Dr. ÁNGEL LUIS LAGUNA
El herpes labial es una infección bastante común en la población que está provocada por el virus herpes, un tipo de virus que en un momento determinado penetró en nuestro organismo ocasionando la varicela en el pasado. Se explica la aparición de estas lesiones en el labio porque, una vez que el virus entra en contacto con nuestro sistema inmune de defensas, no consigue ser eliminado de una manera definitiva, sino que permanece en estado latente. Es decir: se mantiene debilitado en el organismo sin presentar manifestaciones visibles ni ninguna otra sintomatología, hasta que un determinado factor lo fortalece, y entonces se reactiva.
Determinadas situaciones de estrés físico y emocional, de mala alimentación, de cuadros infecciosos desencadenados por otros motivos (infecciones respiratorias, urinarias, gripe etc.) o casos de cambios hormonales como la menstruación son situaciones especiales que favorecen la reactivación del virus que ya se encontraba en el organismo probablemente desde que el individuo era niño, pero ahora se vuelve a poner de manifiesto, en este caso haciéndose presente en los labios.
El virus herpes es el causante de las lesiones en los labios, y aunque no se puede eliminar por completo, sí que se puede frenar su evolución. Para ello, es importante comenzar a reconocer los síntomas de la aparición de lesiones labiales en las primeras horas, y consultar con el médico para una evaluación más concreta, puesto que los medicamentos empleados para frenar su desarrollo pueden ser útiles siendo las primeras 48-72 horas tras el inicio de los síntomas. En algunos casos, cuando resulta muy doloroso, se aconseja la toma de analgésicos y antiinflamatorios para moderar la respuesta frente al dolor.
Las lesiones cutáneas del herpes se caracterizan por vesículas que evolucionan hasta hacerse ampollosas, pueden exudar líquido y ser contagiosas. Por ello, se debe evitar compartir vasos, cubiertos y toallas. En algunas ocasiones, la reactivación del virus puede deberse al frío o al calor excesivo en verano. En estos casos puede ser útil para la prevención la utilización de protector labial y una buena hidratación. Pueden aparecer estas lesiones por herpes en otras regiones del cuerpo, denominándose “herpes zóster” en función de la extensión y localización de las mismas (región periorbicular de los ojos, región de costado y espalda).