La asociación, creada en 1979, trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias.
AFANDICE es una asociación que trata de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y sus familias. Para conocerla mejor, nos hemos acercado por su centro de día en el 109 de la calle de Benimamet, donde nos ha recibido Fernando, dinamizador y responsable de los servicios de Ocio y Deporte, con quien hemos charlado sobre su historia y actividades.
La asociación fue fundada en 1979 por trabajadores de Peugeot que tenían hijos o alguna persona con discapacidad en sus familias. Los principios, nos cuenta Fernando, coinciden con “lo que en aquel momento eran las pautas que seguían casi todas las asociaciones: taller de corte y confección, actividades encaminadas a los manipulados, a atender las necesidades de escolarización que para estas personas no cubría la sociedad…”. Además, uno de los fundadores, enfermero en el servicio médico de la empresa, hace un curso de fisioterapia y desarrolla este aspecto en la asociación, constituyendo el germen de lo que luego será el Centro de Atención Temprana.
En la actualidad, AFANDICE cuenta con cuatro centros en Villaverde, y tiene convenios con la Comunidad de Madrid y plazas públicas. En primer lugar, el centro ocupacional, en Bascuñuelos 1, con 80 plazas, donde se desarrolla la oferta formativa, orientada a buscar un puesto de trabajo a la mayoría de las personas que están allí, “y para los que no tienen esa capacidad de conseguir un trabajo normalizado o con apoyos, contar con una tarea prelaboral o una serie de talleres en los que también puedan ganar un sueldecillo”, explica Fernando. En segundo lugar, el centro de día, con 50 plazas, destinado a personas con mayores necesidades de apoyo. En él “la orientación no es laboral, sino más de atención. Hay una buena carga educativa, pero también toda la cuestión sociosanitaria, con un departamento médico que realiza el seguimiento de los usuarios, fisioterapia, etc. Todo está organizado en función del ritmo de cada persona, siendo la atención muy individualizada”, detalla nuestro anfitrión. El tercero, el nuevo Centro de Atención Temprana, que acaba de abrir sus puertas el 29 de abril en la calle Lenguas. Está pensado para atender a niños de 0 a 5 años. “Es como un centro de rehabilitación, pero muy orientado a las primeras edades para procurar que más adelante necesiten la menor ayuda posible”, aclara Fernando. Y por último, en la calle Magnesia AFANDICE cuenta con un Centro de Rehabilitación y Atención Temprana, donde se ofrecen tratamientos privados.
Reconocida en el Distrito
Asimismo, hay tres actividades que por su importancia y visibilidad han propiciado el reconocimiento de esta asociación en nuestro Distrito. La primera es su labor informativa, y es que en los tres centros siempre están dispuestos a asesorar a toda aquella familia que lo necesite. Como nos cuenta Fernando, “cualquier persona que pueda llamarnos, tenga plaza o no, recibe orientación. En definitiva, ayudamos un poco en esos primeros momentos de desconcierto cuando se descubre que un familiar tiene una discapacidad y necesita apoyo. Detectamos que este desconcierto es muy habitual, sobre todo con los pequeños, y decidimos poner en marcha este programa para dar un servicio al barrio que entendemos necesario”.
La segunda de estas actividades es el grupo de Ocio, con dos vertientes que Fernando nos detalla: “Por un lado, se trata de que puedan desconectar y tener momentos para ellos, desde ver un partido de fútbol o baloncesto hasta irnos a un pub, a la bolera, al Retiro o de excursión. Para ello se organizan pequeños grupos, con una parte de profesionales del centro y un gran apoyo de voluntariado. Eso lo hacemos los fines de semana, y luego hay una segunda parte, pues las mismas personas con discapacidad son voluntarias, y por grupos realizan diversos tipos de ayuda o intervención con otras asociaciones del barrio”.
Y en tercer lugar, la ya citada sección deportiva, de la que Fernando confiesa que está “en buena racha”, pero no es casual: “Es un trabajo de muchos años, porque en 1998 decidimos tomarnos el deporte un poco más en serio. Al principio era casi como una actividad extraescolar, pero ese año ya creamos un club deportivo, que en 2006 convertimos en sección deportiva de la asociación para simplificar la parte administrativa. En la actualidad tenemos natación, manteniendo solo la parte de aprendizaje, pues la competitiva la perdimos hace cinco o seis años; fútbol sala y baloncesto, disciplinas en las que somos muy potentes; la boccia, la petanca y los bolos, deportes muy agradecidos para quienes tienen ya mucha edad o menos habilidades para trabajar en equipo; y nuestro deporte más inclusivo, el pádel, ya que cada jugador tiene su propio entrenador o club, y nosotros lo que hacemos es unirlos de vez en cuando para entrenar en equipo y poder participar en el campeonato de España”.
Llegando ya al final del reportaje, queda hablar de los proyectos y retos que tienen en el punto de mira. El primero de ellos, obviamente, poner en marcha el Centro de Atención Temprana recién abierto. A nivel deportivo, Fernando apunta la ilusión que AFANDICE deposita en que su club deportivo pueda ser plenamente inclusivo: “Está abierto a todas las personas que quieran participar, pero a nivel competitivo aún no es posible. Hay un plan de aquí a cinco años para conseguirlo”, aclara. Y otro proyecto que no es nuevo pero que en la asociación consideran muy importante son sus visitas a las escuelas: “Hemos participado en su momento en el programa Madrid Comunidad Olímpica de la CAM para sensibilizar y hablar sobre discapacidad y deporte en Primaria, ESO y Bachillerato. Y ahora por nuestra cuenta estamos yendo a los colegios del barrio con nuestros equipos para dar charlas, no solo sobre discapacidad, sino también sobre superación personal. Llevamos haciéndolo ocho años, con resultados estupendos”. Por último, el proyecto de “representantes”, que nos explica Fernando: “Todos los centros funcionan con programación individual, y cada persona decide sobre su propia vida. Para ello les formamos como ‘autogestores’ creando grupos de ayuda para aprender a ser gobernantes de sus vidas. En este recorrido, los ‘representantes’ constituyen un paso más, en el que el usuario aprende además a representar a sus compañeros ante la sociedad, los profesionales, otras entidades, etcétera”.
Como se puede ver, un montón de actividades y también un montón de proyectos y retos, lo que demuestra que estamos ante una asociación llena de vida y con mucho que aportar al Distrito.
ROBERTO BLANCO TOMÁS