Las palpitaciones son una sensación muy molesta de aceleración del ritmo cardiaco que se puede presentar en distintas situaciones de nuestra vida cotidiana. Pueden estar justificadas por una taquicardia, es decir, por una frecuencia cardiaca más alta de lo normal. Eso significa que en un momento determinado del día nuestro corazón empieza a latir más rápido para bombear la sangre, y como consecuencia genera una sensación de molestia en el pecho. La persona puede sentir los latidos en él. Habitualmente, surgen como respuesta en una situación de estrés o ansiedad.
El corazón bombea la sangre con una frecuencia de entre 60 y 100 latidos por minuto normalmente en personas sanas. En personas jóvenes, estos síntomas no suelen ser graves. En ocasiones, pueden durar varios minutos o incluso horas. En ese caso, si las palpitaciones no desaparecen, puede ser conveniente acudir a un centro de salud o de urgencias cercano para evaluar la posible presencia de una arritmia en el corazón. Esta determinación es sencilla, y se practica con un electrocardiograma, que es la máquina que conecta unos electrodos al pecho y mide el funcionamiento del corazón; sirve para comprobar que todo está bajo control.
Si las palpitaciones se pasan en el momento pero se repiten con cierta frecuencia durante los días de la semana y se hace repetitivo, conviene consultar con el médico para evaluar si es necesario descartar otros desencadenantes. El hipertiroidismo es una alteración del funcionamiento hormonal en el tiroides, que puede generar taquicardias. Para valorarlo basta con un análisis de sangre para comprobar que el nivel de hormonas es adecuado o si necesita tratamiento. Las palpitaciones pueden aparecer tras practicar ejercicio físico, con la fiebre por alguna infección; también influye el consumo de excitantes (café, té, nicotina) y las drogas.
En personas mayores, sobre todo con factores de riesgo cardiovascular (diabetes, hipertensión, antecedentes de infarto o angina), se debe tener más precaución, y en caso de asociar algún dolor fuerte en el pecho opresivo o sensación de asfixia, sudor frío, náuseas o agotamiento debe consultar lo antes posible para comprobar si hay otra complicación.
Si las palpitaciones se repiten a menudo y se acompañan de taquicardias, conviene descartar otras causas. Es un motivo habitual de consulta, y en casos puntuales puede ser necesaria otra evaluación más especializada para complementar con pruebas de imagen (ecocardiograma) y holter (un aparato que mide el ritmo cardiaco durante todo el día y detecta posibles anomalías).