En estos días, en los que todos nos proponemos objetivos para el año que se inicia (aunque luego no los cumplamos), estaría bien pensar en otros propósitos, pero en nuestra parcela tecnológica, e intentar, por supuesto, cumplirlos.
— Respecto a nuestro inseparable móvil: no conectarse a redes wifi “free”. Borrar de vez en cuando fotos y wasaps, haciendo antes copias de seguridad de ellas (en la Nube o conectándose al ordenador). Apagar el dispositivo alguna vez (para mejorar técnicamente y para “desconectar” uno mismo). Configurar una clave para entrar en el terminal, así protegeremos mejor nuestra privacidad. No descargar apps de sitios desconocidos ni hacer caso a todo lo que llega por Whatsapp o correo.
— Respecto al ordenador: si es portátil, no conectarse a redes gratuitas. Tener instalado un antivirus y de vez en cuando repasar exhaustivamente el equipo (no vale con instalarlo y punto). Organizar la información y eliminar lo innecesario (los ordenadores tienen mucha basura digital). Apagar el equipo por las noches. No navegar ni descargarse información desde sitios poco fiables: a veces somos nosotros los que dejamos pasar a los virus. Tapar la cámara web del portátil (y tabletas), nunca se sabe.
— Respecto a las redes sociales: no aceptar la amistad de cualquiera que nos lo pida. Pensar la información que ponemos, como por ejemplo las fotos, que podrían acabar en una valla publicitaria en Noruega. Existe la vida fuera de dichas redes.
Bueno, con este pequeño resumen, muy conciso, espero que nos atrevamos a cumplir estas propuestas, que al fin y al cabo son de sentido común. Recordad que la tecnología puede ser buena o mala, según cómo la utilicemos. Feliz 2016.