Como ya se informó en este medio, el IES San Cristóbal de los Ángeles está participando en un proyecto internacional dentro del programa Erasmus+ junto con otros tres centros de Secundaria y FP de Polonia, Grecia e Italia. En noviembre de 2019 recibimos la visita de los centros socios en Madrid, cuyo artículo se publicó al mes siguiente. Posteriormente se tenía que realizar la visita a Polonia en marzo de 2020, pero la llegada de la pandemia de COVID-19 obligó a paralizar el proyecto y a pedir una prórroga de un año para poder terminarlo.
Así pues, durante el presente curso se ha retomado la iniciativa y, durante la última semana de octubre, ocho alumnos de 1º de Bachillerato y dos profesores del centro se trasladaron a Polonia. La visita se dividió en dos partes, la primera en Cracovia y la segunda en Zabrze, ciudad donde está situado el centro asociado. Hasta el último momento no se supo si se podría realizar la visita, puesto que todo dependía de la evolución de la pandemia, por lo que finalmente resultó emocionante y gratificante reencontrarnos después de casi dos años.
El proyecto tiene que ver con el multiculturalismo y abarca desde una perspectiva local a una internacional. Durante la visita en San Cristóbal de los Ángeles nos centramos en la parte local, es decir, en presentar un barrio y un distrito en los que conviven multitud de nacionalidades y culturas. En Polonia hemos dado un paso más y nos hemos trasladado a una perspectiva regional, concretamente la de Silesia, zona donde se encuentra el centro polaco. Allí visitamos una de las antiguas minas de carbón, Queen Luiza, donde bajamos a una profundidad de unos 40 metros y nos enseñaron cómo se extraía el carbón y cómo se sacaba a la superficie en barcazas aprovechando un canal subterráneo. También estuvimos en la ciudad de Katowice, la más grande de la zona, y que como muchas otras ciudades del mundo ha tenido que reconvertir su pasado minero y adaptarse al sector servicios. Por supuesto, también estuvimos en el Zckoiz, acrónimo del instituto polaco. En este centro tienen clases de Secundaria general, pero también varios ciclos de FP como Marketing, Fotografía o Diseño Gráfico. Una de las cosas que más nos llamó la atención fue que algunos alumnos voluntariamente pueden recibir instrucción y formación militar en el propio centro. Además participamos en un taller de baile, donde los alumnos de cada país mostraron a los demás algunos bailes (tradicionales y modernos) típicos. Aunque en un principio nos resistimos, al final desde España por supuesto hubo reguetón y Macarena.
En Cracovia hicimos un par de recorridos bastante largos para conocer la ciudad antigua y el barrio judío y hacernos una idea de lo que supuso la presencia nazi, los guetos y los campos de concentración. Por supuesto, nos hablaron de Oskar Schindler y del papa Juan Pablo II, dos de las figuras más importantes en Cracovia en el último siglo.
Experiencia enriquecedora
Ninguno de los alumnos participantes había estado anteriormente en Polonia, ni tampoco habían formado parte de un proyecto internacional, por lo que la experiencia les ha resultado enriquecedora. Como ellos mismos han dicho, “es un muy buen proyecto con objetivos sobre multiculturalidad que nos hacen aprender cosas de otros sitios”. Además también fomenta el uso del inglés, que es el idioma común de trabajo en el proyecto, y como ellos manifestaron: “nos damos cuenta de que podemos comunicarnos en otro idioma sin grandes dificultades”.
A partir de ahora nos quedan otras dos visitas, a Grecia en febrero y a Italia en mayo. Confiamos en que la evolución de la pandemia sea lo suficientemente favorable como para poder realizar ambas visitas a pesar de que las noticias de las últimas semanas no parecen muy alentadoras. Por el momento ya estamos organizando el viaje a Grecia, donde trataremos el multiculturalismo a través de los Juegos Olímpicos, el teatro y la democracia, y esperamos poder contar la experiencia en un próximo artículo.