Raúl Martínez, vecino del Distrito, activista y educador en el medio ambiente e impulsor de Villaverde Ambiental, lamenta el poco caso que hacen los políticos al criterio de los expertos
Raúl Martínez es activista y educador en el medio ambiente, imparte talleres y organiza paseos de naturaleza en Villaverde Ambiental, iniciativa orientada a la defensa y difusión del patrimonio natural del sur de la capital. Asimismo, participa en la Mesa del Árbol de Madrid como “consultor experto”, da clases de máster de Biología de la Conservación en la Universidad Complutense y desde el mes de octubre es campeón absoluto de ComputerBirding, el más prestigioso campeonato de reconocimiento de aves vía Internet. Pese a todo esto, reconoce no ser “profeta en su tierra”, lamentando el poco caso que hacen los políticos al criterio de los expertos.
Empecemos repasando la situación medioambiental actual en Villaverde…
Pues mira, a pesar de los pesares sigue siendo un distrito privilegiado en medio ambiente. Puede ser por su ubicación: damos a un parque regional, cuya zona en el Distrito tendría que formar parte de él porque tiene potencialidad y recursos naturales suficientes para ello, pero no es así porque los límites los dispone una gente en un despacho, y normalmente se ajustan a términos administrativos. Es curioso que el río divida por ejemplo dos distritos, cuando desde el punto de vista ecológico un río es una unidad. Los problemas de medio ambiente no podemos tratarlos con delimitaciones administrativas, hay que tratarlos como unidades ambientales, porque un policía municipal no puede cruzar el puente para parar a un cazador o a uno que esté con una moto por medio del parque lineal. En cualquier caso, el estado actual es bueno, pero estaba mejor hace dos años.
¿En qué ha empeorado?
En la gestión de nuestro patrimonio natural, de la forma de concebir los espacios. Por ejemplo, y volvemos a hablar del río, se le está aplicando un concepto de un parque público, cuando es un espacio natural completamente distinto: el río y sus orillas es todo uno, no es “una corriente de agua y todo lo demás parque”. La ribera se tiene que proteger, y hemos asistido durante meses a una deforestación del parque… Eso sí, dejan las especies que deberían ser cortadas, como el ailanto, y quitan las zarzas, cuando forman parte intrínseca del río. También los dos únicos alisos que existían en el parque lineal los han quitado creyendo que eran hierbajos, lo que indica un desconocimiento completo, defendido a nivel político por gente que tampoco entiende.
Ahí está la madre del cordero: si tuvieran a gente en la política local o distrital que entendiera, sabría comprender lo que les estás diciendo… Pero si no, lo que les digas va a oídos sordos, e inevitablemente va a ser un desastre. Se ha desbrozado completamente la orilla, y lo niegan: “No, se ha limpiado”, dicen, sin entender la diferencia entre limpieza y desbroce. Ese grupo político es el PP a través de su vocal vecino, que antes de escuchar en las reuniones o en los plenos la opinión de los demás y contestar en base a ello, contesta otra cosa diferente porque ya tiene la respuesta preparada y le da lo mismo lo que le digan.
¿Cuáles son ahora mismo los problemas más graves a nivel medioambiental en el Distrito?
Aparte de los desbroces, las podas abusivas de árboles. Los árboles se tienen que podar cuando creen algún problema, pero no podar por podar, y encima fuera de época. Ahora mismo todavía se está podando, y estamos ya en verano. Se han podado incluso árboles con nidos, porque tendrían un contrato, hay que cumplirlo y les da lo mismo. Además podan todo de manera igual, y los árboles son seres vivos, que reaccionan ante la agresión muriéndose o haciendo lo contrario de lo que se pretende. Es acción-reacción, entonces hay que conocerlos también, pero si contratas a empresas que no tienen conocimiento o les importa un comino porque tienen que cumplir un contrato, que además suelen ser las más baratas en vez de las que mejor servicio pueden dar, pasa lo que pasa. Después echamos las culpas a otras cosas, como a las cotorras… Pues no: la culpa es de la gestión y la falta de sensibilidad.
