La entrada del verano producía en “El 12” sentimientos de incertidumbre y cansancio, mirando con temor hacia el pasado y con respeto hacia el futuro. Siendo consciente de que su sistema, el sanitario, continuaba siendo castigado como en los últimos años. Años de recortes y privatizaciones, cuyos responsables permanecen en el poder, jugando las mismas cartas. Todo marketing y titulares vacíos
Se preguntaba dónde estaban los planes, medidas y soluciones para reforzar su sistema, al mismo tiempo que veía que se vapuleaba a los “héroes y heroínas” con contratos con letra pequeña y manejados como títeres, no solo en sanidad, sino también en otros sectores como personal de supermercados, transportistas, trabajadores del campo….
Y de nuevo, soltando de la mano a la Atención Primaria, pero inmersos en planes que rentan, como el hospital de pandemias, privatización de servicios de limpieza… mientras hacían caso omiso a los médicos internos residentes, pero sí publicando ratios de curas/pacientes, y reduciendo derechos laborales en relación a la conciliación familiar al limitar las excedencias.
“El 12” se estaba preocupando, ya que esta pandemia podría azotar a sus barrios, donde nunca se ha actuado teniendo en cuenta los determinantes de la salud, que producen una desigualdad entre barrios ricos y pobres. Viendo a su gente apelotonada en vagones hacia el trabajo, sintiendo muy lejano eso que llaman “teletrabajo”.
Y a finales de julio, “El 12” comenzó a percibir que algo no iba bien. La puerta de entrada de la mayoría de los pacientes (Urgencias) estaba atendiendo cada vez más casos de pacientes COVID-19. Poco a poco ha ido aumentando el número de pacientes ingresados en plantas y en UCI. Son varias las plantas habilitadas para pacientes con COVID-19: la 15, 13, 12, parte de la 11, 6 izquierda, 4 derecha, la 5 derecha, una planta de screening, UCI de la planta segunda, y en el edificio materno-infantil habilitadas ocho camas en dos plantas.
El 11 de agosto se registraban 71 pacientes en planta y 5 en UCI, y en poco más de 15 días 185 ingresos en planta y 21 en UCI (A fecha de 28 de agosto), conviviendo con camas cerradas (como todos los veranos, y sin ofrecer este año los datos de cierre), llegando a tomar la decisión de suspender cirugías no urgentes, mientras que se mantiene como el segundo hospital de la C.M. con mayor lista de espera (cirugías, especialistas y pruebas diagnósticas), rozando los 34.000 pacientes. Y con la pena de ser uno de los hospitales a nivel nacional con mayor número de trabajadores contagiados, alrededor de 1.100.
“El 12” mira a su alrededor, y quien debería tener unas bases, pilares y muros sólidos, y actuar como contrafuerte y principal puerta de entrada a nuestro sistema sanitario, está devastada. Esa Atención Primaria no funciona como quisieran tanto la población como los profesionales, los cuales están bajo mínimos (nada novedoso).
El cierre de centros de salud y SUAP (Servicios de Urgencias de Atención Primaria) funcionando a medio gas, la falta de rastreadores, el aumento de funciones… produce en los profesionales agotamiento y frustración. La prioridad es la patología por COVID-19,
y la cronicidad del resto de patologías, que aún existen, está en un segundo plano. Para todo esto tampoco existe un plan, siendo miles quienes necesitan cuidados, seguimientos y ser tratados.
Nos esperan momentos duros, y “El 12” solo pide que se blinde y se defienda una sanidad pública 100%, universal y de calidad, dejando a un lado el hospitalocentrismo, los intereses de unos pocos, centrándose en la salud comunitaria y salud pública, y soñando con una Atención Primaria reforzada y sólida.
SECCIÓN SINDICAL MATS DEL HOSPITAL 12 DE OCTUBRE