Últimamente hemos podido asistir al nacimiento de un nuevo concepto encuadrado en el mundo profesional: la transformación digital. Por ello esta vez me dirijo más a los profesionales (autónomos o empresarios) para que reflexionen si realmente han realizado ya esa transformación en sus negocios.
No existe en realidad una sola definición, a mi entender, de dicho concepto. Lo que está claro es que no se trata solo de utilizar la última tecnología, estar en las redes sociales y tener una bonita página web. Aunque esos elementos pueden ayudar y contribuir a esa transformación, no son los más importantes.
Quizás, en mi opinión, lo que más necesita alguien que quiera realizar una verdadera transformación digital en su negocio es la mentalidad, es decir, estar abierto a todo, a emprender (otro concepto de moda), a formarse y aprender, a coordinarse y colaborar con otras personas, a empatizar, etc. Parecen muchas cosas, pero en realidad se puede resumir en “tener ganas de cambiar las cosas”.
Y el término “digital”, ¿qué pinta? Pues en realidad está ahí porque gran parte de esa transformación necesita de tecnología. Muchas herramientas y procesos requieren de elementos físicos como los ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, comunicaciones como la fibra, ADSL, 4G, etc.; y de aplicaciones y servicios, desde los ERP, CRM, programas ofimáticos, de diseño, etc., hasta los servicios en la nube, que pagas por lo que usas, por lo que la utilización de Internet se hace imprescindible, debiendo crear todo negocio su ecosistema digital (web, RRSS, blog, marketing digital, etc.). Así, si la base tecnológica de una empresa era importante hasta ahora, con la transformación digital se convierte en indispensable, pero siempre en combinación con esa mentalidad de la que hablaba, cambiando y modificando actitudes frente a la nueva realidad del mundo actual. En conclusión, esa transformación digital tiene que empezar con las personas.
¿Está preparado tu negocio para la transformación digital? ¿Y tú?