Ejemplar recopilatorio de sugerentes relatos, a modo de pecios de un naufragio que cantan, cuentan, heridas del corazón y del deseo. Tienen estas historias algo de renuncia y despedida; de claudicación, quizá. Dibujan —ilustrados como están— una felicidad incompleta, truncada, llagada de fantasmas e imposibles. De románticos afanes, teñidos de costumbrismo.
Son también pequeños retazos de autobiografía y de historia (ficción y realidad se entremezclan en lograda mixtura). Se buscan, pues, en un pasado añorado las claves de un presente, entre las afiladas espinas de amores crueles cual rosas silvestres.
“El mar no cesa” de Fernando José Baró
CVC Ediciones, 2018. 212 págs.
REDACCIÓN