Los temores se han confirmado: el nuevo instituto de Butarque, el IES Juan Ramón Jiménez, ha comenzado el 10 de septiembre las clases sin estar terminadas sus obras, algo que cumple solamente la mitad de lo que la Consejería de Educación asegurara a los padres de los alumnos a mediados de agosto: que el centro estaría acabado y podría abrir sus puertas el primer día del curso escolar.
Y es que finales de ese mes la cosa ya no estaba tan clara. La arquitecta de la CAM, Almudena Martínez, comentaba el 31 de agosto al AMPA del CEIP Los Rosales que “el instituto estará listo para el día 10 de septiembre, aunque quedará algún remate”. Al día siguiente, el director de Infraestructuras, Gonzalo Aguado, explicaba al AMPA del CEIP Ausiàs March “que las obras de la parte exterior tardarán unos días más porque están centrados en las obras del interior”. Estas declaraciones hacían desconfiar a padres y vecinos. Desconfianza que aumentó al ser denegada (de palabra, no oficialmente) la petición de la delegación de FAPA de Villaverde, en representación de las AMPAs y asociaciones de vecinos, para poder visitar el centro antes de empezar las clases. La preocupación fundamental es la seguridad y salubridad del espacio, así como comprobar si las aulas destinadas a laboratorios, talleres de tecnología, etc., disponen del material necesario para empezar las clases. Todo eso no lo han podido saber.
Ante esta incertidumbre, se hizo un llamamiento a los padres para ir al instituto junto a sus hijos y comprobar personalmente el estado de las instalaciones. Los chavales comenzaron las clases, pero a ellos no se les permitió la entrada con la excusa de que podrían alterar el orden normal del centro en el primer día de curso, y tuvieron que volverse a casa con aún más dudas sobre la seguridad de sus hijos. Porque, si todo está en condiciones, ¿por qué no les dejan entrar a comprobarlo? Pues por algo será, piensan los padres.
Para padres y vecinos, este retraso “muestra la falta de interés y la precipitación con la que se actúa en el barrio a la hora de dar solución a la carencia de infraestructuras en educación. Esa falta de interés, demostrada a los largo de años, nos hace temer que la segunda fase no estará lista a tiempo”. Aún no se ha aprobado el presupuesto de la 2ª fase del centro, y el tiempo sigue corriendo. Por lo tanto, según la plataforma, “debemos continuar exigiendo que nuestros hijos puedan contar con una educación pública de calidad en el barrio. Los problemas de este inicio de curso se multiplicarán el año que viene si no se licita de manera inmediata la segunda fase. Por ello, debemos seguir unidos y movilizados”.