Una marcha convocada por las asociaciones vecinales de Villaverde y Usera enlazó el sábado 26 de octubre las sedes de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para protestar contra la concesión de la licencia para construir dicha instalación en el Tanatorio de la M-40
El pasado sábado 26 de octubre, las asociaciones vecinales de Villaverde y Usera subieron el nivel de las protestas por la concesión de la licencia para construir un horno crematorio en el Tanatorio de la M-40 y llevaron su rechazo a las calles del centro de la capital. Lo hicieron enlazando las sedes de la Comunidad (Puerta del Sol) y del Ayuntamiento de Madrid (plaza de Cibeles) con una marcha que partió de la primera a las 18:00 para llegar, tras recorrer la Gran Vía, frente a la segunda alrededor de las 20:00.
La manifestación, que reunió a unas 3.000 personas según los convocantes, discurrió encabezada por una pancarta con el lema “Por la dignidad de los barrios del sur, ¡no al crematorio!”. Este acto de protesta ha tenido lugar poco después de que el Consistorio desestimara el recurso de reposición de la licencia del horno crematorio presentado por la FRAVM y diversas asociaciones vecinales de los dos distritos. De llevarse a efecto su construcción, dicha instalación “estaría a menos de 250 metros de viviendas, establecimientos comerciales, centros educativos y de trabajo y parques”, denuncian los convocantes.
“La construcción del crematorio de la M40 en San Fermín puede ser la gota que colme el vaso de la paciencia de los vecinos y vecinas del sur de la ciudad y especialmente de los de ese barrio, que desde hace años padecen, entre otros males, los efectos de los olores, ruidos y plagas de insectos de la depuradora de la China y de los grandes eventos de la Caja Mágica, que se traducen en problemas de aparcamiento, atascos, contaminación acústica y atmosférica, además de las afecciones de otras instalaciones como el Estanque de Tormentas, la Subestación de Gas o la Plataforma Logística de Villaverde. El plan de Parcesa no solo pone en peligro la salud de la vecindad de San Fermín y El Espinillo y otros barrios próximos, sino que supone un claro ataque a las políticas de reequilibro territorial que desde hace décadas reivindica el movimiento vecinal de la ciudad”, recordaban antes de la manifestación.
La batalla del vecindario contra el crematorio de Parcesa se inició hace ya nueve años, y que el movimiento vecinal ha conseguido paralizar el proyecto en tres ocasiones. “Y lo hará una cuarta vez y todas las que sean necesarias. La salud de la población y el respeto al medio ambiente están muy por encima del negocio empresarial y el lucro de unos pocos”, advierten las organizaciones y colectivos convocantes.
Fotos: Tono