ANNABELLA MARTÍNEZ.
Esta artesana argentina afincada en Villaverde dio a conocer su trayectoria profesional en un homenaje celebrado en el Real Casino de Madrid
Hechos con rafia, seda, lana, muselina, paja trenzada, fieltro, velos o plumas. Fabricados con esmero, cuidando minuciosamente cada detalle porque cada uno de ellos es una pieza única. Así son los sombreros que ha fabricado a lo largo de más de 40 años, vecina de Villaverde, para numerosas y prestigiosas obras de teatro, óperas y películas. La bailarina y periodista Eugenia Montero coordina en el Real Casino de Madrid un ciclo de homenajes a prestigiosas personas de las artes escénicas, y Hortensia Inocente ha sido la protagonista del celebrado este mes de mayo.
Nacida en Buenos Aires, de familia originaria de Cabo Verde, pronto demostró interés por la confección, aprendiendo el oficio de su madre, modista, y confeccionando sus primeros vestidos para sus muñecas. De su padre, marino, aprendió artesanía. Tras sus estudios de Secretariado y Corte y Confección comenzó a trabajar de aprendiza en el Taller de Sombreros de Pablo Wertheimer, que lo hacía en exclusiva para Harrods, y tres años más tarde se puso a trabajar en la boutique de sombreros de alta costura La Tota, donde iban las aristócratas argentinas a encargar sus exclusivos sombreros. Pasó luego 15 años como funcionaria ministerial en los que nunca dejó de formarse en dibujo y pintura, artes escénicas, diseño de moda y modelaje. De hecho, Hortensia tuvo una carrera como modelo profesional durante algunos años, algo que la marcó, porque tal y como señaló en la charla “el escenario y la pasarela te ofrecen otra dimensión de este mundo, aprendí mucho”.
En 1977 llegó con su familia a España, y se instalaron en Villaverde, primero en Ciudad de los Ángeles y posteriormente a El Espinillo, donde reside actualmente. “España era un destino atractivo, un país hermoso donde había mucho trabajo”, explica, y pronto comenzó como modista en Casa Cornejo, donde, al saber de su experiencia en Argentina, le dijeron “señora, en España hay muchas modistas, pero muy pocas sombrereras”. Así que Hortensia decidió trabajar el sombrero de época. “Me suscribí a la hemeroteca, me compraba revistas de moda, y además tuve la suerte de formarme y empezar a trabajar con los mejores en esta materia”, rememora, y así, pronto, se hizo conocida en los círculos de los figurinistas de las artes escénicas.
En ópera ha trabajado para montajes con Montserrat Caballé o Plácido Domingo como protagonistas, y en cine ha participado en películas de Pilar Miró, José Luis Garci, Jaime Armiñán, Gerardo Vera o Vicente Aranda, entre otros, vistiendo las cabezas de actrices como Maribel Verdú, Victoria Abril o Penélope Cruz, a la que conoció personalmente durante el rodaje de La Belle Époque de Fernando Trueba.
Hortensia se emocionó en diversos momentos de la charla, como cuando recordó el homenaje que realizó el Ayuntamiento de Madrid, reconociendo a los artesanos de Villaverde con la publicación de un libro en el que ella aparecía, en 1997, y al que asistió el entonces alcalde Álvarez del Manzano; o como cuando conoció a la reina Sofía tras una ópera en el Teatro Real. “Me acerqué a ella y le pedí que usara sombreros, porque eso ayudaría promocionar el trabajo de las sombrereras, y me dijo: ‘¿Sabe qué pasa? ¡Que yo odio los sombreros!’”, recuerda divertida Hortensia.
Esta sombrerera lleva con orgullo que algunas de las películas en las que ha participado hayan ganado importantes premios, como los Goya o los César, pero sobre todo se ha sentido muy valorada al ser invitada a este homenaje. “Ha sido la primera vez que me invitan a hablar de mi trabajo, del cual estoy muy orgullosa, y ha sido muy enriquecedor”, asegura. Además, nos confiesa, la experiencia le ha dado algunas ideas para una futura y quizá cercana exposición. Está claro que la mente y las manos de Hortensia tienen aún muchas historias que contar.