Como viene siendo habitual cada cierto tiempo, vuelve a las aulas el fantasma del cambio de jornada escolar. Más allá de estar a favor de una opción o de otra, el problema surge cuando la cuestión no solo divide, sino que enfrenta a padres de alumnos.
Este curso la sorpresa ha sido que, ya desde octubre, y a pesar de que en febrero de 2019 se hiciera otra votación con el mismo asunto, es el propio centro escolar, el CEIP Cristóbal Colón, quien, a través de sus medios, esto es, profesores y el propio AMPA, está “machacando” a padres con el tema de la importancia de “votar”, no sabemos si a costa de ocuparse menos de otros asuntos, pero sí desde luego a costa de la paciencia y el hastío de muchos padres que ven, día tras día, cómo el tema de la votación ocupa parte de la información que reciben, ya sea en papel, correo electrónico, Telegram o incluso verbalmente a través de los alumnos que sirven de mensajeros a los padres: “mamá, me ha dicho (la profe) que tienes que votar”. Dada la insistencia, parece que lo prioritario en el centro es conseguir que la jornada se cambie de partida, que es la actual, a la continua.
Mientras esperamos que llegue el día de la votación, solo deseamos que sea cual sea el resultado, éste, además de ser el acertado, sea también el aceptado, y no reciban los padres que no fueron a votar cartas diciendo lo irresponsables que son por no haber votado. En democracia, tan válido es votar como no hacerlo.