Si atendemos a algunas de las últimas noticias de nuestro barrio, cabe preguntarse si la desigualdad económica se hace extensible también al campo de la salud. Si ser residente de un barrio como Villaverde, o de tantos otros del sur de Madrid, condiciona irremediablemente tu esperanza de vida. Primero fue la aprobación y puesta en marcha del crematorio de la M40. Ahora, la saturación absoluta del Centro de Salud de Los Rosales. Parce ser que en este ámbito tampoco somos todos iguales.
Basta con revisar algunos datos básicos de Madrid para comprobar que la renta influye en la esperanza de vida, y no poco precisamente. Y eso pese a vivir en un país en el que existe una gran sanidad pública, cada vez más dañada, eso sí, por la falta de recursos. Pero a lo que íbamos: con los últimos datos del Ayuntamiento, la esperanza de vida del municipio de Madrid asciende a 86 años, pero si rebuscamos un poco más apreciamos notables diferencias entre distritos. El de más renta media neta de la ciudad, Chamartín, se va hasta los 86,4 años. Las tres siguientes zonas más ricas siguen la misma estela: Salamanca 86,9, Chamberí 86,2 y Moncloa-Aravaca 86,4; todas por encima de la media. Pero en el otro extremo, el distrito de menos renta, Usera, se queda una esperanza de vida de 84,8 años, y el segundo, Puente de Vallecas, tiene un registro aún peor: 84,6. El nuestro, Villaverde, queda también algo por debajo del promedio (85,9).
Si hacemos uso de la estadística, la relación entre esperanza de vida y renta se ve muy clara en nuestra ciudad, ya que ambas variables presentan una correlación muy fuerte entre sí. Con estos datos se puede incluso afirmar que 10.000 euros adicionales de renta neta media equivalen a un año más de vida (en promedio). Puede parecer poco relevante, pero no lo es si tomamos en cuenta que hay distritos que casi triplican la renta de otros. Por finalizar con el torrente de datos, las diferencias siguen siendo muy evidentes en otros municipios de la Comunidad de Madrid. Dos de los que aparecen siempre en los listados de los más ricos de España, Pozuelo y Boadilla, tienen según el INE una esperanza de vida de 86,3 y 86,8 años. Por su parte, localidades más humildes como Parla y Fuenlabrada se quedan en 83,2 y 84,1.
Los datos hablan por sí solos, y advierten que en materia de salud la desigualdad también existe. Discernir los motivos es complicado, pero el acceso a la sanidad privada, el poder costearse unos hábitos de vida saludables pero caros, y por supuesto el abandono institucional, están sin duda entre ellos. Que algunos políticos consideren al Sur el vertedero de la ciudad no podía salirnos gratis. A su vez, todo esto nos hace recordar que cualquier recorte en la sanidad pública puede ser catastrófico y provocar que esta brecha sea cada vez mayor. El auge de la sanidad privada no puede conducir a que solo se cure quien se lo pueda pagar, no es tolerable. Pero lo cierto es que, a día de hoy, aquello de que ser pobre quita años de vida es algo más que un dicho popular en la ciudad de Madrid.
Foto: Josef Antoni