La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia. Es una patología neurodegenerativa, es decir, una progresión evolutiva con empeoramiento a lo largo del tiempo, que consiste en la degeneración del tejido nervioso en nuestro cerebro. Esto conlleva una pérdida de las capacidades cognitivas y de habilidades, más acentuada de lo que sería en una persona completamente sana de la misma edad, y en comparación con sus habilidades previas.
Podemos sospechar que una persona tiene Alzheimer cuando presenta alteraciones en la memoria, además de cambios psicológicos y de comportamiento en sus rutinas diarias. Afecta tanto a nivel social como de independencia para realizar las actividades cotidianas (lavarse, comer, hacer la compra, salir a dar un paseo).
Hasta el momento actual se desconocen con exactitud las causas concretas que provocan la enfermedad, que pueden ser tanto genéticas como no genéticas. Se estima que a nivel microscópico puede haber una acumulación de un tipo concreto de proteínas en el tejido cerebral, lo que provoca un enlentecimiento del funcionamiento en el sistema nervioso, y trae como consecuencia una alteración en el comportamiento de la persona enferma.
¿Cuáles son las manifestaciones de la enfermedad?
Muchos de los cambios neurológicos son los mismos que podemos observar en el proceso normal de envejecimiento de cualquier persona sana, la diferencia radica en que su desarrollo y evolución son mucho más marcados que en personas sin demencia. A menudo, las personas con Alzheimer presentan frecuentes pérdidas de memoria, dificultades para hacer tareas complejas, desorientación temporo-espacial o cambios en el estado de ánimo y de iniciativa.
¿Todas las pérdidas de memoria son preocupantes?
No. Con el envejecimiento hay olvidos y pérdidas de memoria que son normales por la propia degeneración cerebral por el paso del tiempo. Las pérdidas que nos deben preocupar son las que interfieren en la vida de la persona: dejarse las llaves de casa puestas sin darse cuenta, perderse en el camino de vuelta a casa o dejar encendido el fuego en la cocina.
¿Qué podemos hacer para prevenir?
Para favorecer un adecuado estado de salud a nivel cerebral, se aconseja la estimulación cognitiva: consiste en medidas que mantengan despierto nuestro sistema nervioso (leer el periódico, estar atento a las noticias del telediario, hacer crucigramas, cálculo mental, etcétera).
Dr. Ángel Luis Laguna Carrero, Especialidad Medicina Familiar y Comunitaria,
Máster Medicina de Urgencias y Emergencias, Experto Universitario en Nutrición y Dietética