Las distintas formas de intolerancia al gluten pueden causar síntomas generalizados, incluyendo como más habituales: malas digestiones, pesadez tras las comidas y diarrea. La intolerancia al gluten, en sus diferentes presentaciones, puede causar una amplia gama de síntomas, entre los que se incluyen manifestaciones en la piel, problemas digestivos o pérdidas de peso y anemia. Existen distintas formas de presentación, entre las que se incluye la sensibilidad al gluten o la enfermedad celiaca, que es la forma más grave.
El gluten es un contenido proteico que está presente en el trigo, la cebada y otros cereales, formando parte de su estructura, y habitualmente tiene beneficios para nuestro cuerpo. Sin embargo, hay personas con esta intolerancia que no pueden tomarlo porque su organismo no es capaz de asimilarlo. El motivo de no ser tolerado es un tipo de reacción que hace presentar un conjunto de signos y problemas que hace difícil ser digerido con normalidad. Habitualmente el gluten está contenido en toda la panadería, bollería, y también en varios productos fritos y rebozados, así como en más alimentos procesados que encontramos en los supermercados. Las manifestaciones más comunes son digestivas, y cutáneas en la piel.
1. Diarrea y molestias digestivas. Las personas con intolerancia al gluten presentan inflamación intestinal tras las comidas después de comer alimentos con gluten. Por eso, el intestino se hincha y el equilibrio de su funcionamiento se ve alterado dando lugar a deposiciones más líquidas y la producción de meteorismo (gases) que provocan retortijones y dolores abdominales (hinchazón abdominal), que aumenta tras las comidas de algún alimento que contiene el gluten.
2. Reacciones en la piel. Las personas con este problema pueden presentar algún problema en la piel a lo largo de su vida, normalmente problemas relacionados con urticaria (reacciones con habones y lesiones sonrosadas que causan picor y se extienden por todo el cuerpo, que se pueden confundir con algún tipo de alergia), psoriasis (descamación y enrojecimiento en distintas partes del cuerpo), y también algunos tipos de eccema.
3. Pérdida de peso y anemia. La intolerancia al gluten puede conllevar algunos tipos de deficiencias por falta de absorción correcta de algunos nutrientes, y esto puede traer consigo la pérdida de peso; el déficit de hierro es el ejemplo más común deficitario y puede traer consigo la anemia, que puede desembocar en fatiga, mareos, debilidad o dolores de cabeza.
DR. ÁNGEL LUIS LAGUNA CARRERO
Especialidad Medicina Familiar y Comunitaria
Máster Medicina de Urgencias y Emergencias
Experto universitario en Nutrición y Dietética
