En estos días de reuniones familiares y juegos con los regalos de sus majestades, el riesgo de que un menor se atragante se multiplica de forma importante provocando una urgencia de atención rápida. Vamos a dar una serie de recomendaciones para prevenirlo. La mejor cura siempre es la prevención.
Lo primero: llamamiento a ayuntamientos e instituciones ante la organización de eventos, como la cabalgata de hace unos días, en los que se suelen ofrecer caramelos, ya que junto con los frutos secos son una de las principales causas de atragantamiento en niños.
Sobre juguetes, siempre comprobaremos que son adecuados a su edad, que siguen la normativa CE y la existencia de piezas sueltas y de pequeño tamaño susceptibles de estas situaciones.
¡Atención! Los globos pueden quedar pegados y tomar la forma de las vías respiratorias, pudiendo provocar una obstrucción completa.
Cuidados con ciertos alimentos para los niños más pequeños:
— Los frutos secos no son recomendables en menores de 5 años, pero sí podemos dárselos molidos. Aunque no hay normativa que obligue a ello, en el envoltorio puede aparecer el peligro que supone. Así que, de forma general, no pipas, palomitas, nueces…
— Cabalgatas y caramelos no son buenos aliados.
— Cuando un alimento es suave y redondito, como uvas y salchichas, lo cortamos a lo largo antes de dárselo.
— Siempre tienen que estar tranquilos y masticar bien, sin jugar o correr. Si lloran, se sobresaltan o ríen paramos hasta que recuperen su tranquilidad y puedan seguir con ese alimento.
Volvemos a la carga con los regalos de estas Navidades: mínimo que lleven la edad recomendada. Y si son para menores de 3 años y con partes separables, tener un tamaño adecuado para que no los puedan inhalar o tragar.
Cuidado con los alimentos que contienen juguetes o viceversa, como los huevos de chocolate con sorpresa dentro. En el envoltorio siempre deberá aparecer un aviso: “Contiene juguete. Se recomienda vigilancia de un adulto”. De ahí que sea muy muy importante prestar atención a las etiquetas y advertencias de las cajas que los contienen antes de quitarlas.
Las pelotas infantiles deben ser más grandes que una de golf, además de evitar que jueguen con objetos pequeños como fichas, monedas, pilas, tornillos…
Podemos implicar a nuestros niños más mayores para que recojan y guarden los juguetes con piezas pequeñas lejos de sus hermanos menores. Cuando un juguete está roto o el apaño que le hayamos hecho no ofrece seguridad, nos desharemos de él. Y por supuestísimo las bolsas y envoltorios fuera de su alcance por riesgo de asfixia.
Como consejo final diríamos que los niños siempre deben estar bajo nuestra vigilancia, y lo más importante: no dejar a su alcance caramelos, aceitunas, uvas, frutos secos u objetos de pequeño tamaño, ya que a veces se pueden atragantar no por ofrecérselos, sino porque acceden a ellos accidentalmente.
TAMARA JIMÉNEZ CARO
Enfermera escolar y especialista de Pediatría
@tuenfermerainquieta