Los vecinos, hartos de la situación creada por la dejadez municipal respecto a un espacio, entre las calles Benita López y Leonor Góngora, en creciente deterioro
En este periódico venimos denunciando lo que ya parece una desafortunada “tradición” en los distritos del sur: la dejadez de las Administraciones, sobre todo de la más cercana, la municipal, que se refleja de manera especial en determinados espacios en los que el abandono es claramente visible. Son espacios “olvidados” por los servicios municipales de limpieza y mantenimiento, en los que la suciedad, el deterioro y los usos inapropiados ganan terreno ante la desesperación de los vecinos afectados.
Este mes hemos visitado uno cuya situación es particularmente lamentable. Se trata del situado entre las calles Benita López y Leonor Góngora, con la calle de Eduardo Minguito como límite norte y la Gran Vía de Villaverde como límite sur. Una zona descampada de cuyo mantenimiento, especialmente la mitad izquierda entre Benita López y la prolongación de la calle de Martínez Oviol hasta la Gran Vía, el consistorio se ha desentendido hasta el momento excepto en “limpiezas relámpago” realizadas en momentos puntuales. Hablamos de un problema cuya duración en años ya se cuenta en dos cifras; vamos, que no es cosa de anteayer. Y claro, los vecinos ya están bastante hartos. Tanto que se han constituido en asamblea de afectados a convocatoria de la asociación vecinal del barrio, La Unidad de Villaverde Este. A la primera de estas asambleas, el pasado 7 de octubre, acudieron alrededor de un centenar de personas, lo que demuestra que es un problema real que preocupa al vecindario.
Para conocer en persona el estado del espacio, quedé hace una semana con José Galán, miembro de la junta directiva de la asociación, con quien pude pasear por los solares mientras me ponía en antecedentes. En efecto, comprobé con mis propios ojos lo que ya he visto en otras zonas de similar problemática, pero en este caso en proporciones enormes dada la gran extensión afectada: mucha basura, vegetación descontrolada, toneladas de escombros, electrodomésticos desvencijados, aparcamiento caótico, restos de reparación de vehículos… Casi un vertedero, lo que da especial pena por ser evidentes las posibilidades de un espacio tan grande junto a las viviendas, ubicado en el mismo acceso al precioso Parque de la Dehesa Boyal.
‘Es necesaria una solución definitiva’
Éste es el panorama en la mitad izquierda que he mencionado. La mitad derecha, al ser propiedad del Ayuntamiento, se encuentra vallada y por lo tanto más limpia, pero igualmente está sin utilizar, y la valla ya presenta algún deterioro e indicios de paso. En esta parte, nos explica Galán, el Ayuntamiento tenía el compromiso de haber construido un centro sociocultural en la anterior legislatura, pero por no estar ordenado urbanísticamente aún no se ha hecho nada. “Nos costó trabajo que lo hicieran, pero por lo menos está vallado y lo limpian cada cierto tiempo”, comenta nuestro interlocutor, “pero los terrenos que hay a continuación [la mitad izquierda aludida], desde la prolongación de Martínez Oviol hasta Benita López, es un auténtico vertedero. El Ayuntamiento sostiene que los terrenos no son suyos, pero entonces tendrá que obligar a los dueños a que cumplan con las ordenanzas municipales… En todos estos años, creemos que ya ha tenido suficiente tiempo para averiguar quiénes son los propietarios y, si no cumplen con la normativa vigente, actuar. En un caso o en otro, el Ayuntamiento está evadiendo una responsabilidad que tiene, y no es cosa de dos días… Es cierto que lo han limpiado varias veces, pero es necesaria una solución definitiva. Ahí mismo hay ruedas de camión; frigoríficos desmontados, con lo que contamina el aislante que llevan…”. En efecto, en el panorama que ven mis ojos pueden observarse elementos que afectan a la salud pública, por no hablar de las probables plagas.
Los vecinos han dado al consistorio propuestas concretas de acción: “lo primero que tiene que hacer, bajo nuestro punto de vista, es limpiarlo. Y en segundo lugar, que se tomen medidas para que a la semana no esté otra vez igual. Pueden ponerse carteles disuasorios, realizar una campaña de sensibilización para que la gente no tire escombros y evitar que sea un lugar propicio para ello, colocando bolardos o los maceteros que van a quitar de la Gran Vía, para impedir el acceso de vehículos… Y mientras tanto, que se informen lo antes posible acerca de la propiedad de los terrenos y que actúen. Lo hemos denunciado por todas partes: en el 010, en Avisos Madrid, directamente a la concejala, a sus asesores, al servicio jurídico de la Junta Municipal… Llevamos toda la vida reivindicando y denunciando esto, y estamos hartos, porque además te da sensación de vivir en un barrio dejado, con toda la suciedad, los escombros, los excrementos… No podemos seguir así”, se desespera Galán.
Es por ello que los vecinos han decidido coger el toro por los cuernos. El primer paso fue la asamblea del 7 de octubre, y para el 13 de noviembre han convocado una jornada de convivencia y limpieza vecinal del solar. Será un acto reivindicativo y festivo a la vez, para “hacer barrio, cuidarlo y demostrar que los vecinos se preocupan por él”, nos explican desde la asamblea, a la par que pasar un día agradable de esparcimiento y socialización vecinal. Han recogido fotos antiguas de la zona para hacer un mural, y también habrá talleres y actividades infantiles, picoteo y muchas más actividades lúdicas. El acto estará abierto a quien quiera acercarse por allí a echar una mano y pasar un buen rato en vecindad, y también van “a invitar a la señora concejala para que venga el día 13 y lo vea en la práctica”, nos dice Galán. Desde luego, parece una oportunidad excelente para comprobar “en directo” cómo nuestro distrito tiene un vecindario inquieto y muy activo para cuidarlo y mejorarlo, una fuerza colosal (ya lo ha demostrado un montón de veces) para el desarrollo de nuestros barrios. Pues ése es el mejor capital de que dispone Villaverde: sus vecinos.
ROBERTO BLANCO TOMÁS
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Jornada de convivencia
y limpieza vecinal del solar
El 13 de noviembre, de 11:00 a 13:00, los vecinos han convocado una jornada de convivencia y limpieza vecinal de los solares objeto de este reportaje. Además de la limpieza entre todos del espacio, se han programado para ese día una exposición con imágenes del mismo recopiladas entre el vecindario, diversos talleres y juegos infantiles, picoteo y otras actividades en preparación, amén del disfrute que supone pasar un rato agradable de vecindad.
Las reivindicaciones más urgentes de los vecinos son que se prohíba el paso de vehículos a los solares, que se realice una limpieza integral de los mismos, pedir al Ayuntamiento la aclaración y definición de la propiedad de todos los terrenos afectados, instalar papeleras y maceteros que puedan obstaculizar el paso de vehículos y delimitar el espacio. Para más adelante, proponen destinar el uso de los terrenos para infraestructura de aparcamientos y parque, o la finalidad de uso social que puedan acordar los vecinos y vecinas.