¿Por qué nos criticamos tanto? Todos nosotros tenemos una parte de la mente que es innecesariamente crítica. Esta parte puede hacer que te sientas mal por cualquier cosita (aunque sea algo nada grave).
Por este motivo es importantísima la práctica de kindfulness o autoaceptación. La doctora Kristin Neff, profesora en el departamento de Psicología de la Educación de la Universidad de Texas, una de las más importantes divulgadoras de la autoaceptación, nos sugiere que quizás seamos tan duros, incluso crueles, al hablar con nosotros mismos porque todo eso sucede dentro de nosotros. Es decir, si lo mismo que nos decimos lo oyeran otras personas se asombrarían de la dureza y nos pedirían que no nos habláramos así. Como esto no ocurre, seguimos manteniendo ese lenguaje duro. Por eso el primer paso en la autoaceptación es intentar dulcificar el tono de voz con el que nos hablamos a nosotros mismos.
Así, una actitud saludable sería hablarnos a nosotros mismos como lo haría un auténtico amigo (uno que se sentara contigo, si fuera necesario, para tener una conversación firme pero constructiva). La autoaceptación reduce la depresión y la ansiedad, mejora las relaciones y hace que sientas más libertad para perseguir tus propios objetivos. Poner en práctica la aceptación de la persona que ya eres sin tener que pasar pruebas para convertirse en alguien “aceptable” para tu crítico interno.
Autoaceptádote vivirás con más calma, teniendo a raya las tres causas más frecuentes del estrés y del agotamiento: el perfeccionismo, las dependencias negativas y dejar de querer hacerlo todo.
¡Vale la pena!
Directora de Remodelatuvida
Socióloga coach personal y profesional
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