La plataforma construida en torno a este lema, integrada por asociaciones vecinales y movimientos sociales del Distrito, expone su diagnóstico de la situación que atraviesa la ciudad y sus reivindicaciones
VILLAVERDE NO SE TOCA
En los últimos meses no hemos parado de escuchar al Gobierno estatal y regional hablar de una esperadísima “salida de la crisis” mientras una rígida “Ley de Estabilidad Presupuestaria” y su correspondiente “regla de gasto” marcaban sin embargo la política de inversión de nuestras Administraciones locales. Efectivamente, en el año 2011 se adoptaban unas medidas que priorizaban el pago de la deuda sobre cualquier tipo de gasto —deuda generada bajo el Gobierno del Partido Popular en la ciudad— y bloqueaban las posibilidades de gestión de unas haciendas hoy saneadas, como es el caso de Madrid. Nos encontramos ante un desajuste entre “la senda del crecimiento” y el austericidio en la ciudad.
Este ayuntamiento ha reducido la deuda heredada por el Gobierno precedente en un porcentaje del 40% en tan solo dos años, situación de equilibrio que comenzaba a plasmarse en una mejora de la inversión en los barrios. Por ejemplo, entre los meses junio y julio se aprobó destinar el superávit de 2016 en “inversiones financieramente sostenibles”, una decisión que implicaba en Villaverde mejorar la iluminación y el acondicionamiento de sus centros deportivos municipales o remodelar el Parque de Dehesa Boyal. Estas obras se han visto afectadas por la medida cautelar adoptada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (a petición de la delegada del Gobierno), y que tras la aprobación del Plan Económico Financiero parecen reanudarse (acumulando retrasos de meses, eso sí).
Llegamos a 2018 con unos barrios degradados, afectados por más de diez años de crisis económica que han venido a profundizar la ya histórica brecha norte-sur de la ciudad. Hoy, el ahorro y el superávit deberían ser objeto de un mayor esfuerzo para reequilibrar la vida de aquellos y aquellas que soportamos todo el peso de la crisis. Mientras en algunos distritos comenzábamos a vislumbrar la ejecución de pequeñas demandas que desde hace años se venían reclamando y que se situaban a la cola de las prioridades de gasto, hoy sabemos que esto será posible solo prescindiendo de otras inversiones futuras, pues aunque el Ayuntamiento, con la aprobación del Plan Económico, haya recuperado el control del presupuesto, los tiempos de gestión se han visto gravemente afectados y el “techo de gasto” dificulta la contratación de personal, retrasa la contratación o impide planificar nuevos proyectos. A esto se suma la incertidumbre sobre el presupuesto de 2018, que con todo lo acontecido nuevamente vuelve a retrasarse.
Queremos por ello:
- Defender la autonomía de nuestros Gobiernos municipales y la necesidad de mantener un debate sobre las posibilidades de inversión y gasto social de nuestras Administraciones.
- Exigir que se ejecuten las inversiones previstas (biblioteca de Villaverde, escuelas infantiles, Centro Integrado de Servicios Sociales…).
- Que se tenga en cuenta la deuda histórica de esta ciudad con Villaverde.
- Que los gastos comprometidos por nuestra junta y por todas las áreas de gobierno sean reconocidos y ejecutados.
- Que la descentralización municipal sea hoy una realidad que permita acercar la municipalidad a sus barrios.