Hay que decir también que la reacción ciudadana que observamos a través de nuestra red, Villaverde Ambiental, te da sorpresas: ayer me encontré por ejemplo en una fuente unos platitos y unos contenedores con agua para que beban los pájaros, y eso me llenó de alegría porque lo ha hecho alguien anónimo, lo que indica que el mensaje va calando. Más sorpresas: acabamos de encontrar en una zona interbloques un árbol que alguien plantó hace más de 40 años, que es único aquí en Villaverde y te puedo decir que habrá tres ejemplares más en Madrid: un algarrobo. Es típico de Extremadura, y alguien lo plantaría aquí hace 40 años. Está enfrente del restaurante El Pilar, entre Gigantes y Cabezudos y La del Manojo de Rosas… Y alguien plantó también un granado, que ahora está en medio de una calle, al lado del arbolado viario, pero afortunadamente alguien del Ayuntamiento lo ha respetado y le ha puesto una vallita y todo ahora que está aquello en obras. Así que gracias quizá a la educación y a la divulgación que se está desarrollando tenemos todavía un patrimonio, porque si fuera por la Administración local, en este caso el PP es el que tiene las competencias en medio ambiente, nos hubiéramos ido ya al carajo. Estamos ahora mismo en un sitio [una terraza junto a la galería de alimentación Luyego] donde se puede ver un halcón peregrino, cosa inaudita. Pues bien, le pusimos una caja nido que hizo el Centro de Rehabilitación Laboral de Villaverde: se lo pedí, se trajo el cajón, se habló con la comunidad de propietarios, se subió allí, y ahora están criando dos pollitos. O sea que si no fuera por la iniciativa ciudadana…
Hablemos de plagas…
Una que suele dar que hablar es la de la galeruca… Está en los olmos, pero en los Ulmus pumila. Esta plaga era antes poco conocida y poco extendida, pero ahora hay muchos Ulmus pumila: se trajeron para sustituir al Ulmus minor, que desapareció casi completamente. La galeruca es un coleóptero defoliador, que come hojas, y es aparatoso porque se ven mucho e incluso cuando salen los adultos se te meten dentro de las terrazas, las ventanas y tal, pero ahora el Ayuntamiento sí que lo está combatiendo: en eso hay que reconocer que lo están haciendo bien. Y si hay algún problema de galerucas, se llama a Línea Madrid y suelen atender bastante.
El problema de este año es la mosca negra, que a no ser que haya un cambio climático hacia el frío va a ser muy potente, y de hecho ya lo es: a mí ya me han mordido. Sobre el motivo, volvemos a los desbroces y al mal conocimiento que se tiene de la situación ecológica de la zona y sobre todo de la mosca negra. Al desbrozar completamente el río, se han quitado especies vegetales que eran refugio de muchos animales que se podían alimentar de moscas negras adultas. Por ejemplo, bastantes insectos se comen a los machos, que suelen estar en las orillas. Claro, si se desbroza y se deja como un erial, empieza a desarrollarse lo que querías evitar.
El tratamiento hay que hacerlo dentro del río, no en las orillas. Consiste en echar un producto que contiene bacterias que atacan exclusivamente a los simúlidos, que es como se conoce a la familia de las moscas negras. Están acoplados a la vegetación casi flotante o sumergida del medio de los ríos, en la corriente, porque se ponen mirando a ella y entonces todo pasa por su boca y así es cómo se van desarrollando. Si además despejas la sobrecarga de algas donde se puedan posar, se mantiene el río limpio de larvas o por lo menos la mayor parte. Y si sale alguna, luego se encargarían de ello los animales que habría en esa vegetación de ribera que se ha perdido.
Además hemos quitado los árboles viejos que había y que eran refugio de murciélagos, que son el primer frente para que las hembras de mosca negra, las que pican, no lleguen a nosotros. Los murciélagos no dejan pasar ni una. Y otros que las suelen mantener a raya son el vencejo, el avión común y la golondrina común, que crían aprovechando los habitáculos humanos para hacer sus nidos y cuya presencia tampoco se ha potenciado. Se puede hacer simplemente con la “tontería” de crear zonas de barro en medio de una pradera de esos parques que tanto les gusta regar. Los nidos los construyen si tienen barro; si no, se van a otro sitio. Pero con estas tres aves hay un problema: a últimos de julio, unos antes que otros, migran a África, y la hembra de mosca negra de repente ve el camino abierto, porque apenas hay murciélagos dentro del casco urbano. Así que la mayoría de las mordeduras se producen en agosto, cuando se quedan sin predadores. Y la forma de evitarlo es mantener predadores de mosca negra y un correcto tratamiento en el río.
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