Las concesionarias fueron penalizadas con 558.192 euros por no cumplir con los parámetros previstos y los usuarios consideran un sistema complicado.
Las cuatro empresas concesionarias del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) inteligente fueron penalizadas con 558.192 euros, cantidad que se han descontado de las facturas entre el 1 de julio de 2014 al 31 de diciembre, por no cumplir con los parámetros previstos, ha destacado este martes la directora general de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Madrid, Elisa Barahona, en la última comisión del ramo de la legislatura.
Son 300.000 las transacciones que se hacen a diario con el SER inteligente. Para Barahona, la valoración del contrato integral de movilidad es “muy positiva”, con un modelo “pionero en el mundo”, con “más prestaciones al usuario y más equitativo y eficaz”.
Entre las ventajas para el usuario ha citado el pago por móvil y el monedero electrónico mientras que entre las de la Administración ha señalado el “mayor control de la indisciplina”. La lectura que ha hecho la socialista Ruth Porta ha sido diametralmente opuesto.
“Es un galimatías, se tarda mucho en sacar el tiquet, se averían mucho y se quedan demasiadas veces fuera de servicio porque parece que los parquímetros no están preparados para determinadas inclemencias del tiempo”, ha criticado.
A eso ha sumado que “se apagan y otros se quedan fuera de conexión”, además de “los fallos en el pago con tarjeta”, algo de lo que habla en primera persona, como usuaria.
Tampoco ha dudado en asegurar que “aceptan cualquier matrícula, aunque sea falsa”. Su resumen es que los madrileños son “los paganinis” de un “desastre” que ha sido “la mayor demostración de que esto de pagar por objetivos es un fraude ruinoso”.
La directora Barahona ha concretado que algunos de los parquímetros que aparecen como no conectados están así por “estar cerca de inhibidores”.
Los ha reducido a “diez en toda la ciudad”, como el que está próximo a la embajada de Estados Unidos. Ha recordado que si los parquímetros no funcionan “se penaliza a las empresas”.
En cuanto a que acepten matrículas falsas, como ha asegurado Ruth Porta, la directora ha contestado que no es cierto, sino que es un sistema que permite recoger “matrículas extranjeras”.
Fuente: LaVanguardia.com