También podemos haber oído hablar de la urticaria por frío. Aunque no es una alergia propiamente dicha, sus síntomas pueden ser muy, muy similares.
Igual os puede parecer algo raro o no haberlo escuchado jamás, pero es real: se cree que está relacionada con una respuesta exagerada del sistema inmune al cambio de temperatura. Las células de la piel liberan histamina en exceso, desencadenando los síntomas característicos.
Las personas afectadas pueden experimentar enrojecimiento, prurito y ronchas en la piel después de exponerse al aire, aguas frías o al contacto con objetos de baja temperatura.
Qué síntomas podemos tener y cómo controlar la situación
Los síntomas de la alergia al frío varían en gravedad. Desde una leve irritación, como hemos descrito antes, hasta reacciones más intensas como dificultad para respirar. El diagnóstico suele realizarse mediante pruebas de exposición controlada al frío y evaluación de los síntomas. Es importante diferenciarla de otras, como la urticaria común.
El manejo de esta afección supone evitar la exposición al frío en la medida de lo posible. Además, los antihistamínicos pueden ser útiles para controlar los síntomas, siempre y cuando un médico haya valorado previamente la situación.
Impacto en el día a día
Aunque la alergia al frío no suele ser potencialmente mortal, puede afectar significativamente la calidad de vida de la persona afectada. Actividades diarias como salir a caminar en invierno o disfrutar de deportes de invierno pueden volverse desafiantes, lo que lleva a quienes la padecen a ser especialmente cuidadosos, sobre todo en determinadas épocas del año y lugares.
Usar agua tibia en lugar de fría y aplicar rápidamente lociones hidratantes después del baño. Llevar ropa adecuada para mantener el cuerpo caliente, incluyendo guantes, bufandas y abrigos. Destacar la importancia de mantener las extremidades bien cubiertas… Éstas y otras muchas son recomendaciones generales que pueden servir de ayuda en estos casos.
Es muy importante que tanto la persona como su círculo más cercano conozcan los síntomas y sean capaces de reconocer signos de reacciones severas.
La alergia al frío, aunque rara, plantea desafíos únicos para quienes la experimentan. La comprensión de sus síntomas, diagnóstico y tratamiento es esencial para minimizar su impacto en la vida cotidiana. A medida que la investigación avanza, se espera que se desarrollen enfoques más efectivos para abordar esta condición peculiar.
TAMARA JIMÉNEZ CARO
Enfermera escolar y especialista de Pediatría
@tuenfermerainquieta