Un vecino de Villaverde Alto denuncia el mal estado de baldosas y bancos y critica la falta de actuación por parte de la Administración municipal.
El paseo de Alberto Palacios es considerado, tradicionalmente, la arteria principal de Villaverde Alto – San Andrés. Centro neurálgico y punto de encuentro vecinal, ha sido testigo mudo de la profunda transformación que ha sufrido el barrio y su población en los últimos años. Su estado actual preocupa a una parte de los vecinos de la zona, en especial a aquellos que lo utilizan a diario para pasear y que llevan más de medio siglo viviendo en sus inmediaciones.
“Es lo único de lo que disponemos para pasear y donde nos solemos juntar. Queremos que este espacio principal del barrio esté en condiciones decentes”, resume uno de estos residentes, octogenario, que prefiere mantener el anonimato. Este ciudadano pinta un panorama no demasiado halagüeño de este espacio estancial, con una serie de deficiencias de las que hace culpable directamente al Ayuntamiento de Madrid, por su inacción. Habla de agujeros y baldosas levantadas por raíces de árboles, de que los nuevos grandes cubos de basura invaden las aceras sin un plan preconcebido para su alojamiento y de alcorques sin plantas que representan un nuevo obstáculo en el camino del paseante. Pero también de otros problemas, como la venta ambulante en días determinados, la ocupación de espacio público con la construcción de un ascensor y de una limpieza y conservación que, a su juicio, “brilla por su ausencia”, señala.
“Tenemos hasta tres tipos de bancos: de piedra con respaldo de madera, de madera solo y de hierro en un corto espacio. Pero los que más nos gustan son los que no tienen respaldo y los que no tienen asientos y que están así desde hace varios meses”, ironiza.
La convivencia
Otra de las cuestiones que preocupa a este vecino es la convivencia, que, en su opinión, se ve perjudicada por determinadas conductas. Entre ellas, la del uso del ámbito más próximo a la escultura de la tortuga como un área de juegos infantil con uso de balones y bicicletas, generalmente, por parte de menores. “Sería conveniente que al principio del paseo, junto a la plaza de Ágata, se pusieran carteles de que está prohibida la circulación de bicicletas”. Por último, pone el foco en el papel de las asociaciones de vecinos. “La verdad es que existen, pero hace falta que funcionen en condiciones”, critica.
Por último, explica que desde enero de 2011 llevan registrando escritos en la Junta Municipal de Villaverde solicitando la reparación del paseo de Alberto Palacios y el cambio de su mobiliario urbano, con especial hincapié en sus bancos, sin ningún tipo de respuesta.
El autor del presente reportaje ha querido contar con una respuesta municipal acerca de estas críticas vecinales, sin conseguirlo al cierre de esta edición.
GUZMÁN A.