El club verdiblanco es una de las sensaciones en el Grupo 7 de la Tercera División, pese a ser un ‘recién ascendido’
Alberto Piñero
@pineroalberto
El Villaverde-Boetticher está bordeando la machada en la presente temporada. Y es que, cuando se han disputado ya dos jornadas de la segunda vuelta en el Grupo 7 de Tercera División, el equipo del Distrito está aspirando a los puestos de promoción a Segunda B, nada más y nada menos. Cuando se trata de un recién ascendido a la categoría. Pero en lugar de acusar el salto de calidad, ha aportado el fútbol y descaro suficientes para encaramarse a las posiciones de privilegio de la tabla.
Concretamente, a finales de enero marchaba en quinta posición, con los mismos puntos que el cuarto clasificado (Alcobendas Sport). Esto es, en puestos para el play-off de ascenso a la División de Bronce, solo por debajo de Móstoles URJC, Atlético B y Unión Adarve.
Precisamente ante el Unión Adarve, el equipo que dirige Paco Senda logró un meritorio empate en la jornada inaugural de este nuevo año 2017 (2-2). Posteriormente ganaría al Rayo Vallecano B (3-2), para cerrar el mes de enero con otro empate en casa del Leganés B (1-1). Resultados ante algunos de los gallitos de la categoría que le permiten seguir soñando con un ascenso que sería todo un hito en el fútbol madrileño. El nuevo año no podía empezar de mejor manera para el club decano del distrito de Villaverde.