La Semana Santa inunda nuestros televisores de películas ya vistas por todos en innumerables ocasiones. Hay algo enigmático en ese tipo de cine que nos reengancha y podemos ver al bueno de Judá Ben-Hur en sus avatares y no despegarnos del sofá. Más complicados son de aguantar los 800 minutos del Jesús de Nazareth de Franco Zeffirelli. Alguno puede optar por la excelente La pasión de Mel Gibson. Propuesta original, en arameo y con un rodaje no exento de polémica. Se dice que Mel Gibson se ha aventurado a rodar la segunda parte, sería una gran noticia. También, y con el espíritu de Pasolini, se puede revistar una de sus grandes y controvertidas obras, El evangelio según San Mateo.
Película:
Prescindiendo de clásicos y quedándonos con una propuesta española, considero que la película El Judas (1952) del muy interesante Ignacio F. Iquino —ojo con sus películas del destape. ¿Qué le pasó? Serían alimenticias—, merece mucho la pena (https://www.filmaffinity.com/es/film168159.html)
Es una película que emparento mucho con nuestros rodajes villaverderos. Todo es a través de una representación de vecinos —son la gran mayoría de actores—. Es cierto que hay una moralina final un tanto fuera de tono, pero en modo alguno ensombrece una propuesta más que sugerente.
Libro:
Massimo Recalcati ha publicado su sobresaliente La noche de Getsemaní, un ensayo que recorre lo que sucede en Getsemaní y desarbola cómo la Gloria del Mesías se ve resecada por la violencia irrefrenable de su caída. Analiza cómo se abandona a Jesús en el momento de mayor necesidad. Va desarrollando las tres experiencias que considera determinantes: la traición, la angustia por la muerte y la soledad en la plegaria. En un primer momento está el anuncio de la pasión y muerte, para pasar a la traición de todos sus discípulos, remarcando a Pedro; posteriormente llega el mencionado hundimiento de Jesús por angustia, el beso de Judas y el procedimiento de Jesús. Un ensayo dinámico y muy recomendable.
Había que mencionar una de las grandes novelas de José Saramago, El evangelio según Jesucristo y la genialidad que desarrolló Norman Mailer en El evangelio según el Hijo.
Fabular:
Mucho antes de que Zeffirelli rodase su Jesús, el proyecto fue encargado a Ingmar Bergman. Es posible que junto a Nuria Pérez Matesanz podamos publicar los folios que dejó escrito el maestro.
Bergman, en su propuesta, reflexionó sobre las últimas cuarenta y ocho horas de vida de Jesús. Eso sí, su planteamiento no incluía de un modo directo la visión del propio Jesús, sino que se desarrollaba a través de los protagonistas que él entendía como fundamentales, de ahí que su idea estuviese divida en siete episodios: María —madre de Jesús—, Judas, Pedro, María Magdalena, el soldado que se encargó de realizar la corona de espinas, Simón de Cirene —que llevó la cruz— y Poncio Pilatos con su mujer. En cada episodio se reflejaba el cambio profundo que se producía en cada uno de los protagonistas debido a su contacto con Jesucristo en sus últimas horas, y cómo su vida iba a tener muy poco que ver con lo que ya conocían de sí mismos.
Jesús de Nazareth de Carl Th. Dreyer. Fraga y su Ley de Prensa e Imprenta de 1966 intentaron dar un vuelco a la censura y quisieron poner a España en el centro del universo cinematográfico. Para ello, y aunque Fraga no sabía quién era, se dio luz verde para que el prodigioso proyecto de Dreyer sobre Jesús se rodase en España. No se hizo porque Dreyer murió, pero sí nos queda el guion para leerlo con entusiasmo. Si hay ganas de Dreyer, recomiendo la gran obra maestra que es Ordet (https://www.filmaffinity.com/es/film489524.html).
Pasearemos en busca de procesiones que no tengan mucha gente y asistiremos a recitales de coros que se adentren en Mozart o Fauré, por citar solo dos ejemplos.