Últimamente se ha hablado mucho de la desaparición alarmante de nuestros gorriones, incluso con una campaña de concienciación y divulgación. La pena es que esto se deba a un convenio económico entre el Ayuntamiento de Madrid y una prestigiosa ONG convertida, en los últimos tiempos, en una empresa de servicios y al servicio de quien paga. Seguro que esta campaña acabará cuando se rescinda el contrato aunque nuestros gorriones sigan desapareciendo en silencio.
El gorrión común está desapareciendo del centro de las ciudades y solo quedan los que viven en las periferias, extrarradios y en el medio rural, donde convive desde tiempos inmemoriales con el hombre. De hecho, es tal la relación con nosotros, que no hay gorriones en los pueblos abandonados.
La contaminación, la falta de alimento adecuado, la graduada desaparición de puntos idóneos de cría, el debilitamiento de su salud y poca resistencia a enfermedades, son las principales causas del descenso de las poblaciones urbanas.
En Villaverde, desde hace tiempo (mucho antes de la campaña de concienciación) les proporcionamos comederos adecuados, bebederos y bañaderos, nidales específicos y hábitats donde refugiarse, tanto en el núcleo urbano como en nuestros parques, jardines y huertos comunitarios.
Pero todos podemos ayudar. En mi casa, crían en la salida de humos del extractor y no me molestan, pues todos los días me despierto con sus sonidos y soy testigo de su actividad. No sé si me lo agradecerán, pero con su presencia ya estoy suficientemente pagado. Gracias Passer domesticus.
RAÚL MARTÍNEZ | @VillaverdeAmbi2