En estos tiempos muchos comercios de nuestros barrios se solidarizan con nuestros vecinos y se adaptan a esta crisis con un nuevo tipo de venta: reparto a domicilio.
Hay muchas personas inhabilitadas, enfermas, mayores, que no pueden salir de casa, madres con niños que tienen miedo a salir a la calle por no contagiarse con el virus. La solidaridad del pequeño comercio en estos tiempos nos muestra una vez más la cara humana y cercana del comerciante de barrio.
¡Nuestra más sincera enhorabuena para todos nuestros comercios abiertos y solidarios!