De CIE a CIE
¿De dónde vienen los CIE?
ERNESTO MONDADA / ZULEMA HERRERA
Los CIE vienen de un acuerdo europeo firmado en la ciudad de Schengen (Luxemburgo), en 1985 (los países que forman parte del Espacio Schengen son Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Suecia y Suiza). Allí se acordó que en política migratoria, circulación de personas, etc., las fronteras europeas válidas eran las que hacían a países no europeos. Una unión antojadiza: incluyen a Lituania, Estonia y Letonia, pero no incluyen a Rusia, que es Europa hasta los Urales. Un territorio casi igual a los firmantes.
Los CIE son de inspiración europea. Surgen del Acuerdo de Schengen de 1985, pero se “institucionalizan” desde el 26 de marzo de 1995. Miremos ahora con nuestro crítico pensamiento los datos anotados. El saber popular nos dice que Francia, Suecia, Holanda… son los modelos de democracia capitalista a imitar. Vale. En esa Europa se sancionan cosas en las que hay que pensar. Si tienen normas tan democráticas, ¿cómo aprueban la creación de los CIE?
En los CIE se detiene a las personas sin cometer delito alguno; se los repatría sin cometer delito alguno; no se les informa de sus derechos, y menos de la posible situación de asilo a la que pueden optar. Es decir, que la Policía, algunos jueces y órganos tan importantes como los Parlamentos de nuestros países… ¡están en el ajo! Éste es el caso de los refugiados en Turquía. Los condenan a morir de hambre y frío. ¿Qué tiene todo esto que ver con las “superdemocracias” del norte? Posiblemente mucho. 1) Que al no vetar la decisión, ¡forman parte de ella! ¿Y el contenido democrático europeo? ¡Han tenido diez años para pensárselo! 2) Que, al suceder esto, debemos preguntarnos: ¿quienes deciden? 3) Que la dirección informativa de los medios… ¡está controlada! Lo que aquí decimos ya lo tendrían que haber aireado ellos. ¿No estamos en una democracia?
Así que, vecinos, contestémonos los interrogantes de nuestro pensamiento crítico. 1) El Parlamento español, como lo denuncian los medios al criticar y rechazar “las puertas giratorias”, está constituido por personas que responden a intereses de las empresas, especialmente monopolios y bancos. Sus políticas son abiertamente impopulares y lesivas para la población. Son hechos que sufrimos. ¿Sucede lo mismo en Holanda? ¿En Noruega? En nuestra redacción no tenemos esas informaciones. Vecinos, toca ir a la biblioteca, telefonear a las embajadas, en fin. Debéis participar. Nos afecta a todos. 2) La primera pregunta se enlaza con la segunda: ¿en aquellos países también mandan los bancos y los monopolios? 3) ¿Qué pasa con la independencia de los medios? ¿No son los que nos deben acercar una información veraz, contrastada con fuentes de confianza? Son, en democracia, los que deben ayudar a defender los intereses constitucionales y de la población. Y están en una situación privilegiada para hacerlo. En el caso que nos ocupa de los CIE, si no mueren como Samba o se suben todos al tejado de la prisión, no hay noticia. Sin embargo, el pisoteo de los derechos, que nos incumbe a todos, no se refleja, y menos adquiere continuidad. Sigamos pensando.
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