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Sarai Alonso Segura. Nutricionista
Empezamos el mes cargados de buenas esperanzas y grandes propósitos para este 2018. Similar al año pasado, al anterior… ¿Cuántas veces has desistido de seguir con ellos pasados tan solo 20 días?
La alimentación y el ejercicio son un ejemplo muy común. Comenzamos con toda la energía, pero en poco tiempo se consume y abandonamos el camino. Te recomiendo que sigas estos consejos para que esas ganas de cambio se mantengan en el tiempo y además estén apoyadas con buenos resultados.
- Plantea unas metas que sean factibles. El organismo tiene su propio ritmo, y tú tienes que aprender a conocer el tuyo.
- Si las metas son alcanzables iremos comprobando que día tras día existe una mejora real que es resultado del trabajo. Lo que se traduce en satisfacción, es decir, motivación para seguir trabajando.
- Los cambios han de ser progresivos, evitando así el rechazo. Empecemos haciendo deporte dos días a la semana. Cuando adquiramos esa rutina siempre podremos aumentar su frecuencia.
- Quizás nos acerquemos a la meta más despacio de lo que imaginábamos, pero no hay de qué preocuparse. “Está bien, de los ocho kilos que quería perder, este mes me he quitado solo tres, pero… ¡qué bien me siento! Sigo unos horarios que me hacen no sentir hambre, hago ejercicio y además soy capaz de organizar la compra y las comidas en casa con anterioridad. Sé que en un par de meses lo conseguiré”. Durante el camino estamos adquiriendo unas costumbres y hábitos que se mantendrán con nosotros siempre: las hemos hecho nuestras.
- Aparece el último de la lista, pero solo motivo del número. El punto nº 5 va a ser el pilar donde todos los anteriores se van a apoyar, es el motivo por el que realmente seguimos este camino de pequeñas piedras. ¿Cuál es su nombre? Entusiasmo. No lo olvides, porque será tu mejor amigo.
¡Ánimo y feliz año nuevo!
