¿Has escuchado a un conocido decir que cocina las patatas al microondas? Vaya tontería, ¿no? Pues te diré que es todo lo contrario.
Cocinar en el microondas significa cocinar al vapor, es decir, no se necesita agua en la que sumergir el alimento y se hace de forma homogénea. Y ahí está la clave en la que nos basamos para decir que cocinar al vapor o en el microondas es un éxito garantizado. Cuando el alimento entra en contacto con el agua y el calor mientras se cocina, desprende en ésta algunos de sus nutrientes, vitaminas y minerales.
Con ello no queremos decir que cocer o hervir las verduras u hortalizas sea una mala opción. Desde el punto de vista del aprovechamiento de nutrientes va a ser una opción mejor, y más aún si la comparamos con otras técnicas de cocinado como es la fritura.
Te preguntarás: “En ese caso, ¿si los como crudos aprovecharía al 100% sus propiedades?”. La respuesta te va a sorprender. Los alimentos varían tras someterlos a una fuente de calor, y en ocasiones esta variación es a nuestro favor, ya que nos permite absorber mejor el ácido fólico de los alimentos o los carotenoides, entre muchos otros. O en contra, porque disminuye el contenido de fibra de ellos.
En conclusión, para aprovechar los nutrientes de las frutas y verduras debemos variar las formas de cocinado (incluyendo tomarlas crudas) y priorizar aquellas más saludables, como el ejemplo que nos atañe: el microondas.
Sarai Alonso. Dietista-Nutricionista