Este mes he decidido dedicar estas líneas a la crisis por coronavirus a la que nos enfrentamos actualmente y que por desgracia llevamos sufriendo varios meses.
Soy enfermera, una sanitaria que como muchas otras personas ha salido estos meses a trabajar. Me gustaría recalcar que no somos héroes ni heroínas, sino unos grandes profesionales que trabajamos siempre duro para mejorar la calidad de vida de las personas, no solo durante situaciones de pandemia, sino siempre, los 365 días del año. Profesionales, sin más; enormes profesionales con un corazón inmenso. Ni mejores ni peores que otros colectivos. Somos tan importantes como lo es una cajera en el supermercado, el reponedor, el transportista y el agricultor. Y así podría decir muchísimos colectivos de profesionales, pero me quedaría sin líneas para seguir escribiendo.
Gracias a todos. De corazón. Gracias por salir a vuestras ventanas a aplaudir. Los aplausos nos daban un empujón para seguir trabajando sin apenas descanso en los días más duros. Gracias por las donaciones de material, por la comida, por el trabajo de muchos vecinos desde casa de forma desinteresada y por el esfuerzo que pequeñas y grandes empresas han hecho para ayudar a los demás. Gracias porque habéis sido y sois unos valientes. Valientes, sí.
Las verdaderas protagonistas han sido las pequeñas personas anónimas que han estado meses confinadas en sus hogares, viendo noticias tristes todo el tiempo en redes sociales, televisión, radio… Sufriendo el desconsuelo por perder a un ser querido, por no poder acompañar a las personas ingresadas en un hospital o en una residencia, o no poder decir unas últimas palabras. Vosotros sois mis héroes y heroínas.
Y ahora que la situación va mejorando y que tenemos más libertades, os pido por favor que no olvidéis. Cuando tengáis la tentación de saltaros una norma, recordad a los que han perdido a un familiar, un compañero, un amigo… Recordad la saturación sanitaria y la angustia sufrida.
Y ante todo, no olvidéis que la esperanza es lo último que se pierde, y que la situación nos está haciendo más fuertes, y espero que también mejores personas.
Ánimo. Juntos lo conseguiremos.
Miriam Perales Navarro, Enfermera especialista en enfermería familiar y comunitaria