Es cuando menos curioso que una sala teatral como Escena 17 no haya tenido prácticamente repercusión en los medios nacionales. Esto puede deberse a una proliferación de salas alternativas o no, pero no deja de ser llamativo. Cuando dirigimos nuestro documental Con la cuchara en el bolsillo, analizamos la situación de la profesión con respecto al off teatral y pudimos comprobar el estado de algunos de estos espacios. Estas salas, y algunas que no lo son pero que les gusta aparentar que lo son, han tenido una repercusión desigual. Esto no es un hecho aislado. Sucede con editoriales pequeñas o con producciones pequeñas. Grandes sellos, grandes producciones y demás siempre copan las páginas, pero esto ya comienza a ser agotador, porque hay más cultura que no se encuentra solo en los lugares de siempre.
Escena 17, situada en la calle La del Manojo de Rosas 102, es una sala que se preocupa por realizar un teatro honesto, sin jugar a lo que no son y sin renunciar a un sello personal. La sala no cuenta con ayudas, y esto también llama la atención. ¿Por qué? Misterios que siempre envuelven a la cultura, pero que son acontecimientos muy tristes para un barrio. Cuando se mima a la cultura, y Escena 17 lo hace, se necesita también que al menos las autoridades hagan algo para impulsarla y no ponerse una venda en los ojos. La sala apuesta no solo por la representación teatral, también se imparten cursos, talleres, magia, conciertos e incluso se proyectan películas. Apostaron por John Ford no vivió en Villaverde y tuvo bastantes domingos de vermú y coloquio tras la proyección. La propuesta de la sala es muy sugerente, y quizá podrían albergar un festival teatral porque no hay duda de su encomiable labor de barrio.
En la actualidad están representando dos obras, la lorquiana Mujer-Sí de María Enriqueta García-Posada Rodríguez, en la que destaca el trabajo de una versátil Isabel Martín Conde, que refleja todas esas aristas que pueden componer un ser humano y sale victoriosa en todas ellas. Esa obra puede disfrutarse los viernes. Los sábados se representa La función por hacer de Miguel del Arco y Aitor Tejada, bajo la dirección de la siempre efectiva Maijo Pazos. Esta afrenta no deja de ser arriesgada en sí misma atendiendo al éxito que cosechó, pero no hay que olvidar que cada dirección es un mundo distinto. La apuesta de Pazos es muy dinámica y hábil. Se aprovecha el espacio a las mil maravillas y se prescinde casi de cualquier elemento. Consiguen captar la atención desde el primer instante y, si se desconoce el texto, hay momentos en los que el espectador duda de qué es real y qué es espectáculo. Teatro vivo que busca y se adentra en el conflicto en esa catarsis permanente en la que se encuentra la obra.
Escena 17 está demostrando que merece reconocimiento y está situando el nivel teatral del barrio por encima de otros espacios que sí cuentan con diferentes apoyos. Esperemos que ahora cambie.
por Iván Cerdán Bermúdez
@ivancerdanbermudez