FRAVM.
¿Olvido o decisión deliberada? No lo sabemos, pero sí conocemos las consecuencias que tiene en la vecindad la exclusión de las zonas interbloque de los nuevos contratos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid: más basura en la calle y por tanto más olores, más insectos, más roedores… En definitiva, menos salubridad y más degradación del espacio público. Por ello, la FRAVM, tras conocer esta desagradable noticia, exige a Almeida que se haga cargo de inmediato de la limpieza y el mantenimiento de las 294 zonas interbloque que han quedado fuera de los pliegos actuales, una omisión que afecta a decenas de miles de personas y a barrios enteros. El problema se da en 14 de los 21 distritos de la capital, entre ellos el nuestro.
El delegado del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha restado importancia a esta exclusión en la reunión de la comisión municipal del ramo, y responsables de su departamento han asegurado en un medio de comunicación que crearán un contrato específico para las zonas “olvidadas”, respuestas que la FRAVM considera claramente insuficientes. Conociendo la lentitud de este tipo de procesos, si el Ayuntamiento opta por aprobar cuanto antes ese nuevo contrato, es muy probable que el servicio no esté activo hasta después del verano. ¿Y qué hacen los vecinos y vecinas hasta entonces? La federación vecinal insta al Gobierno local a adoptar soluciones en clave de emergencia, si es necesario.
Recordemos que las zonas interbloque son lugares públicos o espacios privados de uso público, y por tanto el consistorio es responsable de su limpieza y mantenimiento. Es incomprensible que los nuevos contratos de limpieza, que sustituyen a los muy deficientes y polémicos contratos firmados en época de Ana Botella, repitan los déficits de éstos, y no hayan sido capaces de resolver el problema de los espacios interbloque. Los actuales pliegos incluyen el mantenimiento de calzadas, viales y zonas de aparcamiento, pero no de los espacios peatonales que se encuentran entre edificios y que a diario usan decenas de miles de vecinos y vecinas.
Por otro lado, la FRAVM critica la falta de transparencia del Ayuntamiento en esta cuestión. ¿Cómo es posible que la exclusión de los interbloque salga ahora a la luz cuando los contratos fueron aprobados el pasado mes de noviembre?
Madrid, especialmente en barrios populares como los afectados, está sucio, muy sucio. La basura acumulada en sus calles y plazas por una limpieza y mantenimiento insuficientes es una de las quejas más recurrentes que reciben nuestras asociaciones vecinales, un problema que sin duda se agravará si el Ayuntamiento abandona las zonas interbloque.