Miguel Ángel es un vecino de Villaverde enamorado del flamenco. Nació aquí, pero su familia procede de Andalucía y parte de su vida ha transcurrido al sur de Despeñaperros, así que su toma de contacto con este arte se ha producido de la forma más natural. Desde pequeño ha demostrado cualidades para el cante, le sale de dentro en cuanto se da la ocasión, con gran querencia por Camarón de la Isla, lo que ha inspirado su nombre artístico: Miguelón.
Miguelón, ¿De dónde te viene tu pasión por el flamenco?
El flamenco me viene de mis raíces, porque mi padre es de Jerez y mi madre de Bailén, y lo he escuchado desde pequeño, me he criado con ello: Juanito Valderrama, Antonio Molina, el Parrita, El Cabrero… En casa se oía siempre flamenco: recuerdo que cuando era pequeño siempre sonaba algún disco que teníamos puesto, y bueno… pues se conoce que lo llevo en la sangre, me gusta y es lo que practico…
¿Y cómo empezaste a cantar? ¿También desde pequeñito?
Sí. Cuando estaba en el pueblo cantábamos todos; cantábamos y cantábamos… Las canciones típicas: Los Chichos, Los Chunguitos, el Parrita… Yo veía que se me daba bien, tenía un quejío bueno y entonaba bien algunas canciones, sobre todo por Camarón… Luego hay otros palos, ya el fandango es un poquillo más difícil… Pero bueno, con una guitarrita y tal se puede sacar algún fandanguillo, una bulería buena…
¿Qué palos te gustan más?
La bulería, la alegría, los tangos…
¿Cuándo comenzaste a cantar con público?
Pues a ver, ahora tengo 55, así que sería a los cuarenta y tantos… De todas formas, a mí el flamenco me sale natural, no hace falta que me suba a un escenario: yo por la calle puedo cantar flamenco perfectamente, o me junto a lo mejor con los amigos tomándonos unas cervezas y nos cantamos unas alegrías, unos fandanguitos… Es parte de uno mismo, sale espontáneo: el flamenco está dentro, y sale a cualquier hora del día…
Por lo que tengo entendido, no eres el único en tu familia que tiene relación con el flamenco…
Así es. Mi hijo mayor toca la guitarra y le gusta tocar flamenco: empezó con el cajón, se hizo uno de madera, y luego se compró una guitarra y se apuntó a la academia para aprender. Mi otro hijo también toca el cajón, es su afición, y mi hermana baila.
Pues cuando os juntáis debe de ser tremendo… ¿Soléis hacer cositas juntos?
Sí, de vez en cuando sí… Cuando nos juntamos todos enseguida uno coge la guitarra, el otro el cajón, y en cuanto suenan dos acordes ya la hemos liao… Ya entramos todos, y es fiesta…
Eres habitual en La Trueca cuando hay flamenco…
Sí, el flamenco está muy bien ahí en La Trueca… Es una manera bonita de que este arte esté en el barrio y que la gente lo vea. Allí actúan el Fideo, un chaval que canta muy bien, y la Sarini, una bailaora muy muy buena, que tiene un arte fantástico y hace unos espectáculos muy bonitos. Cada cierto tiempo se programa allí una actividad flamenca, y yo, como aficionado que soy, siempre estoy por ahí y nos cantamos unas bulerías, un fin de fiesta… Un poquito de todo, para que la gente se anime y vea que hay flamenco en el barrio.
¿Quieres enviar algún mensaje a los lectores?
Sí, recomendarles cuando vean en los carteles por el barrio que hay flamenco en La Trueca que se pasen por allí, que es una actuación muy bonita, y van a pasar un rato muy bueno.