llevan…”. En efecto, en el panorama que ven mis ojos pueden observarse elementos que afectan a la salud pública, por no hablar de las probables plagas.
Los vecinos han dado al consistorio propuestas concretas de acción: “lo primero que tiene que hacer, bajo nuestro punto de vista, es limpiarlo. Y en segundo lugar, que se tomen medidas para que a la semana no esté otra vez igual. Pueden ponerse carteles disuasorios, realizar una campaña de sensibilización para que la gente no tire escombros y evitar que sea un lugar propicio para ello, colocando bolardos o los maceteros que van a quitar de la Gran Vía, para impedir el acceso de vehículos… Y mientras tanto, que se informen lo antes posible acerca de la propiedad de los terrenos y que actúen. Lo hemos denunciado por todas partes: en el 010, en Avisos Madrid, directamente a la concejala, a sus asesores, al servicio jurídico de la Junta Municipal… Llevamos toda la vida reivindicando y denunciando esto, y estamos hartos, porque además te da sensación de vivir en un barrio dejado, con toda la suciedad, los escombros, los excrementos… No podemos seguir así”, se desespera Galán.
Es por ello que los vecinos han decidido coger el toro por los cuernos. El primer paso fue la asamblea del 7 de octubre, y para el 13 de noviembre han convocado una jornada de convivencia y limpieza vecinal del solar. Será un acto reivindicativo y festivo a la vez, para “hacer barrio, cuidarlo y demostrar que los vecinos se preocupan por él”, nos explican desde la asamblea, a la par que pasar un día agradable de esparcimiento y socialización vecinal. Han recogido fotos antiguas de la zona para hacer un mural, y también habrá talleres y actividades infantiles, picoteo y muchas más actividades lúdicas. El acto estará abierto a quien quiera acercarse por allí a echar una mano y pasar un buen rato en vecindad, y también van “a invitar a la señora concejala para que venga el día 13 y lo vea en la práctica”, nos dice Galán. Desde luego, parece una oportunidad excelente para comprobar “en directo” cómo nuestro distrito tiene un vecindario inquieto y muy activo para cuidarlo y mejorarlo, una fuerza colosal (ya lo ha demostrado un montón de veces) para el desarrollo de nuestros barrios. Pues ése es el mejor capital de que dispone Villaverde: sus vecinos.
ROBERTO BLANCO TOMÁS
________________________ Jornada de convivencia y limpieza vecinal del solar
El 13 de noviembre, de 11:00 a 13:00, los vecinos han convocado una jornada de convivencia y limpieza vecinal de los solares objeto de este reportaje. Además de la limpieza entre todos del espacio, se han programado para ese día una exposición con imágenes del mismo recopiladas entre el vecindario, diversos talleres y juegos infantiles, picoteo y otras actividades en preparación, amén del disfrute que supone pasar un rato agradable de vecindad.
Las reivindicaciones más urgentes de los vecinos son que se prohíba el paso de vehículos a los solares, que se realice una limpieza integral de los mismos, pedir al Ayuntamiento la aclaración y definición de la propiedad de todos los terrenos afectados, instalar papeleras y maceteros que puedan obstaculizar el paso de vehículos y delimitar el espacio. Para más adelante, proponen destinar el uso de los terrenos para infraestructura de aparcamientos y parque, o la finalidad de uso social que puedan acordar los vecinos y vecinas.
Regular el estacionamiento de la micromomovilidad es uno de los objetivos de la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible para garantizar la accesibilidad universal
en las aceras
Con el objetivo de liberar las aceras y garantizar la accesibilidad global en todas las zonas peatonales, el Ayuntamiento ha habilitado en octubre 610 nuevas plazas de aparcamiento para bicis y Vehículos de Movilidad Personal (VMP) en 17 distritos, entre ellos el nuestro. Con estos nuevos aparcabicis y aparcapatinetes se dará servicio a 12.970 bicicletas y VMP en la ciudad, liberando aceras para los peatones y ofreciendo a los usuarios de estos vehículos un espacio seguro donde poder estacionar.
Las ubicaciones escogidas para su implantación atienden a tres necesidades: son lugares con alto movimiento de personas como intercambiadores, zonas comerciales, centros de trabajo, educativos o sanitarios; la demanda vecinal y los puntos con especial afluencia de bicis y VMP. Se pretende así facilitar la integración entre los diferentes modos de transporte y fomentar la movilidad sostenible. Éste y promover la transformación de la movilidad hacia medios de transporte menos contaminantes son dos de los principales objetivos de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360.
La nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible que el Ayuntamiento aprobó el pasado 13 de septiembre contempla, entre otros cambios, la reordenación progresiva del estacionamiento de patinetes y bicicletas, desplazándolos a la calzada y ofreciéndoles plazas y anclajes específicos. Desde que entró en vigor el pasado 22 de septiembre, estos vehículos están obligados a estacionar en reservas específicas. Cuando no exista un anclaje a menos de 50 metros, patinetes y bicicletas podrán aparcar en acera siempre que se respete un ancho libre de paso de, al menos, tres metros para los peatones.
Se da así respuesta a las peticiones vecinales, con especial atención a las personas con movilidad reducida, que se han visto particularmente afectadas por la proliferación de vehículos compartidos en las calles y zonas peatonales de Madrid.
