Cada año nos preparamos para ajustar nuestros relojes añadiendo o quitando una hora del día, en lo que se conoce como el cambio de hora. Con esto se pretende optimizar la luz natural, en busca de un ahorro energético, pero también tiene un impacto muy marcado en nuestro día a día y nuestro bienestar.
El cambio de hora se diseñó para poder aprovechar la luz natural durante las horas de mayor actividad, lo que se supone que podría mejorar la productividad, así como crear más oportunidades para hacer otras actividades al aire libre después del colegio o el trabajo. En muchas ocasiones se han cuestionado los beneficios reales, en cuestión de ahorro energético e impacto en la salud.
Por todo esto y con lo cerca que está el próximo cambio de hora es interesante entender cómo nos puede afectar tanto a nivel físico como a nuestras actividades diarias.
¿Cómo afecta a nuestro cuerpo y nuestro reloj biológico?
Nuestro reloj interior, también conocido como ritmo circadiano, está basado en la luz natural. Por lo que el cambio de hora, haciendo que haya más o menos horas de luz, puede desajustar este ritmo, sobre todo en los primeros días tras el cambio. Podemos experimentar problemas para conciliar el sueño, sentirnos más cansados y somnolientos durante el día, fruto de esta situación.
No solo nos puede afectar a nivel físico, sino también en las esferas mental y emocional, notando cambios de humor, irritabilidad o fatiga como resultado de la alteración del ritmo circadiano y el patrón del sueño-descanso.
¿Cómo podemos adaptarnos al cambio de hora?
- Trata de ajustar tu horario de sueño y descanso poco a poco unos días antes para ayudar a tu cuerpo y mente a adaptarse con mayor facilidad.
- Aprovecha la luz natural por el día para ayudar a equilibrar tu ritmo circadiano. Evita la luz artificial brillante y uso de pantallas que pueden sobreestimular nuestro sistema nervioso antes de acostarte.
- Mantén una rutina constante, incluso en tus días libres y de ocio, para ayudarte a una adaptación más rápida al cambio de hora.
- Limita el alcohol y la nicotina, ya que pueden afectar negativamente a tu sueño y bienestar.
- Aunque la cafeína ayuda a mantenerte despierto, no suele ser buen aliado en esta ocasión, ya que, como el consejo anterior, puede interferir en la calidad del sueño. Lo ideal sería limitar su consumo, en especial por la tarde-noche.
El cambio de hora puede suponer un tiempo de cambios y reajustes en nuestro día a día, pero haciendo algunos ajustes a nuestra rutina de costumbre y procurando nuestro bienestar podemos reducir el impacto de los efectos negativos y aprovechar los beneficios de una exposición cuidadosa y prolongada a la luz natural.
A medida que nos vamos preparando para el nuevo cambio de hora, daremos prioridad a mimar y cuidar nuestro cuerpo, mente y ritmo de vida diario.
TAMARA JIMÉNEZ CARO
Enfermera escolar y especialista de Pediatría
@tuenfermerainquieta