Te perdí. Te recuperé en los libros. / No sé si los amo porque te quise o por las huellas dactilares que dejan los lectores cuando pasan. / Pero no importa. Ya leí esa historia y sé cómo acaba. / Ya no me devoran las ansias como cuando hago cola frente a las casetas del Retiro. / Te he encontrado en cada esquina que otros doblaron para recordar por dónde se quedaban. / Allí, escondido entre las páginas, estás. / Y yo soy. / Y hablamos.
Con la subida de las temperaturas se celebra la ansiada cita para aquellos que tienen en los libros “la mejor munición para el humano viaje”, que diría Montaigne. Esta edición de la Feria del Libro de Madrid gira precisamente en torno a esta idea, pues son los libros billetes que adquirimos para emprender un viaje sin salir de casa. A través de ellos disfrutamos de entretenimiento, salvación y vehículo para escapar, por ejemplo, de las restricciones y confinamientos que padecimos durante la pandemia.
Como cada año, Casa Árabe y la Librería Balqis organizan en la caseta 83 numerosas firmas de autores a los que solo podemos ver de cerca gracias a esta fiesta de las letras. Durante el primer día, el pasado 27 de mayo, firmaron Yasmina Khadra y Youssef El Maimuni.
Con La sal de todos los olvidos, Khadra vuelve a la Argelia de su juventud, a los años sesenta, la época poscolonial en la que ingresó en la escuela militar. En esos años caóticos sitúa Khadra la historia de Adem Naït-Gacem, un maestro cuya vida se derrumba cuando su mujer, Dalal, le anuncia que lo abandona porque quiere a otro hombre. Por su parte, en la novela histórica ambientada en la Guerra Civil Cuando los montes caminen, Maimuni nos introduce en la historia de un joven que se alista en las tropas moras del Ejército de Franco.
Si no pudiste asistir a las primeras firmas, no te preocupes. Todavía puedes pasarte por El Retiro hasta el 12 de junio para disfrutar de este espectáculo donde el sector editorial de este país saca músculo. A la edición del año pasado acudieron 384.000 visitantes a pesar de las restricciones que seguía imponiendo la pandemia: se vendieron 460.000 ejemplares y hubo unas ventas de más de 9,1 millones de euros.
Un buen puñado de buenos periodistas (algunos reincidentes) acudirán este año a la caseta 83 para seguir informándonos de una parte del mundo de la que solemos perder el foco. Mikel Ayestarán habrá firmado, para cuando estéis leyendo estas líneas, su libro Jerusalén, santa y cautiva el sábado 28 y domingo 29 de mayo, y Natalia Sancha su Balas para todas.
El viernes 3 de junio asistirá Francisco Carrión para hablarnos de una ciudad que conoce mejor que nadie en su primer libro: El Cairo, vidas en el abismo. Antonio Pampliega estará firmando el sábado 4 y domingo 5 de junio su Flores para Ariana sobre Afganistán. También sobre ese país volverá a firmar Ramón Lobo el domingo 12 de junio su Cuadernos de Kabul. Por otro lado, los académicos Álvarez Ossorio y Domínguez de Olazábal firmarán sus libros Siria: la década negra y Palestina. Ocupación, colonización, segregación el jueves 2 de junio, respectivamente.
Para terminar los días de feria, Casa Árabe ofrecerá en su jardín a las 21:30 de jueves a sábado un programa paralelo de actividades con música, narración oral y/o poesía como la que yo os regalo al principio de estas líneas. Para que sigamos viajando.
LAILA MUHARRAM
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