Un emotivo e interesante acto celebrado el 18 de mayo en la Biblioteca María Moliner repasó la historia de Villaverde
El 18 de mayo, en la Biblioteca María Moliner, se celebró un encuentro promovido por Foro Minorías con el lema “Mi barrio, aquellos buenos vecinos”. En él participaron vecinos y asociaciones de Villaverde.
En este encuentro todos hemos aprendido algo muy valioso: la solidaridad, la perseverancia, la lucha por lo justo y la historia de nuestro barrio, que es la historia de nuestros vecinos. Unos han recordado, otros hemos aprendido, que Villaverde fue el último pueblo absorbido por Madrid, el 31 de julio de 1954.
Que está constituido por personas que vinieron de todos los pueblos y regiones de España, de gentes sencillas que buscaban un futuro mejor para ellos y sobre todo para sus hijos.
Hemos sabido:
— De la solidaridad de los vecinos para compartir. De la lucha en San Mario por convertir una caseta de aperos en iglesia. De la alegría de Enrique que, con cinco años, se bañaba en las aguas cristalinas del arroyo Bueno, y de su asombro al ver una fila de personas con bolsas de comida que repartía el cuartel de Ingenieros.
— Del afán de superación del Grupo Cultural del Pino por erradicar el analfabetismo en las mujeres.
— Del tesón de la Asociación Cultural de Amas de Casa de San Cristóbal para concienciar de las dificultades del transporte público, la reivindicación de los puentes de la carretera de Andalucía, la lucha para que en cada centro de salud hubiera una sala con camas para urgencias, la denuncia de la contaminación por Aristrain, de su empeño para que en los colegios Azorín y Ramón Gómez de la Serna se impartieran clases para adultos.
— De la iniciativa de algunos obreros de la antigua Chrysler España, padres de niños diferentes, para fundar Afandice y conseguir la creación del Centro Ocupacional de Villaverde.
— Del buen hacer del instituto de San Cristóbal en los años 70-80 creando un plan experimental de estudios llamado “Plan Dalton” con gran éxito: más del 50% fueron doctores en el 1º de Octubre y otros tuvieron puestos relevantes en nuestra sociedad.
— Del coraje de 17 mujeres “Madres por la Esperanza” en su lucha contra la lacra de la droga en los años 80.
— De la valentía del patriarca gitano Tío Basilio y su familia en su batalla contra el narcotráfico.
— De la tristeza, desconcierto y determinación de Fernando Sanz, que vino a aprender el oficio de sacerdote a Villaverde y fue párroco en San Félix durante 17 años (barrio de los Toreros), y su equipo de colaboradores, que atendieron a personas drogodependientes en los años 80. “’¡Cuantos funerales de jóvenes no habré celebrado!”. El fantasma del sida escondido tras la heroína dio la cara, llevándose a muchos y provocando un gran desconcierto: ¡nadie sabía lo que era el sida! “Vamos a crear una asociación para ayudar a los colegas a dejar la heroína”. ¡Ése fue el nacimiento de la Asociación Arco Iris!
— Del deporte promovido por la A.V. San Nicolás (primera asociación legalizada en España; sus estatutos se copiaron de los de la Corporación Mondragón), impulsando la creación de los Juegos Municipales, con la idea de que participasen todos los jóvenes de los distritos de Madrid. En este pequeño barrio de 750 vecinos se crearon unos 17 equipos de distintas disciplinas. La ilusión de esos niños era la de llegar a un equipo de los grandes, y la misión de la asociación era proporcionarles los primeros medios para conseguirlo.
Con el testimonio de los participantes en este encuentro hemos sabido del pasado de nuestro barrio, y todos coincidimos en ver el futuro con esperanza.
ANA MARÍA DÍAZ BARCALA