Los riñones son los órganos encargados de filtrar y eliminar los desechos que a diario recorren la sangre en todo nuestro cuerpo. Resultan decisivos para regular la tensión arterial y estimular la producción de glóbulos rojos, entre otras funciones. Por ese motivo, es importante conocer la existencia de distintas dolencias que pueden afectarlos, y para mantenerlos en correctas condiciones es aconsejable seguir unos consejos básicos.
Controlar la tensión arterial. La presión elevada afecta a los vasos sanguíneos y daña los riñones a largo plazo, causando alteraciones en el funcionamiento del filtrado, y con ello desencadenando una enfermedad llamada insuficiencia renal.
No abusar de los antiinflamatorios. Los fármacos del grupo de ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno y muchos otros pueden dañar los riñones si se toman muy a menudo en dosis elevadas y durante un tiempo prolongado. Por ese motivo, es conveniente alternarlos con otro tipo de analgésicos de distinta familia que le puede recomendar su médico.
Mantener una dieta sana. Es importante el control del peso, vigilar el sobrepeso y la tendencia a la obesidad, ya que aumentan el riesgo de sufrir diabetes, hipertensión, colesterol y otras condiciones asociadas con la enfermedad renal crónica. Los alimentos más beneficiosos para el funcionamiento del riñón son: la piña (rica en vitamina C, ayuda a combatir las infecciones urinarias y reduce el riesgo de sufrir cálculos renales), los arándanos (facilitan la “desintoxicación” de los riñones y reducen el riesgo de infecciones urinarias); y el apio (es un alimento muy diurético, que facilita la eliminación de los desechos del organismo).
No abusar de la sal. Un exceso de sodio en la dieta provoca retención de líquidos y obliga a los riñones a trabajar en exceso. Por norma general, se recomienda no tomar más de una cucharadita de sal al día. Tampoco se aconseja abusar de los alimentos precocinados, embutidos, o ahumados.
Consultar con el médico en caso de cambios en la coloración de la orina, hinchazón aumentada de brazos y piernas o si existen problemas en el momento de orinar (escozor, dolor en la región del bajo vientre, necesidad de orinar con mayor frecuencia), y en caso de asociación de alguno o varios de estos síntomas junto con aparición de fiebre.
Dr. Ángel Luis Laguna Carrero
Especialidad Medicina Familiar y Comunitaria
Máster Medicina de Urgencias y Emergencias
Experto Universitario en Nutrición y Dietética
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