En nuestro distrito, estarán presentes en Villaverde Alto, Los Ángeles, San Cristóbal de los Ángeles y Villaverde Bajo
En este mes de octubre, después de casi un año de espera por el retraso en la convocatoria de las subvenciones en las que se encuadra el proyecto, los dinamizadores y dinamizadoras vecinales han vuelto a los barrios de Madrid, donde se han convertido en figuras de referencia para la convivencia y el encuentro cotidianos. Gracias al Servicio de Dinamización Vecinal (SDV), impulsado por la FRAVM, se da continuidad a un programa que nació en 2004 a iniciativa del movimiento ciudadano, como una herramienta de mediación vecinal e intercultural.
El servicio, que arrancó en julio, incorpora ahora y durante todo 2022 a las y los dinamizadores vecinales que estarán presentes en 22 barrios de 11 distritos de la capital. Mediar en los barrios implica paliar desigualdades, que en tiempos de pandemia son muchas más, y fomentar la convivencia para que la ciudadanía, especialmente la más desfavorecida, sea protagonista gracias a una verdadera convivencia y cohesión social e intercultural. Durante estos meses se han agudizado muchos de esos problemas y se han apoyado iniciativas solidarias como los comedores sociales o la recogida de alimentos.
El proyecto, que vuelve con fuerza y con ganas de retomar su actividad en los barrios de la capital, impulsa la participación social mediante la intermediación y la dinamización comunitaria como metodología de intervención. Se centra en tres ejes fundamentales de acción: la promoción de la convivencia y la participación social, la mediación y resolución de conflictos y por último la información, orientación, formación y capacitación. Todo ello gracias al impulso de procesos de participación desde espacios de encuentros culturales y vecinales.
El SDV, que en 2019 atendió a más de 70.000 personas, se dirige a distintos sectores de la población de los barrios, desde la gente joven hasta la más mayor, fomentando una participación adecuada a sus necesidades y a sus capacidades. Así, incide en la participación online a través de páginas web y de una app para interactuar con la población del barrio y dar a conocer todas sus actividades.
Pero el servicio también integra a quienes tienen mayor dificultad con los medios digitales mediante el proyecto Virtualbarr, Barrios Conectad@s, para fomentar y apoyar en el uso práctico de las ya no tan nuevas tecnologías.
Soledad no deseada
Durante los próximos 15 meses, sus dinamizadores abordarán además una preocupante realidad en nuestros barrios, como es la soledad no deseada, abordando la detección de esta otra pandemia gracias a la cercanía, presencia y confianza con la gente del barrio.
Trabajar en el entorno implica también trabajar por él, por su cuidado y mejora, por lo que el Servicio de Dinamización Vecinal tendrá muy presentes los Objetivos de Desarrollo Sostenible, impulsados por Naciones Unidas, que buscan mejorar las condiciones de la población a la vez que se protege el planeta.
Para llevar a cabo sus objetivos, los dinamizadores trabajarán en estrecha colaboración con los Servicios Sociales y los recursos existentes en el entorno, colaborando así con las Administraciones, especialmente con el Ayuntamiento, en todos los temas de especial interés para la ciudadanía.
En el Distrito Villaverde, el SDV estará presente en Villaverde Alto, Los Ángeles, San Cristóbal de los Ángeles y Villaverde Bajo.
El pasado día 24 de octubre se desarrolló en el Polideportivo de Villaviciosa la primera jornada de Judo Schools League 2021, que comenzó con un estricto protocolo de seguridad y control de temperatura, así como de las licencias federativas.
El tatami estaba dividido en siete zonas de competición, y nuestro club participó en ella con cinco equipos, consiguiendo el equipo alevín medalla de plata; los tres equipos benjamines medallas de oro, plata y bronce; y el equipo de mini-benjamines medalla de oro. Con estos impresionantes resultados, el Gimnasio Castilla ha conseguido clasificarse para la fase final en todas las categorías disputadas.
Queremos dar las gracias a todos los participantes, y también a todas las familias y aficionados del club por su apoyo y seguimiento. Ahora, a seguir trabajando para la final.
Por fortuna, cada vez somos más conscientes de que llevar una vida sedentaria e inactiva es totalmente perjudicial para nuestra salud, tanto física como mental. De hecho, es frecuente ver cómo buena parte de la población se anima a practicar algún tipo de deporte o hacer algo de ejercicio, mejor aún si es al aire libre.
Pero también sucede que muchas personas, por desconocimiento o pereza, no se animan a dar el paso de ponerse en movimiento: “No sé por dónde empezar ni qué hacer”, “Es aburrido practicar deporte solo” o “No tengo tiempo” son expresiones a las que recurrimos en muchas ocasiones para justificar nuestra quietud.
Ahora, en Villaverde ya no hay excusas para no iniciarse en la práctica deportiva, porque la Junta Municipal ha puesto en marcha el programa “Villaverde se cuida”, con el que pretende que la población del Distrito se anime a practicar ejercicios para combatir el sedentarismo. La idea es hacer que la práctica de actividad física se convierta en hábito, pero un hábito social y divertido. No se trata de realizar duros entrenamientos basados en fuerza y resistencia, sino de activar nuestro cuerpo y cuidarlo como medio para que se mantenga sano.
Hasta el 26 de noviembre, en diferentes emplazamientos y en sesiones gratuitas de mañana, de 11:00 a 12:00, y de tarde, de 18:00 a 19:00, se han programado clases de zumba, baile activo y otras modalidades adaptando las actividades a las personas que participen y al tiempo que quieran, ya que no es necesario estar en toda la clase.