Todos los años, en los atisbos del “buen tiempo primaveral”, llegan o pasan por Villaverde tres especies de aves muy especiales: son estrictamente insectívoras y están íntimamente ligadas a las edificaciones humanas. Son: la golondrina, el avión y el vencejo.
Estas aves llegan a nuestros barrios, desde sus cuarteles de invierno de África y habiendo recorrido miles de kilómetros, para criar. Estarán hasta finales del verano y migrarán de nuevo al sur, cruzando además el desierto del Sahara. ¡Pesan tan solo de 20 a 50 g!
Aquí construyen o reforman sus nidos con el barro disponible (golondrinas y aviones) o aprovechan determinados huecos de los edificios (vencejos). Todos ellos sacan sus proles alimentándose de los insectos voladores, nos libran de sus picaduras y combaten las plagas de nuestras plantas. Son nuestros aliados, y sobrarían pues insecticidas químicos. Cada avecilla llega a cazar hasta 60 insectos cada hora, 800 diarios y 200.000 durante su estancia en Villaverde. Por su valor ecológico y beneficio para el hombre, estas especies están protegidas por ley.
Pero aún se destruyen los nidos de barro y se tapan los huecos donde anidan los vencejos. Hay que recalcar que estas prácticas están prohibidas y castigadas por la ley, ya que la protección se extiende a sus huevos, nidos e incluso a las molestias que se les ocasione.
Debemos estar orgullosos de tener como vecinos a nuestros tres mosquiteros urbanos. Más información: https://sites.google.com/view/gavdevillaverde
RAÚL MARTÍNEZ